4 preguntas que hacen los niños y que los padres no siempre sabemos responder
Ellos quieren saberlo todo. Y es nuestro deber responder. ¿Te animas?
Fernanda Gonzalez Casafús
Si hay una etapa en la que los adultos aprendemos más que nunca, es cuando nos convertimos en padres. Los hijos nos impulsan por inercia a avanzar y superarnos día a día. Y si tus retoños más de una vez te han hecho preguntas a las que no has sabido responder, quédate, porque este artículo es para ti.
Como mamá de una niña y un niño pequeño, mi cabeza no tiene descanso. Sus ocurrencias son infinitas y su sed de conocimiento me sorprende y me llena de orgullo. Tengo dos “loritos parlanchines” en casa que no paran nunca de preguntar, y aunque no siempre me encuentran con todas las luces, intento que su curiosidad sea colmada.
Hijo, te escucho
“Mamá, ¿por qué el sol brilla?”, “¿Por qué se hace de noche?”, “¿Cuántos años tiene el planeta?”, “¿Por qué mi hermana nació primero?”, “¿Por qué tengo el mismo color de ojos de papá?”. Y podría seguir brindando ejemplos.
Siempre escucho sus preguntas como una posibilidad infinita de enseñarles sobre la vida. No siempre tengo las respuestas, claro, pero cuando eso sucede siempre prometo ayudarlos a develar su duda.
Si hay algo que jamás debemos hacer los padres es callarlos cuando preguntan, o decirles que dejen de “ser preguntones”. No olvidemos que los niños hacen preguntas porque son curiosos por naturaleza. Preguntar es su forma de conocer el mundo que los rodea.
Las 4 preguntas del millón
Si tienes hijos, te habrás encontrado más de una vez sin saber qué responder ante ciertos cuestionamientos. Cuando esto sucede, puedes decir frases como: “Déjame pensar para poder explicartelo mejor”, y así ganar tiempo para poder brindarle la mejor respuesta.
Te comparto las cuatro preguntas más comunes que hacen los niños, y una serie de ideas que puedes adoptar para responderlas. Usa tu intuición, tu lógica y tu imaginación. Sé claro en tus palabras y no brindes ciertos detalles que a su edad no puedan comprender. ¡Palabras a la obra!
1 “¿Por qué Dios permite que sucedan cosas malas?”
Cuando mi hija me increpó con este interrogante, debo decir que quedé muda unos segundos. No me lo esperaba, aunque admito que abrió un diálogo enriquecedor y alentador en nuestra familia.
Para responder a esta inquietud que muchos niños tienen, debemos ser francos pero sumamente claros, pues a veces ni los adultos tenemos una clara respuesta. Dios no omite nuestro dolor y sufrimiento, sino que Él está allí para ayudarnos a cargar con esa cruz. Las cosas malas que suceden en nuestra vida siempre nos ayudarán a comprender muchas cosas y a crecer.
Lo importante es explicarles a nuestros hijos que los caminos de Dios no siempre son como lo esperábamos. A veces es necesario pasar por ciertos dolores y sufrimientos pues son los que nos harán crecer. Aunque cueste comprenderlo, debemos tener Fe en ello, y enseñarles a nuestros hijos a desarrollar la suya.
2 “¿Cómo llegué al mundo?”
¿Qué padre no pasó por el banquillo inquisidor de esta pregunta? Aunque nos pongamos nerviosos y no sepamos qué contestar, es bueno que estemos preparados para afrontar este cuestionamiento con total naturalidad.
De acuerdo a cada edad, los padres podemos responder de forma clara y sencilla. Un niño menor de 7 años, por ejemplo, no está preparado aún para afrontar respuestas con contenido sexual, pero sí para entender que el cuerpo da y recibe amor, al ver a sus padres abrazarse, darse caricias y siendo cariñosos.
Cuando mis hijos me preguntaron, les dije que para que un hijo llegara al mundo debía existir intimidad entre un hombre y una mujer. Sin dar detalles, les dije que “mamá y papá se habían dado un abrazo muy fuerte cargado de amor, y que una semillita que tenía papá se unió a una que tenía mamá, y así fue creciendo el bebé dentro del vientre”.
Cada padre puede usar la metáfora que desee, pero en tiempos donde la información corre en las redes como reguero de pólvora, es mejor que tenga la información de primera mano a través de sus padres y no a través de un amiguito o de Don Google.
3 “¿Por qué toda la gente que amamos se muere?”
Cuando los niños descubren por primera vez la muerte, todo un mundo de preguntas se abre ante ellos. Es habitual que nuestros hijos comiencen a manifestar temores acerca de la muerte y que comiencen a hacer preguntas respecto de la misma, cuando algún ser querido de la familia fallece.
La muerte es una parte natural del ciclo de la vida, y así hay que explicárselo a los niños. La Fe puede ser nuestro bastón de apoyo para ayudarles a comprender a los niños que nuestro cuerpo es el envase del alma, y que luego de esta vida nos encontraremos con Dios.
Al fallecer algún anciano en la familia es importante explicarles a nuestros hijos que se fue en paz, para que se imprima en su mente la idea de descanso y no de temor. Ayudemos a nuestros hijos a alimentar esa Fe en la vida más allá de la muerte, para comprender con calma el milagro de la vida.
4 “¿Por qué no tenemos dinero?”
A simple vista parece una pregunta sencilla de responder. Pero ahora ponte en el lugar de un niño que quiere saber por qué él no tiene la piscina como la de su amigo o por qué no puede ir a vacacionar a la playa todos los años como su vecina.
Podemos contestar a esta pregunta diciendo “Porque no”. O podemos ir más allá, y alentar a nuestros hijos a luchar por un sueño familiar. No debemos transmitirles mensajes de derrota diciendo “somos pobres”, o “nunca podremos comprarlo”. Podemos aprovechar este tipo de inquietudes y comenzar a armar un plan financiero familiar para alcanzar las metas.
Así, cuando tu hijo pregunte “¿Por qué no tenemos dinero?”, puedes demostrarle todo lo que sí en verdad tienen, en vez de apuntar a lo que les falta. Mientras tanto, podrás enseñarle acerca del valor del ahorro, del trabajo y el esfuerzo.
Nunca dejes una pregunta sin contestar
Tus hijos confían en ti, y no hay nada más gratificante que un niño se sienta libre de preguntar a su padres, pues ello demuestra la plena confianza. No dejes que esta se pierda. Y ahora cuéntame, ¿Qué otra pregunta te ha hecho tu hijo hoy?