7 consejos para hacer de tu niña, una mujer plena

El mejor legado de un padre a sus hijos, es un poco de tiempo cada día. Vicente Battista

Yordanka Pérez Giraldo

Mujercita, se amable pero no fácil

Se digna, pero no orgullosa,

Ríe, pero no a carcajadas

Mira, pero con recato

Se tierna, pero no flexible

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Se alegre, pero no frívola

Conversa, pero con mesura

Se dulce, pero no empalagues

Ama, pero con cautela

Escucha, pero no siempre creas

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Se mujer, pero no muñeca

De las pocas cosas que recuerdo de mi padre, es haberme enviado una tarjeta con motivo de mis quince años con este escrito. Nunca he podido olvidarlo, y aunque no fue un padre presente en mi vida, en la medida de mis defectos y virtudes he tratado de guiar mis pasos recordando cada uno de los consejos de esa tarjeta.

Y es que nuestros progenitores tienen el poder de marcar nuestras vidas con todas y cada una de sus acciones, e incluso con su falta de acciones: por algo vemos tantos chicos que se crían solos, con marcos morales cada vez más desdibujados. Los padres ausentes, la falta de atención sobre el quehacer diario de nuestros jóvenes, han generado una juventud carente de pudor. Para prueba baste darnos una vuelta por las redes sociales, y veremos cómo chicas y chicos se exhiben con total desenfado. No existe la menor preocupación de que sus familiares puedan verles en actitudes por demás desinhibidas, tampoco que totales extraños tengan acceso a lo que debieran ser sus intimidades.

Parecería que la consigna hoy día es: “No dejar nada a la imaginación“. Lo curioso es que al tiempo que esas imágenes cuentan con la aprobación de todos los que las miran, al menos en apariencia, al mismo tiempo quienes las disfrutan juzgan con dureza a los autores de las mismas. Es por eso que resulta indispensable orientar a nuestros hijos respecto sus actitudes cotidianas, y a hacer especial énfasis en las redes sociales, pues lo que hagan en ellas dejarán registro perpetuo y lo que les parece normal en este momento de sus vidas, lo más seguro es que no sea así a futuro.

Es claro que estas actitudes son el resultado de una búsqueda mal encaminada de identidad y aceptación, en esa edad en que las chicas son tan vulnerables. Para prevenirlas, es necesario enseñarles desde temprana edad que no necesitan cumplir con estereotipos para contar con aceptación y cariño; que éstos se ganan por lo que somos y por cómo nos comportamos con nuestros semejantes. Debemos enseñar a nuestras hijas que la belleza es actitud, es tratarnos con amor, cuidarnos a nosotros mismos, que “La belleza es un estado de ánimo”, como dijera Émile Zola. Entonces, ¿cómo cultivar la belleza en tu hija? Aquí te comparto algunos consejos:

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Haz que nunca deje de aprender

Los niños a diferencia de los adultos, son curiosos, incansables, aprender es maravilloso para ellos, así que no limites a tu hija en lo que ella quiera aprender, ni la condiciones u obligues a hacer lo que tú deseas, no importa que a tu ver quiera aprender de todo. El conocimiento no ocupa espacio y el saber siempre es útil.

Refuerza su autoestima

Valora sus opiniones y permítele tomar decisiones, de ese modo aprenderá a confiar en sí misma, y a lidiar también con las consecuencias.

Propicia que participe en actividades al aire libre

Busca que esas actividades impliquen contacto directo con otros niños de su edad, de esa manera disfrutará la vida a todo color y no necesitará de artilugios para tener una vida social, mucho menos para divertirse.

Cuida los juguetes que le das

Hoy día existen muchos juegos que requieren conexión a Internet. El problema con ello es que la Internet implica también mucha responsabilidad. Como padre debes tener cuidado qué tanta información y libertad pones en manos de tu hija.

Cuida qué entra en su mente

Edúcala para que sea una persona sociable, accesible, que no conozca de prejuicios, sino que sus juicios sean resultados de sus experiencias.

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Enséñale a confiar en ella

Ayuda a tu hija a reforzar la confianza en sus habilidades. Para ello ponle tareas que ella pueda realizar con éxito; de ese modo se sentirá feliz tanto de haberlo logrado por ella misma, como por no decepcionarte a ti como padre o madre. No la compares, ni la critiques: nada es más doloroso para una hija, que sentir que no es lo suficientemente buena para sus padres.

Protege sus sueños

Escúchala e incítala a creer en sus sueños; en que con esfuerzo puede lograrlos.

Las recomendaciones que me tomé la libertad de compartirte ayudarán a que tu hija crezca plena, sana, feliz. Por supuesto, hay que aplicarlas desde que tu hija sea una bebé, para que con el tiempo no caigas en “el hubiera”, cuando ya sea demasiado tarde. La prevención es la mejor solución, y educar con amor a tu niña, el mejor camino para criar una adulta plena y feliz.

Toma un momento para compartir ...

Yordanka Pérez Giraldo

Yordanka Pérez Giraldo, Cubana de nacimiento, mexicana por elección.