No todo lo cura el tiempo. Depende también de uno mismo

Superar una decepción o un sentimiento de frustración requiere algo más que tiempo; exige que actúes. No te cruces de brazos, toma el control.

Diana Cantor Martinez

Casi como abandonadas a su suerte muchas personas se escudan en el paso del tiempo, en busca de superar el dolor o quizás la decepción que les ha provocado una circunstancia determinada. ¿Será cierto entonces eso de que el tiempo lo cura todo? No lo creo. En mi concepto el tiempo es tan solo un ingrediente que forma parte de la resolución del caso, pero, en sí mismo, no provee nada.

Acompáñame en esta lectura y descubre por qué el tiempo no lo cura todo y qué cosas puedes hacer para no depender únicamente del paso de los minutos, las horas, los días y los años, a fin de alivianar tu carga emocional y vencer ese sentimiento que no te deja avanzar:

Depende también de ti

Una de las razones que me permiten argumentar que no depende tan solo del tic-tac del reloj el que cicatrice y sane una herida emocional, es el hecho de que dos personas en iguales circunstancias libran en tiempos diferentes un impasse emocional. Es probable que la diferencia fundamental radique en que ante estas similares circunstancias una persona decide cruzarse de brazos y esperar a que pase el tiempo, y la otra, por el contrario, decide actuar.

¿Qué puedes hacer?

Desprenderte del pasado

. Si notas que de manera permanente hablas de ese tema o buscas la forma de llegar a él en tus conversaciones; si sostienes diálogos internos pasados, presentes o futuros sobre esa situación; si tu mente recrea de forma constante el momento, el lugar, la forma en cómo sucedieron las cosas, en definitiva te estás anclando en el pasado. Es cierto que desprenderse del pasado, y en particular de una situación dolorosa, constituye una tarea compleja; pero lleguemos a un acuerdo: si no lo haces, por más años que pasen seguirás sufriendo por causa de lo mismo.

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El pasado forma parte de tu historia, no lo puedes borrar; pero conviene convertirlo en un recuerdo que no atormente, que pueda mirarse con distancia emocional; es decir, sin dolor, sin sentimiento, sin emoción. Para dejar ir el pasado es necesario reconciliarse con él, esto quiere decir que por dura y difícil que haya podido ser una circunstancia: la muerte de un ser querido, una decepción afectiva, el divorcio, la traición de un amigo, la bancarrota, lo que sea; busca en ella los aprendizajes, reconoce en qué te ha fortalecido esta situación y abandona la obstinación.

Si has perdido a un ser querido haz clic a este otro artículo sobre superar adversidades y seguro ayudará en esa situación particular. 

No te niegues a buscar ayuda

. Es posible que consideres que no encuentras el camino y la salida a ese evento que te perturba; entonces, es el momento de buscar ayuda. Tu pareja, amigos, familia, tu líder espiritual o un profesional pueden extenderte la mano.

Abre tu mente a nuevos horizontes

. Mira el futuro con optimismo, reemplaza los recuerdos sombríos por nuevos pensamientos. Recuerdo que en un retablo de mi antigua oficina, en una compañía en la que trabajé donde el estrés y el drama eran el pan de cada día, tenía un recorte de una revista: se veía una playa paradisíaca, con un sol radiante; eso era lo más refrescante que podía observar cuando las cosas se ponían difíciles, casi me aclaraba la mente.

Busca la paz en nuevos y positivos pensamientos acerca de ti mismo y de las circunstancias; lee, escucha música instrumental y no olvides que siempre que tengas que luchar en tu interior con algún sentimiento negativo solo lograrás fijarlo más, así que, simplemente, si de repente llega a tu cabeza, abandónalo y piensa en algo más grato.

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Perdonar y perdonarte

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Es seguro que encontrarás otras formas de enfrentar y vencer esa frustración que te persigue, que llena tu mente, que te distrae del placer de vivir; pero debes caminar junto con el tiempo, no sentarte a esperar a que él transcurra; no te quedes observando como si la responsabilidad de tu bienestar dependiera del reloj y no de ti mismo.

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Diana Cantor Martinez

Hay un momento de la vida en que descubrimos que necesitamos un cambio para poder avanzar y crecer reconoce el momento y no pierdas la oportunidad.