3 elementos que aumentarán tu felicidad
La felicidad es interior, no exterior; por lo tanto, no depende de lo que tenemos, sino de lo que somos. Henry Van Dyke
Yordy Giraldo
Escuché decir que las personas hacen cosas malas no porque sean malas o porque les guste la maldad, sino porque creen que haciendo esas cosas serán felices. Debo confesar que esta visión de lo que nos motiva a tomar el camino del mal me devolvió un poco la fe en la humanidad. Es decir que la gente no quiere ser mala; ¡el problema es que quiere ser feliz, siguiendo caminos equivocados!
La felicidad, entonces, no se trata del dinero —aunque éste ayude—; ni del estatus, aunque envanezca; ni de los amigos que sólo adulan; ni de la familia que no apoya; ni del trabajo que no satisface. La felicidad en buena medida se trata de comodidad, es estar cómodos en nuestra vida, en nuestra piel, con nuestras circunstancias. ¡La felicidad es ser nosotros sin querer ser alguien más!
Estoy segura que tú, que me lees, debes tener algo en tu existencia que no te tiene del todo a gusto contigo, y que es por eso que ahora estás aquí, tratando de ver si lo que yo tengo para decirte, te ayuda a descubrir cómo ser feliz.
Déjame decirte algo: la felicidad, esa que es idílica, la de las tarjetas postales, está basada en momentos. Es un ideal ingenuo, asentado en el materialismo y el egoísmo de: “Si todo es como yo quiero, entonces soy feliz”. Pero eso no es una felicidad verdadera, eso es más bien regocijo, envanecimiento del tener, no del ser.
La verdadera felicidad, la que perdura, ésa es una actitud, es cómo vemos y actuamos la vida de dentro para fuera. La felicidad es subjetiva y relativa, es cierto, pero empieza y termina siempre en nosotros.
Lo que debes saber sobre ser una persona feliz
1. La felicidad es un acto de voluntad
No es algo que alcancemos a través de otras personas o cosas. Es algo que experimentamos porque hemos decidido elevarnos por encima de nuestras circunstancias. Por ello, no eches a los demás la culpa de tu infelicidad. Enfócate en ver con optimismo tu vida, en disfrutar lo que tienes, aun cuando seas consiente de que tus necesidades son más amplias.
2. La felicidad es aceptación
Es tener un alma libre de culpas, de arrepentimientos, de complejos. No es solo conocerse a uno mismo y amarse tal como uno es: eso nos llevaría a lo que te comentaba arriba: esas personas que quieren ser felices robando, arrebatando, dañando. La felicidad es vivir ese tipo de vida que te libra de culpas, arrepentimientos y complejos.
3. Es creer en ti
Cuando creemos en nosotros mismos esa confianza nos hace valientes, positivos, libres de ir y venir, porque no necesitamos aprobación externa para ser. Somos, y eso es suficiente.
No existe una fórmula mágica para ser feliz, pero eso no quiere decir que tú no puedas descubrir la tuya propia. Afortunadamente hay muchas maneras de lograrlo siempre y cuando reconozcas en ti a una persona merecedora de todo lo bueno que pueda pasarle, y vea cada día como una oportunidad impostergable para vivir amando, agradeciendo, disfrutando.
Como dijo Pablo Neruda, “Hoy dejadme a mí solo ser feliz, Con todos o sin todos, ser feliz, Con el pasto y la arena. Ser feliz. Con el aire y la tierra ser feliz”. Y si no funciona, como dice la conexión cuando falla: “¿Desea intentarlo nuevamente?” Ojalá que tu respuesta siempre sea un firme: “¡Sí!”
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