La píldora anticonceptiva. ¿Vale la pena correr los riesgos?

las grandes compañías —ese es su negocio— nos quieren hacer creer que la píldora solo traerá satisfacciones a tu vida. Aquí te muestro que las cosas no son como nos las anuncian.

Erika Otero Romero

La píldora anticonceptiva salió al mercado en 1961. Por causa de ella se dio una revolución sexual en la cultura occidental: miles de mujeres empezaron a usarla como el método de planificación familiar más aceptado hasta hace poco. Salvo que la tecnología evoluciona: hoy día la píldora es solo una más de las formas de planificación familiar a la que las parejas recurren para el control de la natalidad.

Desde luego que no estoy en contra de las familias numerosas. Es más, este artículo no tocará el tema de la planificación familiar, sino que hablará acerca de los efectos secundarios del uso indiscriminado (medicado o no) de la pastilla anticonceptiva, con el propósito de que aquella mujer que la emplee, sepa las posibles consecuencias de su uso.

¿Por qué no usar la píldora anticonceptiva como método de control natal?

Básicamente diré que por las consecuencias en la salud física y mental que pueden acarrear para la mujer pasados algunos años de estarla usando.

En primera instancia, ha sido vendida como la panacea científica número uno para el control natal familiar. Es efectiva, de eso no hay ninguna duda, pero pese a esas maravillas que ofrece al lado de sus beneficios, las compañías farmacéuticas deberían exponer a las compradoras los riesgos de tratarse con ellas y que expondré a continuación.

Aunque en muchas páginas de Internet encontrarás que al consumirla no presentarás más que molestias menores por un corto periodo de tiempo y si consultas a algunos médicos acerca de los mitos que has escuchado sobre los efectos secundarios de la pastilla, encontraras que te dirán que son mentira, pero ¿Cómo lo sabe él, si es hombre y jamás la ha consumido?

¿El empleo de la píldora anticonceptiva tiene consecuencias?

Por supuesto que sí: todo lo que ingieres, sean manzanas, carne de cerdo, medicamentos, e incluso beber agua: todo lo que entra en tu cuerpo afecta —para bien o para mal— al mismo. Así que sí: tomar la pastilla te traerá consecuencias, tanto positivas como negativas, pero acá me enfocaré en las negativas que no explicaré con amplitud pero que señalaré de manera puntual. En este enlace externo puedes obtener más información, pero algunas consecuencias e tomarla son:

• Manchas intermenstruales y goteo.

• Ausencia de regla.

• Cervicitis inespecífica.

• Candidiasis vaginal.

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• Infarto al miocardio. Accidentes cerebrovasculares.

• Tromboembolismo.

• Hipertensión arterial.

• Várices.

• Diabetes.

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• Cáncer de mamas

• Cáncer de cuello uterino.

• Cáncer de hígado.

• Mamas. Aumento de tamaño con o sin hipersensibilidad.

• Mastalgia.

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• Náuseas y vómitos.

• Cálculos vesiculares.

• Aumento de peso

• Cefalea.

• Cloasma.

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• Infección de vías urinarias.

• Disminución de la libido.

• Ansiedad o depresión.

Por las consecuencias antes expuestas acerca de la pastilla anticonceptiva y sus efectos secundarios, me atreveré a narrarte una experiencia de primera mano, la de mi madre.

Por años, mi madre usó la pastilla como forma de planificación familiar. Durante el período de tiempo que ella la usó, no tuvo ningún síntoma de los enunciados arriba. Ella dejó de usarla cuando ya no tendría necesidad de la misma, ya que sería sometida a una cirugía. Fue en la preparación para la misma, que descubrió que el daño en su cuerpo ya estaba hecho. Como consecuencia subió bastante de peso y se manifestaron várices en sus piernas, de forma dramática. Por si fuera poco, desarrolló quistes en sus senos y sufrió severas hemorragias uterinas que la llevaron a apresurar la antes nombrada cirugía. Eso ocurrió hace algunos años pero aun ahora continúa afectándola en su diario vivir debido a lo dolorosa de esa condición física de las venas varicosas.

¡Atención a lo que sigue!

No quiero decir con lo antes expuesto que todas las mujeres van a pasar por lo mismo. Cada organismo es un mundo y así como a mi madre, muchas mujeres pueden no sentirse enfermas en lo absoluto, ni antes ni después; pero algunas otras pueden incluso llegar a quedar estériles por el uso indiscriminado de anticonceptivos desde muy jóvenes y se llevarán la desagradable sorpresa cuando ansíen quedar embarazadas y no puedan.

No se trata de no planificar o de planificar, consiste en que tengas en cuenta que antes de tomar una decisión que pone en alto riesgo tu salud actual y futura, pienses en tu bienestar físico y metal, en tu familia, y en tu futuro. Para ello tienes qué informarte bien y esto, por cierto, no es fácil: muchas compañías pagan cantidades estratosféricas a médicos, ginecólogos y a los medios, para que digan que sus productos no tienen efectos secundarios negativos, sino que te traerán solo beneficios. No creas todo lo que se dice. Es más: no creas incluso en este vídeo que anexo: te invito a que te documentes bien, y que con mucho cuidado separes los datos verdaderos, de la mera propaganda de diferentes intereses a favor o en contra de la píldora.

Siendo éste un tema sumamente delicado, te invito a que te documentes a fondo. Busca minuciosamente en la Internet los efectos secundarios de la pastilla, y con ese conocimiento haz lo que te parezca adecuado pero, como dicen en mi país, jamás comas entero y menos cuando se trata de tu salud. Pregunta a tu ginecólogo, y no olvides que siempre que dudes tienes la oportunidad de una segunda opinión médica.

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Erika Otero Romero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.