Es posible que estés arruinando tu vida —y ni siquiera te has dado cuenta

¿Sientes que estás estancada? Es posible que tú misma estés arruinando tu vida. Descubre lo que estás haciendo mal o dejando de hacer, y cambia tu vida.

Erika Otero Romero

Juliana tiene 20 años y considera que ha sabido aprovechar las oportunidades que le ha dado la vida, por lo tanto, la ha disfrutado a plenitud. Ha tenido la suerte de tener buenos amigos, ha podido realizar algunos viajes al extranjero por cuestiones de estudios y, además, está culminando su carrera profesional. El futuro le sonríe tal y como lo había planificado.

Pese a esa aparente felicidad, en su interior hay un gran conflicto. La separación de sus padres y algunas carencias afectivas le hacen desconfiar de las personas; por eso en el amor no le ha ido tan bien como ha deseado. Tampoco gana en su trabajo tanto dinero como algunos de sus conocidos, que apenas acabaron una carrera media vocacional; encima, no se siente conforme con algunos otros aspectos de su vida, mismos que ella considera deberían estar concretados para la edad que tiene. Juliana considera que la vida es corta, hay que disfrutarla pero, a la vez, hay que planificar los logros para poder llegar a la madurez y decir: “He alcanzado todas mis metas”.

Cosas que haces y están arruinando tu vida

Muchos coincidirán conmigo cuando digo que no está mal plantearse metas: hacerlo es necesario. El problema surge cuando por algunos acontecimientos de la vida que no puedes controlar, esos planes no se concretan; la vida se te vuelve un caos haciendo que tu estado de ánimo y tu rutina diaria se modifiquen de forma radical.

Piensa que no puedes pretender que tu vida sea un cronograma de actividades y logros académicos, porque la vida real no es así. El secreto radica en aceptar esos cambios inesperados y hacer lo mejor que puedas con lo que tengas en tus manos. Por ello, si no has tenido la suerte de culminar tus estudios a la edad que suponías debías hacerlo, o si por algún motivo no tienes el empleo soñado y el lugar donde vives no cumple con tus expectativas, piensa que todo tiene su lado positivo. Aún tienes tiempo para cambiar esas cosas y lograr otras metas.

A continuación te mostraré algunas formas en las que podrías estar arruinando tu vida, y la manera de corregir tu camino:

Advertisement

1. No arriesgarte a cambiar tu dirección

¿Cuántas veces te has despertado queriendo dar un giro a tu vida y te ha faltado el valor para hacerlo? Piensa que es momento de hacer un cambio, lo peor que puede ocurrirte es que las cosas no salgan tan bien como esperabas. ¿Sabes qué te queda? La satisfacción de conocer tus capacidades y, en el mejor de los casos, alcanzar una meta que no esperabas conseguir, solo por miedo.

2. Conformarte con un empleo que no te gusta

Cuando te conformas con lo que tienes aunque no sea lo que has soñado, estás limitando tu mente y diciéndote en “voz en off” que está bien así y no merece la pena luchar por algo mejor. En esos momentos, lo conveniente es despabilarte y planificar la manera de alcanzar tus propósitos, ahorrando y estableciendo fechas límite para alcanzar lo que deseas.

3. Construir falsas expectativas

Supongo que en algún momento has experimentado el dolor que se siente cuando esperas algo de alguien, y eso no sucede. No esperes nada de nadie, y no porque la persona en cuestión no pueda o no quiera dártelo, sino porque solo así evitarás sufrir por algo que no aconteció. Nadie está en obligación de complacerte.

4. Buscar complacer a los demás

Unido al punto anterior se encuentra éste: tampoco tú estás en el deber de cumplir las expectativas de nadie. Cuando vives tu vida para complacer a los demás, los harás felices a ellos a costa de tu propia felicidad; créeme, si no luchas por alcanzar tus sueños, nadie lo hará.

¿Permaneces en una relación por miedo a la soledad?

Advertisement

5. Vivir lamentándote por lo que no hiciste

Ya nada puedes hacer por las oportunidades que dejaste ir, el único camino que queda es estar alerta para aprovechar las que se presentan día con día. Escudriña en tu interior qué es lo que deseas de la vida y, según eso, determina qué oportunidades aprovechar y cuando se presenten no las dejes ir.

6. Permanecer junto a alguien que no te valora

Amar es bonito, cuando se es correspondido. De lo contrario, no vale la pena entregar el corazón a quien no lo merece. En casos así, lo mejor es terminar la relación y aprovechar el momento para estar contigo misma. Desde luego, espera encontrar quien te aprecie de verdad y, mientras llega, aprovecha el tiempo con tu familia y amigos.

El matrimonio no es una jaula de oro. Da a tu cónyuge alas para que vuele

No se trata de ser egoísta, sino de ser feliz y próspero, de dar un ejemplo de lucha y fortaleza a quienes te observan y de luchar por tu felicidad y tu realización como persona. No arruines tu vida, atrévete a cambiar.

Toma un momento para compartir ...

Erika Otero Romero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.