4 pasos para poner límites eficaces, y convertirte en un padre feliz
¿Sabías que si tu hijo aprende a respetar los límites en casa, será en el futuro un padre virtuoso? Descúbrelo en este artículo.
Yessica McGregor
¿Te has puesto a analizar qué pasaría si de un día para otro desaparecieran de nuestras vialidades todos los semáforos, señalamiento de curvas, límites de velocidad o letreros preventivos? Muy probablamente todos estaríamos en peligro, ya que los accidentes de tránsito aumentarían drásticamente. Lo mismo sucede si tu hijo crece sin límites: su camino se vuelve un caos sin rumbo, lleno de miedo, ceguera e incertidumbre.
Sé que establecer límites es una tarea bastante difícil hoy en día, sin embargo, es una habilidad necesaria que tú puedes aprender. En este artículo encontrarás algunas características que deben tener los límites eficaces.
¿Qué es un límite?
Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua, un límite es una línea real o imaginaria que separa una superficie. En el caso de la educación, un límite señala hasta dónde puede llegar el comportamiento de tu hijo, son como protecciones de amor o barreras que evitan que tu hijo se lastime.
¿Quién debe establecer los límites?
Los padres son los primeros educadores en la vida de un niño, y son los encargados de crear reglas para modular el comportamiento en casa. Los niños son pequeños seres que no tienen la misma conciencia que un adulto, por lo que es necesario que tú como madre delimites sus responsabilidades y las consecuencias de sus actos.
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Límites efectivos, pero amorosos
Una disciplina inteligente es aquella que encuentra el punto de equilibrio, ya que establece reglas firmes, y flexibles a la vez. Los límites en tu casa deben tener las siguientes características:
1. Anticipados
Para que un límite sea acertado se debe establecer con anterioridad. Te recomiendo hacer por escrito una lista de reglas y ser muy específica con la consecuencia que genera cada mal comportamiento.
En caso de que tu hijo cometa un acto inadecuado que NO este dentro de la lista de reglas, antes de regañarlo debes detenerte y advertirle lo siguiente: “a partir de este momento ya no te voy a permitir que hagas esto, así que vamos a agregar una nueva regla en nuestra lista”.
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2. Claros
Los niños reciben mensajes cortos ya que su atención es limitada, por lo que debes ser muy clara al corregir a tu hijo. Si das demasiadas explicaciones pierdes el objetivo de lo que quieres expresar. Por ejemplo, en vez de decir: “Estás ensuciando con tus zapatos el sillón, ¿qué no ves es blanco?”, puedes decir: “Pon los pies en el piso”.
3. Afectivos
Se tiene la creencia de que los gritos y enojos siempre funcionan, sin embargo, es mejor que te expreses con afecto utilizando un tono de voz neutral, ya que si estás enojada, plantearás consecuencias que a la larga no vas a poder cumplir, como por ejemplo: “No puedes usar tu celular en los siguientes seis meses”.
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4. Apropiados
Los límites deben actualizarse y modificarse acorde a la edad de tu hijo. De igual manera, las consecuencias deben ser proporcionales a la situación, ya que no es lo mismo corregir a un pequeño de 5 años que a un adolescente.
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Los límites están presentes en cualquier lugar, son necesarios para las relaciones sociales, el trabajo y el entorno en general. Un niño que respeta los límites en su hogar, será en el futuro un excelente padre y un ciudadano comprometido con la sociedad.