Cuando tu cuerpo te recuerda el abuso de tu niñez

Si tu cuerpo no deja que las memorias cesen, es tiempo de leer estas palabras.

Denhi Chaney

Un abuso es casi imposible olvidar, ya que en realidad es un evento traumático y —como tal— éste deja una huella permanente en nuestro ser. Aun así, muchas veces logramos “olvidarnos” de las horribles escenas, de los sentimientos que éstas traen, y salimos adelante. Sin embargo, a veces parece que nuestro cuerpo no quiere que olvidemos: tenemos pesadillas, muchos dolores de cabeza o espalda, y hasta ataques de pánico en donde sentimos que el corazón se nos va a salir del pecho. En efecto, mientras podemos decidir seguir adelante y nuestro cerebro nos ayuda, a veces nuestro cuerpo no quiere olvidar y nos recuerda con frecuencia lo que ocurrió cuando éramos niños.

Es imposible negar que la relación entre mente y cuerpo siempre es estrecha, constante y fascinante. Lo que nos sucede emocionalmente afecta a nuestro cuerpo físico, y la huella es tan palpable como aquella que se deja tras caminar en la nieve o en el barro. Es imposible sanar de la mente si no buscamos sanar a nuestro cuerpo también. Como quien dice, es un paquete completo. El trauma no solo se registra en la mente, sino en cada célula de nuestro ser, por lo que es esencial que nuestro cuerpo también reciba terapia intensa. A continuación te presento algunas sugerencias para ayudarle a tu cuerpo a sanar.

1. Ejercicios cardiovasculares

Es esencial que nuestro cuerpo saque en sudor lo que lleva dentro. Se ha dicho que las marcas del abuso son como un veneno interno y que una de las formas que el cuerpo saca tal veneno es por medio del sudor. Busca que tu corazón haga un esfuerzo al correr, andar en bici o hasta bailar. Los deportes tales como el kick boxing son especialmente buenos para cualquier persona que busca sacar muchos de los sentimientos de odio y frustración que llevan años dentro del cuerpo, sin salir.

Relee: Boxeo, un deporte de éxito para las mujeres.

2. Yoga

Mientras es bueno que nos cansemos en ejercicios cardiovasculares, es aún mejor encontrar un ejercicio que nos obligue a concentrarnos en nuestra respiración y en mantener diferentes formas, que hacen que nuestro cuerpo se conecte con nuestra mente. Practicando yoga aprendes a respirar de la forma correcta y a relajar tu mente con el fin de que aprecies y te conectes de forma personal con cada parte de tu cuerpo. Esto es esencial para sanar, ya que cualquier víctima de abuso tiene problemas para apreciar y tener una conexión con su cuerpo, ya que éste fue maltratado en su niñez.

Advertisement

3. Ejercicios respiratorios

Cuando una persona fue abusada, esta aprende rápidamente a respirar como si estuviera en peligro todo el tiempo: rápido y con inhalaciones cortas. Es importante respirar como un bebé, que respira tan profundo que hasta se le infla la pancita. Respira de tal forma que veas como tu abdomen se infla como un globo, y luego exhala con un sonido que suene “ahhhh”. Este ejercicio debe hacerse con sentimiento que en verdad te convenza de que, al respirar, estás sacando la voz que tienes dentro. Repite esto varias veces hasta que tu cuerpo se sienta más relajado y en paz.

Tu cuerpo te está haciendo un favor en recordarte al abuso, pues los efectos de éste no van a desaparecer hasta que te cuides. Es momento de no silenciar a tu cuerpo, ni ignorarlo: dale la voz que ha callado por tanto tiempo al cuidar de ti misma.

Toma un momento para compartir ...

Denhi Chaney

Denhi Chaney es egresada de la Universidad de Brigham Young con maestría en Terapia de Matrimonio y Familiar. Denhi también es esposa y madre de un niño. Puedes contactarla en .