Una cosa es proteger, otra sobreproteger

Si crees que como madre o padre estás haciendo un buen papel sobreprotegiendo a tus hijos, entonces este artículo es para ti.

Erika Otero Romero

Seguramente conoces a una de esas madres de familia que tienen la muy valiosa política de proteger a sus hijos de todo lo malo que pueda llegar a ocurrirles. Este tipo de madre actúa así con la idea de que sus hijos no experimenten situaciones que a ellas en el pasado les hirieron profundamente. Sí, de acuerdo, esa es la función de los padres; amar y proteger y, con todo, nadie puede pretender mantener a sus hijos en una estantería de vidrio para toda la vida para que ni una mosca se le pare encima. Ahora, tal vez te preguntarás: pero ¿por qué está mal querer que mis hijos no sufran, se enojen o se frustren?

Relee: 9 cosas que hiciste hoy, y que probablemente están echando a perder a tus hijos.

Cómo afecta la sobreprotección a tus hijos

Proteger demasiado a tus hijos en su infancia es igual a impedirles conocer el mundo con sus propios sentidos. Esto tiene repercusiones negativas en los niños, dado que la niñez es una etapa en la cual los seres humanos aprendemos muchas de las cosas más relevantes de la vida, tales como: superar la frustración, controlar la ira, diferenciar la rabia de la insatisfacción, relacionarse con iguales, distinguir la verdad de la mentira o en quién puede y no confiar. Hacer lo dicho al principio es igual a cortarle las alas a una bella ave para encerrarla en una jaula.

Sí, concuerdo con que el mundo está demasiado caótico como para dejar que tu hijo vaya por la calle así sin más. Pese a eso, estoy segura que tú así como yo, pudiste disfrutar de una infancia llena de aventuras y riesgos. Éstos han existido siempre y a pesar de eso, tú y yo aún estamos intactos, con algunos dolores en el alma y cicatrices en las rodillas, pero agradecidos por la libertad que nos dieron nuestros padres en aquella época.

En pocas palabras, tu hijo NECESITA saber sobre la tristeza, el enojo, la frustración para que de esa manera reconozca las buenas cosas que la vida le pueda dar.

Advertisement

Relee: Soy una mamá descuidada, con hijos felices.

Dicho lo anterior, quiero compartirte 3 maneras de cómo puedes proteger a tus hijos sin que por ello les impidas crecer y aprender las cosas más básicas de la vida.

1. Procura conocer las personas con las que tus hijos se relacionan

Es mucho más fácil saber quiénes están cerca de tu hijo cuando él es un infante. La situación se complica un poco cuando tu chico ya va a la escuela primaria o busca tener tu permiso para jugar con los niños de la cuadra (vecindad), pero no es nada que no puedas remediar.

Procura sacar algo de tiempo para ver a tu hijo jugar con sus amigos. Trata de conocer a los padres de esos niños, invítalos a alguna fiesta y de esa manera cubres esa base para liberarte de necesidad de sobreproteger a tu hijo.

Lee también: Métodos eficaces de disciplinar a los hijos

Advertisement

2. No impidas que sufra

No creas que te pido que sometas a tu hijo adrede al sufrimiento, lo que quiero decir es que cuando el niño pase por momentos difíciles, por mínimos que estos puedan llegar a ser, lo consueles y le expliques la razón por la cual sufre; pero también es tu deber decirle a tu pequeño que esa situación pasará pronto, ya que el dolor y el sufrimiento no duran para siempre.

De esa manera tu niño sabrá distinguir el bien del mal, el dolor de la frustración y sabrá apreciar los momentos de alegría y felicidad que en su pequeña existencia él pueda llegar a experimentar.

3. Enséñale a cuidarse de las malas influencias

La única manera que tu hijo aprenderá a relacionarse con las personas adecuadas en la juventud y edad adulta es dejándolo que desde pequeño tenga amigos y sufra por la partida de algunos y disfrute con la llegada de los nuevos.

De sus iguales, el niño además aprenderá la verdad y la mentira, así como la honestidad, la sinceridad en el trato con los demás entre otras muchas cosas e inclusive puede llegar a establecer amistades honestas de por vida.

Lo cierto es que si una madre cree que está beneficiando a su hijo manteniéndolo siempre encerrado en casa con muchos lujos y juguetes, y que no tiene necesidad de amistades y naturaleza, entonces no le debería reprochar cuando en la adultez se equivoque con las personas con las que socializa. De hecho, una madre así y debería prepararse para verlo caer reiteradamente en el fracaso.

Advertisement

Si deseas leer más de este tema, en el artículo Sutil diferencia entre proteger y sobreproteger a tus hijos, hay más consejos para cuidar a los pequeños de la casa.

Toma un momento para compartir ...

Erika Otero Romero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.