No puedo amar porque no me valoro a mí misma

La idea es que las mujeres que se encuentren en esta lista reflexionen el por qué no son capaces de valorarse e ir en busca de la verdadera felicidad. No valorarse y quererse a sí mismo imposibilita para amar.

Erika Gaytán

En algunas ocasiones me ha tocado ver en la calle escenas similares entre jóvenes: la chica lleva la pañalera a un lado y carga a su bebé con el otro brazo, mientras el esposo se limita a acarrearla para que camine más rápido. Otra escena bastante frecuente es ver a parejas de adultos en un automóvil, en un lugar solitario, de preferencia por la noche, lo que despierta la suspicacia de que se trate de marido y mujer, porque de ser así no tendrían por qué sobresaltarse cada vez que pasa alguien.

Lo que lleva a una pregunta: si no están a gusto con su pareja, ¿por qué seguir con ella?, ¿no es más sano y honesto (para ambos) concluir esa unión? Lo cual nos lleva a considerar la pregunta principal: ¿Cuáles son las principales razones que la gente tiene para no separarse de su pareja, aunque sean consientes de que la relación no funciona?

1. Miedo a convertirse en una “solterona”

Este es el principal miedo de las mujeres, así como la fuerza que las impulsa a casarse con el primero que se les atraviesa. Algunas recurren al embarazo antes del matrimonio, pensando que es la mejor forma de “amarrarlos”. Otras, ceden a todos los caprichos de su novio, se vuelven sumisas o les demuestran que son las mujeres perfectas para ellos, aunque no tenga nada que ver con la forma de ser real de ella.

2. Costumbre

La convivencia diaria suele cruzar por una línea muy angosta donde puede tener el amor de un lado y la costumbre en el otro, lo que hace que muchas veces se confunda el sentimiento aunque no exista la felicidad.

3. “Es el padre de mis hijos”

Esta frase tan común se utiliza para poner a los hijos como pretexto, para no hacer nada por ella misma. Estas mujeres, obviamente no quieren realmente a sus hijos como dicen, porque las mamás que de verdad los aman buscan la forma de ser felices para proyectarlo en sus hijos.

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4. Por el “qué dirán”

Esta preocupación todavía persiste en nuestros tiempos. Muchas veces no es preocupación de los interesados, sino de los padres o de la familia, e incluso de los propios amigos.

5. Miedo al fracaso

Para muchas personas el hecho de que su matrimonio o cualquier cosa que realicen no tengan los resultados esperados, lo toman como un fracaso personal y punto. No saben convertir un error en aprendizaje y seguir adelante.

6. Admiración

La admiración por nuestra pareja suele ser un factor que está incluido en el enamoramiento que se pueda sentir, mas no es el elemento primordial para amar a una persona. Esto sucede con más frecuencia en relaciones de maestros con alumnas o en la relación de jóvenes con adultos.

7. Dependencia

Aquí la persona que tiene el papel de dependiente se somete e idealiza a su pareja, lo que le afecta mental y físicamente. Aunque el dependiente esté consciente de lo que le está afectando, prefiere soportarlo antes que separarse. Son resistentes a infidelidades y malos tratos.

8. Baja autoestima

Existen individuos que tal vez por su historia de vida (violencia, maltrato) suelen tener baja autoestima. Al no atenderse con anterioridad, el mal crece sin poder superarlo y se fijan en personas que lo saben aprovechar. Esto lo podemos ver cuando les genera miedo el expresar su opinión, y tienen una gran necesidad de ser aceptados por los demás, por lo que mienten mucho y creen que la gente está por encima incluso de ellos mismos.

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9. Inseguridad

Existe un miedo enorme a que la pareja la deje por cualquier circunstancia y vive en un miedo constante. Por tal razón se crea una necesidad de recibir atenciones por parte de la pareja. Existen celos y desconfianza hacia cualquier persona.

10. “Más vale malo por conocido, que bueno por conocer”

Existen muchas personas que prefieren estar en una zona de confort, por lo que se conforman con la persona que las “eligió”, aunque no sientan verdadero amor por ellas. No les interesa arriesgarse, ¿para qué, si ya tienen a su pareja?

Si te identificaste con cualquiera de estos diez puntos, piensa ¿qué tanto vales para ti misma?, ¿qué tanto te va ayudar no ponerle fin a esta situación? Si puedes, coméntalo con tu pareja: es posible encontrar algún remedio para solucionarlo o buscar ayuda para que la situación mejore y cambie. De lo contrario, piensa que tarde o temprano puede traer como consecuencia: frustración, infidelidad, desdicha con una misma y hacia los hijos, y un enojo eterno con la pareja.

Solo se tiene una vida, y se tiene que vivir con intensidad y calidad. Recuerda: quiérete a ti misma, para que puedas querer a los demás.

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Erika Gaytán

Oriunda de la tierra del taco, el mariachi y el folklore. Periodista de profesión y corazón. Por muchos años he tenido la fortuna de colaborar como docente en la educación de niños, adolescentes y jóvenes. La música, la enseñanza, la investigación, lectura y escritura son mis grandes aficiones.