3 prácticas que hacen que el amor de pareja sea imperecedero

¿Te cuestionas a diario qué hacen las parejas que duran casados para siempre? Si quieres conocer sus prácticas, sigue leyendo.

Erika Otero Romero

El amor cuesta caro. Esta puede resultar una frase cruda y dura, pero 100% real, ya que amar refiere sacrificio, entrega, dar de sí mismo sin esperar nada a cambio y proyectarse al futuro al lado de alguien con fe en que todo saldrá bien. Es una apuesta muy grande, considerando que se está dando un salto al vacío y no se sabe si serás recibido por unos brazos abiertos, o vas a caer de lleno en el fondo del abismo del sufrimiento.

Es cierto que muchas parejas fracasan por motivos que dependen de los malos entendidos. Pero en contra posición a eso, hay muchas otras que, pese a las dificultades, logran colmarse de paciencia y superar situaciones que jamás creyeron llegar a perdonar. Esto es posible gracias a que, en algún momento de sus vidas, entienden que ambos son seres imperfectos en busca de la perfección como seres humanos y compañeros de viaje; también llegan a comprender que estando solos, el camino de la vida es un poco más duro que al tener al lado a alguien como fuente de apoyo y fortaleza.

Razón de lo anterior, me gustaría señalar tres aspectos básicos que las parejas que logran cultivar un amor imperecedero practican:

1. Aman lo que su pareja significa para ellos

Para algunos, su pareja es fuente de seguridad emocional; para otros, es el impulso que necesitan para seguir luchando día tras día, y otros vean en su pareja simplemente una compañía. El concepto cambia según las personas y eso es lo que da relevancia a la lucha por permanecer juntos.

Es así que con el paso de los años, las parejas comienzan a verse como una asociación donde no solo el amor es el acontecimiento a celebrar cada día, sino que el estar ahí para el otro, en pie de lucha, se vuelve primordial. Al principio puede resultar difícil adaptarse a las costumbres y manías del cónyuge, pero luego esos pequeños detalles son prueba de las fortalezas que los unen y les hacen diferentes y únicos.

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Pese a lo anterior, debes considerar que el hecho de sentirte cómodo y adaptado a tu pareja puede hacer que des por hecho la permanencia de él o ella en tu vida y te vuelvas desatento. Con esto solo irán llegando las insatisfacciones maritales y la desastrosa rutina. La clave de todo radica en saber distinguir la llegada de esos cambios graduales a tu relación y así luchar por reavivar la llama del amor sincero, pues es eso lo que debe mantenerlos unidos, no la costumbre.

2. El crecimiento como individuos es importante para la pareja

Es lógico que como matrimonio los dos luchen por alcanzar metas en común y se proyecten a futuro como una pareja feliz. Sin embargo, eso debe ir a la par con lo que cada uno quiera lograr en su propia vida. Algo que muchos cónyuges no comprenden es que haberse casado con alguien no anula los sueños individuales de su compañero de vida, y llegan al punto de maltratar al otro. Esto es un grave error, porque entonces la relación se colmará de obstáculos innecesarios. No se trata de hacer al cónyuge un mártir, consiste en apoyar y ayudar al otro a alcanzar sus sueños y a sentirse realizado. Piensa en que si tu pareja es feliz, tú también lo serás.

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3. Son conscientes del valor de su pareja en su vida

¿Te has casado para evitar llegar solo a la vejez? ¿Lo necesitabas para escapar del control paterno? ¿Has unido tu vida a él o ella porque realmente lo amas? Es muy relevante que cuando te cases, hagas consientes estos cuestionamientos, y sus respuestas. Debes estar seguro de lo que vas a hacer y tener la madurez emocional que se requiere para asumir la vida en matrimonio. No veas esta unión tan especial como la oportunidad para escapar o llenar un vacío.

¿Tienes miedo a quedarte sola?

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Si antes de casarte consideraste que tu matrimonio iba a ser un obstáculo para lograr tus metas, no debiste hacerlo. Si no estás casado, pero estás planeando hacerlo y consideras que aún como individuo puedes lograr algunas metas que casado no podrás completar, entonces es momento de pensar y poner las cosas en perspectiva.

Unir la vida a alguien debe ser una decisión que se toma equilibrando la mente y el corazón. Si te casas por las razones adecuadas, tu matrimonio tiene posibilidades de resistir las situaciones más complejas; pero si no, solo podrá venir el fracaso.

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Erika Otero Romero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.