5 actitudes controladoras en la pareja que debes evitar
Identifica estas actitudes controladoras para solucionarlas a tiempo y así salvar tu relación.
Adriana Acosta Bujan
El matrimonio es una experiencia maravillosa; tener un compañero de vida que nos ame, respete, cuide, aconseje y que a la vez juntos podamos conquistar las mismas metas superando las adversidades de la vida, no tiene precio.
El amor de nuestra pareja es algo que debemos cuidar y alimentar diariamente para que crezca fuerte, sea exitoso y duradero.
Sin embargo, como todo en la vida, las relaciones de pareja llevan consigo un cierto grado complejidad, ya que ambos tienen distintas maneras de pensar, creencias, costumbres, modos de ser y necesidades.
Por eso es común que se experimenten algunas situaciones conflictivas durante el matrimonio.
Podríamos decir que la gran mayoría de las parejas han tenido algunos desacuerdos. Y eso no quiere decir que se haya dejado de amar a la pareja, al contrario, es algo normal que se experimenta para que ambos puedan aprender uno del otro.
En estos conflictos comunes existen algunas actitudes controladoras que tienen algunas personas, (ya sea de manera consciente o inconsciente), con la intensión de mantener el amor de su pareja.
Recordemos que las necesidades de ambos son diferentes y por esta razón las exigencias del otro pueden resultar abrumadoras, lo que provoca el rechazo y el alejamiento poco a poco.
Te amo, pero tengo miedo a perderte
Por lo común, las actitudes controladoras surgen en parejas que tienen carencias afectivas desde la infancia o por haber experimentado situaciones dolorosas en el pasado y que no han superado en su totalidad.
Las personas controladoras son emocionalmente inestables, tienen inseguridades, baja autoestima y desconfianza en ellas mismas.
Lo más triste de este asunto, es que algunas personas no se dan cuenta que al seguir tratando de controlar a su ser amado están provocando que se relación se fracture y se destruya por completo.
¿Cuáles son esas actitudes que pueden destruir las relaciones de pareja?
1. “¿Con quién te escribes o hablas?“
El mundo de la tecnología evoluciona a mil por hora, todos estamos sujetos a vivir con estas nuevas maneras de relacionarnos; es algo inevitable utilizar las redes sociales para poder facilitar la comunicación con los que queremos.
Ahora bien, cuando la pareja utiliza en exceso estos medios de comunicación, puede ser que de manera inconsciente siembre alguna duda en su pareja con respecto al amor en su relación.
Es decir, la pareja puede estar construyendo pensamientos irreales al observar ese tipo de comportamiento de su compañero.
Es por ello que algunas personas suelen invadir la privacidad de otro, tratando de encontrar respuestas a sus dudas e inquietudes. Esto lo hacen revisando los mensajes, las llamadas o los correos electrónicos de su pareja, incluso pueden indagar sobre facturas y gastos.
La falta de confianza es un problema común en pareja, sin embargo, si tienes alguna duda, inquietud o sospechas sobre una supuesta infidelidad, lo recomendable es que lo hables directamente con tu compañero, evitando invadir su privacidad.
2. “¡Se hace lo que yo digo y punto!“
Para que exista armonía en la relación de pareja, ambos tienen que aprender a escucharse y a comunicarse de manera asertiva para que puedan llegar a acuerdos con respecto a las decisiones que tomarán.
Pero existen personas que no suelen escuchar a su pareja, incluso no piden opiniones, y lamentablemente el/la compañero/a tiene que hacer lo que se diga y aceptar cualquier decisión tomada por su pareja.
Esta es una actitud controladora que podría solucionarse al dejar que la pareja se involucre en la toma de decisiones, haciéndola participe de los problemas que surjan y así entre los dos poder solucionar cualquier dificultad, como el equipo que son.
3. “No me gustan tus amistades“
El hecho de estar casados no significa que se deba renunciar a la vida social. La pareja debería comprender y aceptar que su compañero tiene el derecho de tener amistades por su crecimiento personal, emocional y para sentirse bien.
Una actitud controladora es precisamente cuando la pareja interfiere en esas reuniones amistosas que puede tener su compañero, incluso puede recurrir a chantajes emocionales con tal de que su ser amado se quede con él o ella.
En este punto también cabe mencionar las relaciones familiares; algunas personas son muy apegadas y eso puede molestar a la pareja. Aun así, es recomendable evitar distáncialos deliberadamente, ya que son personas que bien o mal son importantes y queridas por la pareja.
4. “¿Por qué siempre haces esto?“
Criticar a la pareja constantemente tiene que ver sin duda con una actitud controladora. Esto no solo afecta emocionalmente a quien es criticado, sino que también perjudica el vínculo de pareja provocando que se deteriore el amor y el respeto en ambos.
Recuerda que todos somos distintos; si su vestimenta, su manera de hablar, sus decisiones o sus comportamientos son cosas que realmente te molestan es hora de tener una conversación y rever tu postura.
Es aconsejable no hacerlo en tono de enojo, sino de manera pacífica, es decir, expresar de forma constructiva tus sentimientos y emociones para encontrar soluciones.
5. “¡Yo administro el dinero!“
Si ambos desde el inicio de la relación llegaron a un acuerdo de que solamente uno sería el responsable de administrar el dinero, esto sería algo de común acuerdo, sin necesario ser una actitud controladora de parte de uno de los dos.
Pero en el caso contrario, si la pareja solamente por decisión propia y sin pedir la opinión o autorización de su compañero toma el control de todas las finanzas, entonces sí es una actitud controladora que puede destruir el amor en la relación.
En todas las situaciones anteriormente mencionadas se puede encontrar soluciones, siempre y cuando los dos acepten sus errores, perdonándose, aprendiendo a comunicarse de manera asertiva y escuchándose mutuamente.
Recuerda que el amor se debe cuidar como una planta para que crezca fuerte. Evita tener actitudes controladoras, ya que estarás poniendo en riesgo la estabilidad en tu relación.