Consejos para el cuidado dental en tus hijos
Unos dientes sanos y fuertes es el mejor regalo que puedes darle a tus hijos. Aprende a hacerlo de manera oportuna y fácil.
Adriana Acosta Bujan
La sonrisa dice muchas cosas sobre una persona: refleja su salud, autoestima, educación, actitud o el estado físico y emocional en que se encuentra. Es la primera carta de presentación ante la sociedad. Por ello, debemos tener un cuidado extremo en la limpieza de los dientes, pues podemos evitar problemas de baja autoestima, inseguridad, e incluso hasta de bullying.
Para tener siempre una sonrisa espectacular se comienza desde que ha brotado el primer diente. Muchos de los padres pasamos por alto la etapa de la niñez, pues se ha creído que, como los dientes son de leche y se caerán, no requieren de un extremo cuidado. Pero esto es un gran error que se debe corregir a tiempo.
Es precisamente en la etapa de la niñez que se deben enseñar estos buenos hábitos de higiene, pues es responsabilidad de los padres cuidar el desarrollo y salud de sus hijos. Para ello te doy unos simples consejos que te ayudarán a mantener la sonrisa de tus hijos sana y hermosa.
1. Cuidados para un recién nacido
En esta etapa, los bebés no tienen dientes hasta los primeros seis u ocho meses de crecimiento, pero es importante la higiene de sus encías. Es recomendable usar un trapo de algodón o gasa para limpiar sus encías. Asimismo, debes llevar a tu bebé a su primera visita con el dentista al momento que aparezca su primer diente, para que lo evalúe y lo revise.
Otro consejo es no dejar que los bebés se duerman con su biberón lleno de leche o jugo; la última toma debe de ser de agua natural para que se mantenga limpia su boca y evitar la principal causa de caries por biberón.
Evita el uso frecuente del chupón y no le pongas miel hecha de azúcar, pues los alimentos dulces son causantes de caries. Úsalo solo en caso que identifiques que tu bebé tiene mucha comezón en las encías.
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2. Cuidados con los primeros dientes de leche
Se recomienda lavar los dientes después de cada alimento con un trapo de algodón o gasa, “solo con agua”, o puedes conseguir un pequeño cepillo especial para bebés. En esta etapa no se usa pasta dental.
Es recomendable que cuando aparezcan todos sus dientes uses una pasta con fluoruro. Debes tener mucho cuidado con la cantidad de pasta que pongas en su cepillo pues debe ser mínima para evitar que se la coma. En el mercado puedes encontrar muchas con sabores y colores llamativos para tu niño. Es importante no dejar pasar la noche sin cepillarse los dientes y tallar la lengua, pues ahí podemos encontrar muchas bacterias que pueden crear infecciones.
Recuerda que aunque sean dientes de leche debe detectarse y tratarse cualquier tipo de caries, pues éstos son la guía de los dientes permanentes.
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3. Cuidados generales
El cepillado de los dientes no debe realizarse con un cepillo de cerdas rígidas o demasiado fuertes, porque se desgasta el esmalte y puede irritar las encías. También se debe controlar y evitar rechinar los dientes pues esta costumbre no solo hace que se deformen, sino que genera problemas con la mandíbula.
Recuerda cambiar el cepillo dental cada tres meses para que funcione adecuadamente. Enseña a tu hijo a cepillarse todos sus dientes —tanto superiores, como frontales y traseros— tres veces al día.
Complementa su higiene con enjuagues bucales e hilo dental cuando tus hijos ya estén más grandes y cuida su alimentación, pues los alimentos con mucha cantidad de azúcar producen caries. No olvides las visitas frecuentes con el dentista, por lo menos cada seis meses.
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Recuerda que es responsabilidad de los padres enseñar a sus hijos a tener hábitos de higiene bucal para mantener su salud en buen estado. Brinda a tus hijos la alegría de sentirse seguros, sanos y felices. Regala sonrisas.
Adriana Acosta Bujan
Adriana Acosta estudió comunicación, es madre y abuela, y actualmente se dedica a la enseñanza e investigación a nivel universitario en Puerto Vallarta. Publica sus escritos esperando que ayuden a las personas que leen sus útiles vivencias.
