4 actitudes que incrementarán la armonía en tu relación

¿Eres una influencia positiva para tu compañero de vida? Si no es así, te dejo cuatro actitudes que puedes asumir para dar armonía a tu relación.

Erika Otero Romero

Samuel tiene a su cargo un grupo de trabajo que marcha a la perfección bajo su guía. Él se ha tomado el tiempo de seleccionar con mucho cuidado las personas que van a colaborar con él en su proyecto. En ese mismo proyecto cuenta con el apoyo de su esposa Amanda, que supervisa a sus empleados. Todo marcha bien hasta que un día algunos malos entendidos empiezan a presentarse y los comentarios negativos van y vienen deteriorando de esta manera la familiaridad que había en la compañía. Amanda y Samuel no saben con claridad sobre la identidad de la persona que está difamando a su esposo y ella enojada al ver lo que está sucediendo, empieza a “llevar” información a Samuel de lo que los empleados hablan, sacando de contexto lo que ellos conversan. Ella cree que hace bien, pero sin querer pone a su esposo contra de sus compañeros de trabajo. Samuel se siente mal, ofendido, traicionado en su confianza y estresado al punto de la enfermedad. Como resultado, Samuel no soporta más la situación dentro de su grupo de trabajo y renuncia a la compañía.

La situación anterior se repite a diario, quizá sea una de las razones por las cuales en las empresas no se permiten las relaciones sentimentales entre empleados. Sin embargo, pasa, y tristemente muchas familias a diario se distancian debido a situaciones similares. Pasa porque no tenemos en cuenta de cuánto influimos en las personas que nos rodean, sea de manera positiva o negativa, pero siempre estamos siendo observados, aunque en muchas ocasiones no estamos conscientes de nuestros actos. Otras veces procedemos de manera premeditada pero sin medir las consecuencias. De una manera u otra, nuestra conducta o actitud repercutirá en las acciones, sentimientos y emociones de quienes nos rodean.

Sí, también tenemos la capacidad de influir en nuestras parejas. Es bien sabido que somos atraídos por personas que o nos complementan o son diferentes a nosotros en muchos aspectos, pero que igual nos parece atractivos sin importar esas diferencias. Con el paso del tiempo, y en tanto las partes de un matrimonio se vayan conociendo mejor, muchas de las actitudes o comportamientos de nuestro compañero van siendo “adoptados” por nosotros aunque no lo notemos.

La manera en que actuemos o lo que digamos será algo que tendrá consecuencias en nuestro matrimonio y marcará el futuro de nuestra unión, por esa razón debemos cuidar la manera de expresarnos y lo que manifestamos a nuestra pareja, pues esto puede marcar el triunfo o el fracaso de un matrimonio.

A continuación resalto cuatro actitudes que podemos asumir y así ayudar a nuestra pareja de manera positiva en momentos de crisis:

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Seamos pacificadores antes que instigadores,

o dicho de otra manera, antes que poner a nuestro cónyuge en contra del mundo, aconsejémosle para que logre calmarse y encontrar un punto conciliatorio y pueda ver la situación problemática con calma antes de actuar precipitadamente.

La ira jamás será una buena amiga

Algunas personas son más “frías y calculadoras”. Otras son impulsivas y tienden a tomar decisiones sin pensar en las consecuencias de las mismas, cuando esto ocurre, lo más adecuado es ser la persona que calme la situación y haga pensar dos veces a su compañero antes de que se meta en problemas resultado de actos impulsivos.

Los “chismes” vienen de personas maliciosas,

y las personas que reaccionan a ellos haciéndolo llegar a la víctima del “cotilleo”, sólo es el “objeto utilizado” para hacer daño: no caigas en el juego.

Da amor y comprensión

Tu pareja ya tiene suficiente con sus problemas laborales o familiares, no le des más inconvenientes a través de críticas que sólo destruirán, haz que tu casa sea un recinto de paz, y tú, la persona que genera armonía.

Muchos matrimonios se consolidan cada año, pero por desgracia, las estadísticas también indican que muchos más son los que llegan al divorcio. Una de tantas causas que llevan a muchas parejas a disolverse es no saber brindar al compañero armonía y tranquilidad, no sólo en cuanto al hogar, sino en la relación como tal. La invitación es a que alimentes tu relación con los frutos que debe generar el amor: la consideración y la confianza, garantizando así la felicidad en tu matrimonio.

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Erika Otero Romero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.