¿Das lo mejor de ti en el trabajo, pero los demás no?

Es muy frustrante que en el trabajo tú hagas el mayor esfuerzo, mientras los otros solo miran y evaden responsabilidades. Aquí encontrarás algunos consejos para sobrellevar mejor esa situación.

Erika Gaytán

En un trabajo puedes ver todo tipo de personas, actitudes, hábitos, lenguaje, formas de pensar y compromiso real o ficticio con su labor. En ocasiones, cualquiera de estos factores llegan a incomodar, incluso hasta a molestar. Cuando sucede esto, la mayoría de las personas optan por ignorarlos y ya, asunto arreglado… hasta la próxima vez. Sin embargo, cuando se trata del trabajo en sí, el asunto no es tan sencillo: siempre habrán compañeros que trabajen y compañeros apáticos y flojos, que no quieran “mover un solo dedo”, esperando que otro más lo haga en su lugar.

Me ha tocado escuchar en repetidas ocasiones que digan: “Yo entré con todas las ganas, pero los demás te van llevando a hacer lo mismo: nada”. Otros más se resisten a caer en “lo mismo” y cumplen en tiempo y forma con lo que les toca hacer, incluso haciendo un poquito más. Si tú estás en esa categoría de demostrar que se puede hacer la diferencia, aunque la mayoría de las personas a no lo hagan, ¡no te rindas! Sigue leyendo y encuentra algunas ideas que pueden ayudarte en ese difícil camino.

1. Ignora

Lo principal es que te enfoques en lo que tú haces, sin fijarte en los demás. Ver lo que hacen otros solo te causa molestia y hasta puede entorpecer tu espíritu y desempeño.

2. No compares

Las comparaciones siempre resultan absurdas y huecas, porque no obtienes ningún beneficio y solo se van acumulando en tu alma, sin permitir que crezcas de forma profesional, ni como persona.

3. Actitud

Esto es fundamental, así que no lo pierdas. Tu carácter debe ser siempre positivo, con optimismo. No veas a tus compañeros con molestia porque no se esfuercen igual que tú, a ti no te toca asumir ese papel.

Advertisement

4. No hagas el trabajo de otros

No pierdas de vista que una cosa es “tener bien puesta la camiseta” de la empresa, y otra muy diferente resolver problemas que no te competen. Si tus compañeros no quieren hacer sus tareas laborales, es asunto suyo; no resuelvas el trabajo de otros, porque no te corresponde y solo vas a fomentar más su apatía y pereza.

Recuerda que no te contrataron para cambiar la mentalidad de la gente. Procura cumplir a cabalidad con lo que te toca, y siéntete satisfecho con eso. No es sencillo, lo sé, porque todos los empleados son parte de un equipo buscando llegar a una meta, y lo ideal sería apoyarse mutuamente para llegar al objetivo deseado, pero no siempre es así.

Es complicado convivir con la gente cuando sus ideas y compromisos son diferentes a los tuyos, sin embargo, esa no es razón válida para que pierdas la motivación, tu profesionalismo, ética y madurez. Sigue esforzándote y valorando tu empleo, verás que un día tus esfuerzos serán recompensados. Relacionado con este tema, te invito a leer los siguientes artículos:

Ventajas de enseñar el valor del trabajo a los niños
El trabajo y la responsabilidad se aprenden en casa

Toma un momento para compartir ...

Erika Gaytán

Oriunda de la tierra del taco, el mariachi y el folklore. Periodista de profesión y corazón. Por muchos años he tenido la fortuna de colaborar como docente en la educación de niños, adolescentes y jóvenes. La música, la enseñanza, la investigación, lectura y escritura son mis grandes aficiones.