Noviazgos breves, matrimonios efímeros

Razones para amarse hay muchas, y para divorciarse hay otras tantas. Descubre acá tres aspectos que debes cuidar para que no tardes más en decidir casarte, que en llegar al divorcio.

Erika Otero Romero

Casarse no es tan simple como muchas personas creen ya que, como ustedes saben, no solo se trata de los sentimientos que la otra persona te inspira y de lo que serías capaz de hacer por tu pareja y el beneficio de la relación. Se trata de adaptarse a vivir con otra persona que es diferente a ti en muchos aspectos; de despojarse del egoísmo y de estar dispuesta a hacer incluso cosas que no deseas, en pro de tu compañero de vida.

Pese a lo anterior, muchas personas, en especial las mujeres, suelen unir sus vidas a hombres que tienen defectos inmensos, incluso aspectos que no toleran. Pero los aceptan con la esperanza de que después de casados harán todo lo posible para que su pareja cambie esas características que, pasado el tiempo, se tornan insoportables.

Si tú eres una de ellas, déjame decirte que si aspiras a que tu pareja cambie algunos detalles que a ti no te gustan, es probable que tiempo después te des cuenta que él se siente conforme con la persona que es, y no piensa cambiar para tenerte contenta. Tarde te darás cuenta que probablemente has cometido una gran equivocación, ya que nadie cambia a no ser que esté interesado en hacerlo, y que ese gran error no fue el escogerlo a él, sino en pensar que él iba a cambiar o, peor todavía, que tú lo ibas a cambiar.

Noviazgos breves, matrimonios efímeros

Para ejemplificarte lo que antes expuse, te voy a relatar una anécdota que una joven mujer recién casada me contó, en medio de la desesperación y de un proceso de divorcio.

Ella se enamoró de su pareja y solo transcurrieron dos meses de noviazgo antes de unirse en matrimonio. Ella, antes de casarse era consciente de que su futuro esposo tenía hábitos de aseo extraños, que a ella no le agradaban. Casada con él descubrió que el gusto de su esposo por no bañarse no iba a cambiar por más que ella quisiera; además, descubrió que era dueño de algunas conductas sexuales a las que él recurría en el momento de la intimidad y que a ella le resultaban ofensivas. Siempre que ella le insistía en que esas situaciones no solo eran desagradables, sino que le resultaban incomodas, él argumentaba que ella le había conocido con esos hábitos y que si le amaba sería capaz de soportarlo como era. Eso la llevó, como era de esperarse, a buscar el divorcio de manera inminente, lo que hizo pocos días después.

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Aspectos que debes considerar, antes de casarte con él

No se trata de pedir perfección en una pareja, tampoco es el hecho de soportar a la fuerza defectos intolerables. Solo imagínate estar casada con un hombre que huela mal y guste de sentirse así, negándose a cambiar por ti. Por esa razón, a continuación te expondré algunas pautas que debes tener en cuenta antes de unir tu vida en matrimonio con tu “hombre ideal”:

1. Sean amigos primero y procura conocerlo bien

Es un hecho que, por más que se viva con alguien, nunca terminarás de conocerlo. Eso no es del todo malo, lo “feo” del asunto radica en que pasados dos meses de casados o en la misma luna de miel, descubras que no es tan príncipe como creías y que en realidad es un monstruo. Por eso mismo, primero procura que nazca la confianza entre ustedes. Para eso, lo mejor que puede pasarles es que antes de empezar a salir como novios, salgan como amigos; de esa manera, él se mostrará más espontáneo y menos presionado para “ocultar” algunos aspectos que él suponga que te pueden molestar. Un noviazgo largo, da un matrimonio menos sorpresivo.

Te invito a leer: Los beneficios de un noviazgo largo

2. Habla claro de lo que te gusta y te disgusta

Entrados en confianza y respeto, se puede hablar de cualquier cosa. Así que es momento de abarcar temas que te permitan conocer gustos, puntos flacos de carácter y personalidad; es justo que averigües cosas personales y definas si eres o no capaz de tolerarlas al momento de casarte con él. Sé clara con él al respecto.

3. El matrimonio es para ser feliz, no para soportar

Puedes amarlo, pero ¿qué estas dispuesta a soportar? Teniendo en cuenta lo que consideras soportable y lo que no, elige y toma la mejor decisión. No olvides que no solo está en juego tu felicidad, sino la de él y la de tus futuros hijos.

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Por último, jamás tomes la decisión de casarte con alguien que se siente bien con conductas que te molestan, a quien insistes para que cambie y no muestra interés en hacerlo. Un matrimonio es de dos y se trata de abandonar el egoísmo y dar de sí a la persona que se ama; alguien que te ama hace lo posible por luchar por un bien común.

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Erika Otero Romero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.