Pequeños actos de cortesía que convertirán a tus hijos en grandes seres humanos

Los modales son los principios rectores de grandes valores como la solidaridad, la empatía y el respeto entre otros. Aprende en esta nota que enseñas a tus hijos a través de los modales.

Diana Cantor Martinez

Entre más avanza el mundo hacía nuevos descubrimientos tecnológicos, más se descuida su proyecto más importante: “el ser humano”. Para algunos padres hoy en día parece que enseñar a sus hijos a saludar y a despedirse, a ceder la silla, a comer correctamente, no es tan importante como enseñarles a manejar la tableta, el computador o el celular. Lo peor de todo es que no se llega a comprender la magnitud de lo que verdaderamente enseñan esos pequeños actos de cortesía. No se trata de simples comportamientos, en realidad son los principios rectores de grandes valores como la solidaridad, la empatía y el respeto entre otros. Aprende en esta nota qué enseñas a tus hijos a través de los modales.

El valor de reconocer a otros a través del saludo

En el sur de África se usa un saludo llamado “Sawabona” que para ellos significa: “Yo te respeto, yo te valoro y tú eres importante para mí”. Como respuesta, las personas responden “Shikoba” que significa: “Entonces yo existo para ti”. Esta es la forma más sencilla que tengo, para explicar lo que significa saludar. Con este sencillo comportamiento enseñas a tus hijos a reconocer a otros, a reconocer la importancia de las personas en su vida. Piensa en la última vez que alguien que conoces pasó al lado y no te saludó, ¿cómo te sentiste?, quizás ignorado, enfadado o triste, pues eso es lo que genera el no saludar y obstruye las relaciones interpersonales a todo nivel.

Por otra parte el saludo se desarrolla de manera distinta de acuerdo al contexto. Sin embargo, independiente de ello, enseña a tus hijos a que sea un saludo cálido, que exprese alegría o beneplácito a través de gestos como la sonrisa, dar la mano, un abrazo o mirar a los ojos. Estas reglas también se aplican para la despedida.

Actos de cortesía que te engrandecen

Ceder la silla, ceder el paso, dar la mano a una persona para ayudarla a bajar o a subir, respetar el espacio de los demás, tocar la puerta antes de entrar, no gritar, no tirar basura a la calle, ser considerado en todo sentido con los niños y los ancianos; son algunos de los comportamientos a partir de los cuales tus hijos aprenden a ser respetuosos, solidarios, generosos, empáticos y responsables con ellos mismos y con los demás. Aprenden a ser generadores de sana convivencia, algo que hoy la humanidad necesita a raudales.

No permitas que lo importante quite tiempo a lo esencial. Enseña a tus hijos modales o comportamientos respetuosos y considerados con los demás, ellos pueden hacer la diferencia en este mundo. ¡Siembra buenas acciones en la vida de tus hijos y cosecharás grandes hombres para la humanidad!

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Diana Cantor Martinez

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