Confundir enamoramiento con amor puede resultar mortal

Amor y enamoramiento no son lo mismo; sin embargo, muchas veces son confundidos. Es importante que sepamos cuál es la diferencia, porque podemos sufrir mucho. Confundir enamoramiento con amor puede resultar mortal.

Sandra Díaz

Amor y enamoramiento no son lo mismo. Innumerables libros y películas han tratado este tema a veces sin mucha contribución. En muchas ocasiones son confundidos, pero es importante que sepamos cuál es la diferencia entre ambos, porque cuando hay confusión sobre dónde acaba uno y empieza el otro el sufrimiento es mucho.

Entonces, por principio de cuentas, ¿qué es el enamoramiento? De entrada, al enamorarnos es posible que se tenga la sensación de que ¡hemos encontrado a nuestra alma gemela!, y eso se siente, por decir lo menos, maravilloso. Se comienza a planear el futuro, incluso se sueña despierto y surge la necesidad de ver a esa persona a cada momento.

Esto fue lo que sucedió con Daniel y Sofía, quienes se conocieron en la iglesia un 9 de marzo (escribo la fecha porque es un dato importante). Ellos dicen que “fue amor a primera vista”, pues desde ese día comenzaron a frecuentarse en tanto que su “amor” iba creciendo más y más, tanto así que, al quinto día de conocerse, Daniel le pidió a Sofía que fuera su novia. La chica no sabía si saltar, bailar o gritar de la felicidad que la invadía.

A partir de ese momento Sofía cambió totalmente, porque antes solía pasar tiempo con sus amigas: salían a comer, a pasear, pero con Daniel en su vida todo se volvió diferente, puesto que decía que tenía que aprovechar cada momento libre disponible para ver al “amor de su vida”. Día tras día el “amor” que sentían el uno por el otro los superaba, y ambos decían que eran almas gemelas, que no podían vivir alejados.

Cuando esta pareja cumplió su segunda semana de noviazgo sucedió algo increíble, e inesperado: Daniel le propuso matrimonio a su “Pequeña princesa”, quien de inmediato respondió que sí. Cuando la familia de cada uno se enteró de la noticia, intentaron hacerlos entrar en razón, pero fue inútil e imposible, pues decían que todo el mundo estaba en contra de su “amor” y que iban a luchar por él a toda costa y contra quien fuera.

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Y así fue que el 24 de abril (un mes y quince días después de conocerse) celebraron su matrimonio, fue una ceremonia íntima: nada más estaban ellos, dos testigos y el juez, pero se mostraban tristes, molestos y ofendidos porque ninguna de las dos familias había querido asistir a su boda relámpago.

El primer mes de matrimonio resultó una belleza, todo era perfecto… Pero al segundo mes la “magia” y el “amor” ya estaban desapareciendo: Sofía comenzó a ver que quien había considerado su príncipe azul no era exactamente lo que imaginó, ya que a diario le encontraba un defecto: no era responsable con las tareas de la casa, no llevaba su ropa sucia al lugar que le correspondía; al bañarse dejaba el jabón en el piso, tenía problemas con los ronquidos y problemas intestinales, “gases”; además de que no tenía deseos de superarse personal ni académicamente. Pero, ¡un momento!, la “Pequeña princesa” de Daniel también comenzó a mostrar sus defectos: al despertarse no lucía como cuando se arreglada, tal como siempre la había visto; no le gustaba cocinar, peleaba por todo y se enojaba con poca cosa.

Entonces, ¿qué pasó con el amor que se tenían?, ¿tan pronto terminó? ¡No!, obviamente que el amor no acabó simplemente porque algo que no existe no puede acabar. Lastimosamente, estos dos jóvenes no tenían amor el uno por el otro, sólo estaban enamorados. Esta historia de Sofía y Daniel ilustra a la perfección lo que es el enamoramiento sin compromiso ni preocupación por la pareja.

Entonces, ¿qué es el amor?

Amar es muy diferente, y sobreviene cuando se supera la fase del enamoramiento. Es cuando dejamos de ver a nuestra pareja con lentes de perfección. Cuando se le conoce tal como es y no como nos gustaría que fuera. Es saber estar a su lado cuando se muestra vulnerable, porque puede tener frustraciones, sueños rotos, carencias, e incluso un sinnúmero de decepciones laborales, familiares y amorosas. Es cuando hay un compromiso por el otro y se le acepta en su totalidad.

A partir de esta diferenciación entre enamoramiento y amor, enseguida te comparto cuatro consejos que he llevado a la práctica para aprender a amar de la mejor manera:

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  • 1. Es importante que aprendamos a querernos y conocernos a nosotros mismos, ya que evitará que agreguemos nuestro peso emocional a nuestra relación de pareja.

  • 2. No idealicemos al hombre o la mujer perfectos, porque NO EXISTE; todos tenemos virtudes y defectos.

  • 3. Hay que evitar “amar” de forma inmadura, exigente o fantasiosa, ya que solamente nos hará sufrir un desengaño tras otro.

  • 4. No confundamos una atracción inicial con el amor.

Recordemos que el compromiso y la entrega en una relación se mantendrán en el tiempo, superando dificultades inherentes a la vida en común con una buena dosis de paciencia, buen humor y sabiendo perdonar día a día.

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Sandra Díaz

Sandra es de Colombia, le gusta escribir, reír y disfrutar de la vida junto a su amado esposo y su perro Chester.