Una bomba de tiempo en tus manos: los rumores y las redes sociales

En todas las redes sociales podemos encontrar un sin fin de información y noticias, muchas de ellas falsas. Creer ciegamente en lo que se publica, puede ser una bomba de tiempo en tu hogar.

Emma E. Sánchez

Cada día somos más quienes nos incorporamos a las redes sociales de una u otra manera: de forma personal, por medio de un negocio o simplemente por placer. Cada vez que ingresamos a una red para checar nuestro estatus, el de alguien más o buscar alguna información específica, somos bombardeados por publicidad, que puede llegar a ser molesta, en el menor de los casos. Las noticias amarillistas y los rumores que circulan libremente en la red son como peligrosas semillas, que se instalan en la mente para crear miedo y confusión.

¿Qué podemos hacer cuando nos llega un rumor?

Un rumor es una información cuya veracidad no puede comprobarse, por lo que hay posibilidades de que sea falsa, o que simplemente nos impida ver la verdad, por la terrible confusión que genera. Por ello, debemos saber qué podemos hacer cuando un rumor llega a nosotros. Aquí unas ideas que pueden ayudarte:

1. Corroborar la información

Los rumores principalmente son apreciaciones personales de alguien; esto es, alguien vio algo, lo interpretó según lo que cree que sucedió, sin indagar más. Y entonces trasmite esa “información” sin pensar en las consecuencias que ésta pueda generar. Así que, cuando llegue a ti cualquier información, busca corroborarla directamente con una fuente confiable o con los implicados en ella. Muchas personas han caído en fraudes terribles, simplemente porque no confirmaron la información recibida y actuaron de manera precipitada. Una amenaza directa, un correo sospechoso, inclusive si te envían fotos, no lo tomes inmediatamente como cierto, si no lo has corroborado.

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2. Busca información clara y precisa, en las fuentes oficiales

En Internet, hoy en día es relativamente fácil buscar información de cualquier tipo. Procura estar conectado o “seguir” las publicaciones de algunas fuentes gubernamentales y otras que sean confiables, a fin de obtener la información de primera mano y no de segunda o tercera voz. Si alguien dice que escuchó, le dijeron o simplemente no hay alguien o algo que fundamente una información, duda y busca corroborarla.

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3. No lo pases, si no estás seguro

A mí me cuesta mucho trabajo creer que personas que se dediquen a crear rumores, gente que gusta de transmitir información errónea o que encuentra algún beneficio personal al mentir. Hay una frase que dice: “Si no puedes destruirlos, siembra duda entre ellos”. Los rumores con frecuencia cumplen con ese fin, por lo tanto, no pases información de la que no estás completamente seguro. U bien, si la vas a pasar, advierte que no es tu percepción, sino de alguien más cuya identidad, fuente informativa o información en general, no es segura. Por seguridad tuya y de otros, no pases información falsa, por muy verosímil o emocionante que parezca.

4. Comparte información cierta y positiva

En la ciudad donde vivo, recientemente hubo algunos sucesos violentos. En cuestión de dos o tres horas, todas las redes sociales estaban llenas de información e imágenes terribles. Una psicosis comenzó a sentirse y verse en la ciudad: le gante corría, se escondía de la nada y todos los comercios comenzaron a cerrar; un sentimiento de inseguridad flotaba en el aire. Entonces, sucedió algo maravilloso: otras personas comenzaron a compartir imágenes de los lugares más bellos de nuestra localidad. Se comenzaron a desmentir rumores, a transmitir más mensajes oficiales y positivos. Fue algo nuevo para mí, un sentimiento de unión y fortaleza entre quienes aquí vivimos, y el temor se fue. La vida en las calles continuó y la mayoría de la población nos sentimos mejor.

5. El miedo no es saludable

Estar alerta e informado es bueno, estar preparado en todo sentido, es mucho mejor. Escuchar noticias terribles, ver imágenes crueles y degradantes o estar leyendo continuamente mensajes negativos, de violencia o sobre desastres, daña nuestra mente y nuestro espíritu. El miedo nos hace sus presas y entonces comenzamos a movernos con desesperación, ansiedad y sin razonar adecuadamente. Un ser humano con miedo es muy peligroso, porque no logra pensar con claridad, su cuerpo se enferma, se debilita y se empobrece. Cuando comienzas a sentir miedo, piensa en qué puedes hacer para actuar correctamente, para prepararte y para reaccionar de la mejor manera posible ante la adversidad.

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El rumor es peligroso, porque si le atribuimos un mínimo porcentaje de verdad, podemos, por un lado, hacer algo correcto, o bien cometer graves errores. Los rumores con frecuencia nos mueven al miedo, a la desesperación. Sin embargo, el miedo desaparece cuando la confianza y la fe son parte de tu vida diaria, no lo olvides jamás.

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Emma E. Sánchez

Pedagoga y Terapista familiar y de pareja. Casada y madre de tres hijas adultas. Enamorada de la Educación y la Literatura. Escribir sobre los temas familiares para ayudar a otros es mi mejor experiencia de vida.