5 consejos de la abuela que podemos dejar en el olvido

Repasa esta pequeña lista de consejos que la abuela nos dio. Seguro que a más de uno ya podrás decirle: ¡Adiós!

Emma E. Sánchez

Si bien es cierto que “el diablo sabe más por viejo que por diablo”, hoy con todos los avances tecnológicos, la ciencia y las comunicaciones podemos decir que algunas enseñanzas con las que nos criaron las abuelas no son del todo ciertas, buenas o convenientes. ¿Quieres saber cuáles son las más comunes? ¡Prepárate para cambiar tu manera de pensar!

1. Reventar las ampollas por quemadura

A las quemaduras de segundo grado, las que generan ámpulas o ampollas, no es bueno ni reventarlas ni agregar ningún remedio casero como cenizas, cebollas, café ni ningún otro líquido. El tratamiento correcto para este tipo de quemaduras es buscar quitar anillos, pulseras o cualquier otro artículo que pudiera lastimar al herido cuando la hinchazón comience, luego, cubrir el área quemada con un paño ligero, que no desprenda pelusa, asegurarlo para que no se mueva o se siga lastimando y llevarlo al hospital inmediatamente. Cuando agregamos a las heridas algún producto no aprobado por el médico, complicamos el proceso de limpieza que le harán al paciente en el hospital y esto le será mucho más doloroso. Reventar las ámpulas o no cubrir la quemadura puede provocar infecciones. Si la persona lesionada no está en shock o tiene movilidad, lo ideal es llevarlo al hospital, de lo contrario, pedir una ambulancia es la mejor opción.

2. Curar el ombligo de los bebés recién nacidos

Seguramente has visto u oído que se curaba el ombligo poniendo una almendra o pasa, un fajero bien apretadito y por supuesto no bañarlo. Los pediatras, ya comprobaron que no se debe introducir, ni poner ningún objeto sobre el ombligo, ni siquiera un espadrapo ya que esto regularmente produce bacterias y puede generar infecciones realmente serias en los infantes. El uso de vendas, ombligueros o fajeros no es prudente, ni siquiera cuando se presume que tenga una hernia y mucho menos apretarlo pues provoca malestar estomacal al pequeño, irritación y comúnmente, bacterias. Los bebés deben de asearse con agua tibia, jabón neutro y permitir que el cordón umbilical se limpie y seque sin necesidad de polvos o pomadas; el ombligo seca con mayor velocidad si se expone al aire. Si el ombliguito de tu bebé presenta algún olor o estado desagradable, debes ir al médico para que lo revise y descarte una infección.

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3. No se debe hablar de sexo con los jóvenes

No hay nada más erróneo que esto. Nuestros jóvenes y niños deben recibir información correcta, segura, acorde a principios correctos y valores. Nosotros los padres somos quienes de primera mano podemos darles esa información llena de amor y experiencia. No te pierdas la oportunidad de crear un lazo especial con tus hijos por medio de este tema.

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4. Las mujeres no deben enterarse de las finanzas de su esposo

La cuestión del dinero siempre es algo delicado de tratar, pero en cuestiones de pareja y familia, las finanzas no son cosa de una persona; conciernen a la familia entera porque de ellas dependen muchas cosas, inclusive, la continuidad del núcleo familiar. Las mujeres contribuyen con la economía familiar aportando económicamente o administrando esos recursos y ambas opciones son igualmente importantes.

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¿Lo tuyo es mío, lo mío es mío, o cómo le hacemos?

5. Las mujeres embarazadas no deben acercarse a los gatos

Esta creencia está relacionada a la toxoplasmosis, una infección causada por un parásito que no solo vive en los gatos, sino también en sangre contaminada, en tierra donde hubo excremento de gato o en carne mal cocida de res, cerdo o cordero; esta última razón es la causa de contagio principal y con mayor frecuencia. La gente que se contagia, es generalmente porque su sistema inmunológico está débil; las madres pueden infectar a su bebé por medio de la placenta y los síntomas pueden ser inflamación de ganglios linfáticos, dolor de cabeza, cuello, fiebre, dolor muscular y garganta, puede llegar hasta convulsiones. Se debe ir al médico para atender de manera oportuna esta infección que solo puede llegar a ser mortal cuando hay negligencia de cuidados por parte del paciente. No hay nada de malo en tener mascotas durante el embarazo, solamente se deben extremar los cuidados propios de la higiene y salud del animal y su dueño.

Nuestras abuelas hicieron lo mejor que estuvo a su alcance y hoy es nuestro turno de hacer lo propio por nuestros hijos y nietos también.

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Emma E. Sánchez

Pedagoga y Terapista familiar y de pareja. Casada y madre de tres hijas adultas. Enamorada de la Educación y la Literatura. Escribir sobre los temas familiares para ayudar a otros es mi mejor experiencia de vida.