4 beneficios de mantener las tradiciones familiares
Familia solo hay una y merece el esfuerzo esforzarse por mantenerla unida a lo largo de las generaciones.
Erika Patricia Otero
Hay familias que solo se reúnen en eventos como funerales, bodas, aniversarios o cumpleaños. Esos son los únicos momentos donde pueden encontrarse tras meses o incluso años de no verse. No debería ser de esa manera.
En contraposición, hay otras familias que sin darse cuenta, incorpora costumbres que poco a poco se convierten en tradiciones familiares. Comer juntos una vez a la semana, ir de paseo una vez al mes; actividades de ese tipo son realmente benéficas para las relaciones familiares.
La verdad es que no existe una “norma” para que surjan tradiciones familiares. No es algo como celebrar el día patrio o fiestas de la localidad donde se vive. A veces simplemente es cuestión de actividades que se vuelven tradiciones. Por ejemplo: comer todos los domingos en casa del tío Pascual.
Sea la actividad que sea, el punto es que en muchas ocasiones la familia se congrega solo en ese tipo de ocasiones. Muchas veces esa es la única oportunidad que tienen para encontrarse como familia por lo ajetreado de sus horarios personales.
Lograr establecer este tipo de costumbres familiares es vital porque afianza los lazos. Además, este tipo de tradiciones son aprendidas por los más jóvenes que se encargarán de transmitirlas de generación tras generación.
¿Dónde radica la importancia de generar y mantener costumbres familiares?
Nos guste o no, los seres humanos pertenecemos a un grupo familiar. Tendría que existir condiciones muy específicas que hagan que “perdamos” ese sentido de pertenencia con nuestra familia. Pese a esto, no podemos negar la existencia de la familia como “un grupo al que pertenecemos desde el nacimiento”.
La importancia radica en que las tradiciones nos ayudan a sentirnos seguros y tener un sentido de pertenencia.
Cuando un niño crece en una familia con tradiciones, se siente apoyado a lo largo de las diferentes etapas de su vida. Desarrolla sentido de la identidad; esto para un adolescente es valioso porque le ayuda a no sentirse perdido en esta época de su vida. Aparte de eso, las tradiciones familiares son una manera de mantener a la familia unida. Además, a los más jóvenes se les concede la responsabilidad de transmitir este legado a sus hijos, y así sucesivamente.
Tradición versus rutina
Ahora bien, hay que hacer una diferenciación entre lo que es una tradición y lo que llamamos rutina.
Una tradición familiar sería pasar la temporada de navidad en la casa de los abuelos maternos; mientras que el año nuevo se celebra en casa de los paternos. Por el contrario, una rutina podría ser la comida semanal en casa de los tíos maternos.
Cualquiera de las dos opciones es válida como “excusa” para afianzar los lazos y valores familiares. Ambos aspectos de la dinámica familiar son dignos de mantener y fomentar.
La dinámica familiar sana versus insana
Hay familias funcionales y disfuncionales. Una familia funcional es aquella donde cada miembro actúa de acuerdo a su rol. Por ejemplo, el padre al ser cabeza de familia, asume las responsabilidades que su rol le confiere: protección, dar sustento. Las madres transmiten valores y principios; mientras que los abuelos otorgan y enseñan unión y dejan un legado de experiencias de vida.
Una familia disfuncional tiene alterados estos roles. A los hijos muchas veces se les fuerza a ser sostén emocional de madres emocionalmente inestables. El padre es ausente aunque viva bajo el mismo techo. Lo peor es que muchas veces los malos tratos son “el pan de cada día”. En estas familias congregarse es igual a esperar a que en cualquier momento surja una discusión por una nimiedad.
Este tipo de familias son las que más rápidamente hacen que sus hijos se alejen de ellos. Lo hacen porque huyen del conflicto y dolor emocional que es convivir con ellos. Todo lo contrario con una familia que tiene una dinámica familiar sana. Estas familias establecen tradiciones que se convierten en legados familiares difíciles de romper.
Para las familias con una dinámica sana es un deleite reunirse cada navidad. Saben que comerán, reirán y pasarán un grato momento juntos que durará en sus mentes toda la vida. Cualquier niño que crezca en un ambiente sano, estará dispuesto a repetir la experiencia y transmitirla a sus propios hijos.
Más rica es la experiencia si agregamos costumbres creadas por la misma familia o fomentada por alguno de sus miembros.
Beneficios de las tradiciones familiares
Antaño, era mucho más fácil mantener vigentes las tradiciones familiares más arraigadas. Hoy en día, debido a las agendas apretadas y la inmigración, es mucho más complejo mantenerlas. A pesar de esto, hay muchas familias que se esfuerzan por estar presentes en esas épocas especiales.
Ahora bien, hay algunas tradiciones que se pueden adaptar al mundo actual. Por ejemplo, si un miembro de la familia vive en el exterior, la familia podría verse a través de una videollamada. El punto importante es mantener a la mayor parte de miembros de la familia presentes en estas tradiciones.
Lo importante de estas tradiciones es que los lazos familiares se afiancen y se hagan duraderos a lo largo del tiempo y a pesar de la distancia.
Un ejemplo de esto es la noche de las velitas en 7 de diciembre. Esta es una celebración religiosa que se volvió una fuerte tradición familiar de cientos de familias colombianas. Sea como sea, las familias siempre esperamos este evento como un sinónimo de inicio oficial de la navidad. Cuando alguien de la familia emigra, lo usual es que encendamos una vela por cada miembro de nuestra familia; incluso, hay personas que desde el exterior y a través de videollamada celebran estas fechas por internet.
Beneficios:
Pueden ser varios:
1 Unión familiar: Es innegable que muchas veces estas celebraciones tradicionales familiares fortalecen los lazos familiares.
2 Reconciliación: Muchas miembros de la familia a veces se distancian de otros por problemas, dificultades malos entendidos o distancia. Estás reuniones por tradición familiar pueden ser la excusa perfecta para que surja una reconciliación. Con esto llega un nuevo comienzo para esa relación de primos perdida por la distancia o la falta de tiempo.
3. Establecimiento de experiencias agradables: Si hay algo valioso, es sentarse a recordar eventos agradables surgidos en reuniones familiares. Ver esas fotografías donde estaban los abuelos en el asado familiar por su año de bodas 40 debe ser precioso.
4. Legado familiar: Los niños aprenderán esas costumbres y tendrán tan gratos momentos que querrán que sus hijos disfruten de una experiencia similar a la que ellos vivieron siendo niños.
La familia, al ser el núcleo de la sociedad, merece mantenerse fuerte y vigente. Nos otorga identidad y seguridad. Además nos ayuda a sentir que pertenecemos a un grupo de personas que comparten mucho más que sangre o ADN.