Si de cumplir tus sueños se trata, no importa que la distancia sea larga

Aquí la historia de la mexicana Joselyn Chávez Flores, que recorre más de 120 kilómetros para buscar su objetivo. Si de cumplir tus sueños se trata, no importa que la distancia sea larga

Arturo Leonardo

¿Qué has hecho hoy para conseguir las metas que te has propuesto en la vida? Piensa la respuesta con detenimiento. Recuerda que lo que vale la pena cuesta, de otro modo cualquiera las podría hacer. Pregúntate si en cuanto dejaste la cama buscaste conquistar nuevos caminos. Si tu respuesta es no, te interesará entonces conocer esta historia.

Trayectos maratónicos

En las grandes zonas urbanas, el tema del transporte (la movilidad) resulta cada día un auténtico reto para los ciudadanos. Transitar, por ejemplo, la ahora llamada Ciudad de México de norte a sur, puede llevarte incluso hasta tres horas por trayecto.

Estos maratónicos recorridos provocan, en muchas ocasiones, que no se tenga tiempo para pensar en otra cosa que no sea llegar a casa y tirarte, literalmente, a descansar. Las actividades extras quedan relegadas ante la imposibilidad de tener “más tiempo” o energía para hacerlas, aunque siempre hay que recordar que, como reza el dicho, “hay más tiempo que vida”.

Un esfuerzo que cruzar estados

Los deportistas comprometidos no se diferencian en nada de otras personas, que también buscan llegar a lo más alto. Andrea Joselyn Chávez Flores, por ejemplo, es una joven atleta a la que no le importa viajar más de 120 kilómetros todos los fines de semana y cargar sus libros para hacer la tarea (los deberes) en el poco tiempo que le queda libre. Ese trayecto de más de cien kilómetros es la distancia entre las ciudades de México y Puebla.

Joselyn tiene 13 años, y optó por dejar de lado amigas y relaciones “propias” de su edad para enfocarse en el deporte que le interesa: el handball. Una disciplina deportiva que en México no goza del mismo apoyo que, por ejemplo, tiene el futbol o la charrería.

Advertisement

Ella es una de las menores que representan a San Luis Potosí en la categoría 13-14 años en esta especialidad, que por primera vez acudieron a la Olimpiada Nacional, en México, con el objetivo de regresar a casa con una medalla. Una competencia que la joven Joselyn esperó con ansias pero a la que, lo sabe, no hubiera llegado sola.

“Es un esfuerzo para nosotras que tenemos que cargar con los libros para hacer tarea, pero también para nuestros padres, ellos se van turnando para llevarnos y aunque nos dan alimentos y hospedaje, nuestros padres manejan en esos trayectos, costean la gasolina y las casetas de cuota, todo para apoyarnos como deportistas”, dijo antes de su participación.

Vive en Río Verde, San Luis Potosí, pero se tiene que trasladar todos los viernes a Ciudad Valles para reunirse con el resto del equipo y entrenar. Y llega entonces el domingo, día en el que emprende el regreso a casa.

Joselyn considera que todos los esfuerzos en conjunto están rindiendo frutos al ser seleccionada por primera vez para competir en el máximo semillero nacional. Sin embargo, está consciente de que el tema no es llegar, sino mantenerse.

Hay que retarse

Así como la historia de Joselyn, la reflexión tendría que llevarnos a ponernos retos cada día, grandes y pequeños retos. Avanzar 120 kilómetros y cumplirlos sería un buen comienzo, esto con respecto a metas para completar cualquier objetivo.

Advertisement

El éxito, cuyo significado sin duda es diferente para cada persona, no llegará y tocará a la puerta preguntando por nosotros. Es necesario esforzarse y, de ser necesario, llorar, todo con miras a ser mejores que ayer.

Por último, no hay que dejar de lado de la historia de Joselyn los sacrificios que hacen los padres porque sus hijos vean cumplidos sus sueños.

Toma un momento para compartir ...

Arturo Leonardo

Comunicador fanático de sus hijos a quienes les relata día a día sus aventuras de música y deportes, gusta de leer lo que se cruce en su camino, piensa que el acto más revolucionario que puede existir es el de reír.