11 cosas que debes evitar si no quieres llegar al divorcio

Te presento una lista de once problemáticas cotidianas que pueden causar el divorcio; si alguna se presenta en tu matrimonio, no demores más y ponle solución.

Erika Otero Romero

¿Amas a tu compañero de vida pero sientes que tu relación se está viniendo abajo? Bueno, que no te espante porque esa sensación ha acompañado a más de una pareja a lo largo de la vida. Desde luego, muchos matrimonios logran superar esas etapas de dudas y problemas que en ocasiones les orilla a querer dar todo por terminado. Y por supuesto, muchas otras uniones le ceden control al miedo y la desilusión dando por terminado su relación de años, a veces por situaciones simples —pero que de tanto repetirse— terminan por cansar a las partes pues sienten que ya no pueden soportarlas.

Desde luego que hay situaciones que son intolerables, ejemplo de ello es el maltrato en todas sus gamas o las infidelidades reiteradas, acciones que ninguna persona por puro amor propio no debe ni tiene porque soportar. Por esa misma razón, y si tú quieres ser de esos cónyuges que desea salvar su matrimonio, estas son 11 cosas que debes dejar de hacer para evitar el divorcio:

1. Discutir por nimiedades

Muchas discusiones empiezan por pequeñeces. Por ejemplo, no recoger los zapatos de donde se dejaron al llegar del trabajo. No se trata de adaptarse a lo que genera molestia de tu cónyuge, sino de hablar de manera clara para resolver el problema sabiamente y sin exasperarse, y si la situación se repite, entonces debes ser más contundente al respecto.

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2. Gritar en lugar de hablar

En Colombia se suele decir que “para pelear se necesitan dos” y es cierto. Tú o tu pareja pueden estar muy enojados, pero apenas sientas que la discusión está tomando visos de gritos tienes dos opciones, debes parar, salir de la habitación y esperar a que el ambiente se calme. O bien, si tu cónyuge empieza a gritar, tú baja la voz de manera que sea apenas audible; así, si él te quiere escuchar va a tener que bajar también el tono. Eso —créeme— da por terminada cualquier tipo de “charla” a voces.

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3. Ridiculizar frente a las amistades y familiares

Una broma o un apodo a veces puede ser tolerable, sin embargo, si la situación se vuelve costumbre y sube de tono, puede convertirse en un dolor de cabeza porque te pone como el hazme reír de todo un grupo. Si eso está ocurriéndote, exponle cómo te sientes al respecto y déjale claro que esperas que no lo haga de nuevo.

4. Negar las relaciones íntimas como represalia por los problemas

Esta es una situación que muchas mujeres suelen usar. Tampoco es que se espere que tras un problema haya intimidad; debes saber que lo más saludable para una pareja es que jamás se vayan a la cama enojados y pasen así más de dos días. Por eso, lo mejor es que solucionen sus dificultades pronto y que puedan seguir su vida íntima con todo el amor y la pasión que un matrimonio amerita.

5. No ser atento o acomedido

No ofrecerse a colaborar lo más posible en las cosas que competen a los dos y dejar que sea una sola persona quien lleve sobre su ser la carga de algunas responsabilidades que deberían ser de ambos, de veras que no está bien. La solución es clara, pon de tu parte y no esperes que hagan por ti cosas que puedes tú mismo hacer.

6. No ser detallista

No es ir a la joyería o la floristería a diario, es recordar el cumpleaños o el aniversario, decir “te amo” o abrir la puerta del carro a manera de cortesía. Es demostrar lo que la otra persona te inspira con hechos; eso da mucha valía a la relación.

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7. No ceder, aunque no se tenga la razón

A veces por terquedad no se da el brazo a torcer, aun a sabiendas que no se tiene la razón en un problema. Reconocer que no las sabes todas, es un acto de nobleza que te ahorrará muchas dificultades en tu relación.

8. Promesas que no se cumplen y mentir

No hay algo que más agote el afecto, que siempre quedar mal con las promesas y mentir, por más mínimas que sean las mentiras. Cualquiera de esos actos hace que la pareja pierda confianza. Si no puedes cumplir, no prometas y si no quieres lastimar, no mientas, no sabes la cantidad de líos que te evitarás.

9. Mostrarse desinteresado

Que te hagas un nuevo corte de cabello o bajes de peso para lucir más atractiva y que no se den cuenta de cambios que resultan evidentes, poco a poco va acabando con el afecto y desilusionan al más valiente. Es cuestión de hacer notar a tu cónyuge tus esfuerzos y. de nuevo, habla de lo que pasa y no pasa. A veces es que simplemente no se dan cuenta.

10. Dar todo por hecho

Esperar que todo marche bien porque así debe ser y porque fue un compromiso tácito adquirido al momento de casarse, no quiere decir que tu matrimonio sea seguro y no sufra alteraciones en el camino. No esperes a que las cosas sean como tú quieras, antes habla con tu pareja y sé flexible.

11. No apoyar en proyectos personales

Puede ser que tu pareja haya dejado de estudiar para ahorrar dinero y que tú pudieras terminar tu carrera. Lo justo es que tú apoyes a tu compañero de vida así como en su momento te apoyó a ti, si no lo haces, estarás perdiendo mucho del afecto y la confianza que depositó en ti desde el principio.

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Hay muchas otras situaciones que conducen al divorcio. Entre ellas, algunas que por ser tan cotidianas las pasamos por alto, pero a la larga pueden deteriorar tu matrimonio. Sé consciente de ellas, evítalas y las cosas mejorarán mucho en tu relación.

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Erika Otero Romero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.