Mujer soltera, también puedes dejar tu huella en el mundo
No solo como mujer casada dejarás memorias en tus seres amados y la humanidad. Como mujer soltera puedes y debes luchar por dejar grandes cosas que beneficien a los demás y para que te recuerden. Lucha por tus sueños
Erika Otero Romero
Todas las personas ambicionan de una u otra manera que al dejar este plano existencial puedan ser recordadas por algo que las haya hecho diferentes a los demás. La buena noticia es que no es necesario ser alguien famoso para ser recordado perpetuamente. Es importante que sepas que con algunas acciones precisas puedes lograr vivir en la mente de las personas por la eternidad. Lógicamente no es que no puedas soñar con algo ambicioso y así aspirar a vivir en la mente de la humanidad; en lo que a mí respecta las cosas son así: “si quieres, puedes”. ¡Hazlo! Siempre que sea por algo bueno desde luego.
Si bien como madre, esposa, hija y amiga con seguridad serás recordada por tus seres amados, también como una mujer soltera puedes y estás en tu derecho de dejar una huella tanto en tu familia como en la sociedad. Pero que no se malinterprete, soñar con hacer grandes cosas estando soltera, no quiere decir que seas alguien egoísta o mezquina (no lo considero así), pues creo que así como muchos hombres antes de casarse desean viajar por el mundo y terminar sus carreras profesionales, tú como mujer estás en todo tu derecho de soñar a lo grande y de materializar esos sueños y todos los que vengan.
Por eso hoy te regalo algunas ideas que te pueden ayudar a dejar tu huella en el mundo
1. Estudia, lee y prepárate para la vida
Hay situaciones de la existencia de cada persona que marcan la diferencia entre unos y otros, por más hermanos sean. Una de las formas más claras de marcar la marcha es estudiando una carrera profesional, una tecnología o hacer todos los cursos prácticos que te dejen enseñanzas y que tú puedas sacar provecho a futuro. De esa manera, tu mente se abrirá a nuevos horizontes y tendrás las bases para plantearte más metas y sueños que te permitirán realizarlos sobre bases firmes.
2. Comparte tus conocimientos y experiencias, en ti hay mucha sabiduría
Muchas personas tal vez recurren a ti en momentos de soledad o de desesperación en busca de ayuda, apoyo y consejo. Puede que solo estés en tus veinte; sin embargo, eso no quiere decir que no hayas adquirido algo de experiencia dura de la vida. Esta experiencia la puedes compartir con quienes van a ti en busca de consuelo. Hay personas que dan charlas de superación sobre diferentes temáticas de las que han sido víctimas, situaciones hay muchas y complejas. Créeme, muchos están dispuestos a escucharte y a emularte para seguir tu ejemplo de superación y reunir fuerzas para seguir adelante. Ese tipo de ayuda jamás se olvida.
3. Lucha por una causa
Cuestiónate acerca de qué tema de crisis mundial te preocupa ¿Te angustia el futuro de los niños hambrientos y abandonados de tu país? ¿Sufres cuando ves a un animal padeciendo angustias en la calle? ¿Sufres cuando ves a personas de la tercera edad desamparados por quienes se suponen deberían haberles protegido? Ayuda en lo que sea que te interese y preocupe. Esas y muchas otras situaciones en el mundo necesitan más personas que trabajen en pos de ellas y menos del tipo que se quedan quejándose o mirando a través de una pantalla cómo pasa la vida sin hacer nada.
4. Escribe un libro y déjalo de legado
Tus memorias, recuerdos, recetas, experiencias e incluso anécdotas simpáticas de tu vida pueden ser valoradas por quienes tengan la oportunidad de leerte. Es probable que en unos años más o unos menos tengas tu propia familia y ellos querrán saber qué fue de tu vida antes de o durante y después de tus hijos. Y en caso de no llegar a tener familia, seguro tus amistades, hermanos y muchas otras personas que te conozcan querrán saber qué puedes enseñarles a través de tus palabras y experiencias hechas prosa.
Hay muchas otras formas de dejar tu impresión personal en el mundo. Estas van desde las labores más altruistas, hasta las que tienen que ver con tu realización personal. El punto es que ninguna es más o menos que la otra, solo son diferentes y lo más importante, lo que las hace más valederas, es que tienen tu nombre en ellas y eso es lo que hace la diferencia.
Erika Otero Romero
Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.
