5 “asesinos” del amor conyugal que poco conoces
No solo la infidelidad o los problemas económicos acaban con tu relación, estos 5 asesinos silenciosos también pueden acabar con tu relación.
Erika Otero Romero
Si hay una institución social que hoy día esté en riesgo de dejar de existir ese es el matrimonio. Las causas de esa situación tienen que ver de manera directa con la incapacidad de la pareja para luchar por reparar los errores cometidos a lo largo de la convivencia, es decir, las parejas de hoy no son como las de antes, pues nuestros abuelos preferían reconstruir de entre las ruinas y perseverar por ser felices a pesar del caos del diario vivir.
Hay causas evidentes que llevan a que el matrimonio se acabe, pero existen otras que son iguales o más perjudiciales que las típicas y más conocidas (infidelidad, problemas por dinero, perdida de la confianza, etc.) y éste artículo a continuación las abarcará para que las conozcas y puedas sacarlas de tu relación (si el caso aplica).
Negarse a tener amistades fuera del matrimonio
El tiempo en pareja es mucho más que básico e importante, pero fuera de la pareja y el hogar hay todo un mundo por descubrir. Uno de los peores errores que puede cometer una persona es creer que todas sus necesidades sociales van a ser cubiertas por su cónyuge.
Debes admitir que habrá momentos donde necesites desahogarte, hablar de cosas que tu pareja no va a entender porque mantener la objetividad le será difícil, e incluso tu misma vas a tener un enredo mental y lo que necesitas antes que un buen problema, es claridad para saber la mejor manera de solucionar sus dilemas, y al respecto un buen amigo puede ayudarte a ver lo que tú no puedes.
Recuerda que por ser pareja no dejan de ser seres individuales con necesidades sociales particulares; además, tener tiempo para sí mismo puede ser bastante bueno para la relación afectiva, sostiene Ryan Howes, psicólogo de Pasadena (California, EE.UU.). “Con sus amigos puede obtener otras experiencias, perspectivas y un apoyo que realmente puede mejorar su relación. Hay que tener confidentes fuera”, sostiene.
Menospreciar el contacto
Por lo general, cuando el matrimonio inicia lo más habitual es que la expresión afectiva sea algo de todos los días; sin embargo, esa flama se va extinguiendo con el paso del tiempo, incluso a veces llega a hacerse algo de “fechas especiales”, como si fuera una especie de obsequio para la pareja.
Lo anterior es una gran falla ya que es una de las maneras como la pareja se expresa afecto, por lo tanto, que el mismo se ausente de la relación, tácitamente lo que está diciendo es que el amor o murió o está en ese proceso. No hablo de sexo, hablo de los besos y las caricias y otras expresiones de amor, mismas que deberían hacer presencia a diario pues deja claro a tu pareja cuanto le amas.
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Las amistades negativas
En el primer punto se dijo que las amistades eran salvavidas para un matrimonio, pero depende de las amistades. Así como hay personas dispuestas a aconsejarte de manera positiva desde su experiencia, también habrá quien, por su experiencia, te llene de miedos, dudas y “mala vibra” perjudicándote terriblemente.
No hablar de la relación
Eludir las charlas obligatorias cuando hay un desacuerdo es mortal para el amor. Como pareja DEBEN analizar, reflexionar y comunicarse sobre lo que va bien o no tanto dentro de ustedes como relación.
Hablen también de lo más trivial y diario, no solo de lo que consideren serio, descubrirán que eso le dará sazón a su relación pues les ayudará a verse como de percibieron durante el noviazgo: unas personas que buscaban gustarse cada vez más día a día.
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Convertirse en simples compañeros de apartamento
Por lo general el “síndrome de los compañeros de habitación” surge por efectos de costumbre. Es natural que ocurra, pero es una especie de cáncer para la relación ya que los convierte en una mera presencia o compañía, en alguien que está ahí pero que pocas veces se toma en cuenta para algo más que un “buen día”.
Para que ello no ocurra, lo mejor que se puede hacer es evitar la rutina, idearse actividades que los ponga en acción y que varíen cada tanto. Así evitarán que la relación fallezca por exceso de costumbre.
A primera vista pueden ser cosas de las que digas “¡ah! Pero con mi pareja difícilmente pasaremos por ello” Y puede ser así, sin embargo, son asesinos del amor tan taimados que cuando lleguen no te darás ni cuenta y ese es el verdadero peligro. Deben estar atentos, porque si amas de verdad a tu compañero de vida, querrán pasar toda su vida juntos, ¿o no es así?