5 conversaciones insoportablemente incómodas que todas las jovencitas tienen con su mejor amiga

Si te preocupa que tu hija, sobrina, hermana o demás, esté teniendo conversaciones poco prudentes con su mejor amiga, te invito a leer junto con ella lo siguiente.

Elizabeth González Torres

Una de las etapas más maravillosas de la vida es la juventud. Durante estos años, la gran mayoría de las personas, comienzan a experimentar el mundo que los rodea. Indiscutiblemente, es en esta época cuando se hacen los mejores amigos, se viven experiencias memorables y se forjan las principales virtudes y cualidades de una persona.

En particular, para las mujeres, la juventud representa el momento más adecuado para aprender a comunicarse con otras chicas como ellas. Debido a la propia naturaleza femenina, las jovencitas tienden a desarrollar mayor confianza entre sí para conversar sobre aquellas vivencias que, de alguna u otra forma, impactan su existencia.

Sin embargo, en algunas ocasiones, dicha confianza puede sobrepasar los límites de la prudencia. Es decir, al ser tan jóvenes, algunas chicas pueden enfocar sus conversaciones en temas bastante íntimos, lo cual resulta del todo incómodo cuando, por una u otra razón, dichas charlas llegan a oídos de otras personas.

Por ello, y si es que tienes alguna hija, sobrina, hermana o prima que esté pasando por esta etapa, te sugiero que compartas con ella los siguientes 5 tipos de conversaciones que debe evitar tener con su mejor amiga frente a los demás.

1. Sus enemistades con otras chicas

Para muchas jovencitas, es muy común conversar respecto de las peleas o diferencias que han surgido con otras chicas de la escuela o el lugar donde viven. Hablar sobre las cosas negativas que se dijeron o hicieron mutuamente, las hace sentirse liberadas y con cierto orgullo. No obstante, si ellas mismas pudieran percibir lo molesto que es para las personas que escuchan este tipo de charlas en los lugares públicos que frecuentan, comprenderían que más allá de verse bien, se miran como jóvenes inmaduras e imprudentes.

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2. Chismes sobre otras personas

Cuando se es joven, no se tiene consciencia de los alcances que puede tener una palabra o una historia distorsionada. Por eso, es que entre las jovencitas, se da mucho el conversar sobre chismes o falsas historias respecto de otras personas. Al parecerles algo entretenido, no se detienen a ver, no solo el daño que le hacen a la persona de la que hablan negativamente, sino el daño que se hacen ellas mismas al quedar frente a los demás, como chicas de poca o cero confianza.

3. Peleas en su noviazgo

Como es natural, para las jovencitas hablar sobre sus primeros noviazgos resulta del todo emocionante. Sobre todo cuando lo hacen con sus mejores amigas. Sin embargo, muchas de las veces, debido a la inmadurez de la edad, dichos noviazgos enfrentan más momentos de inestabilidad que de tranquilidad. Y, por ende, a las chicas les parece normal comentar -dramáticamente- aquellas peleas y discusiones que mantienen con sus parejas.

No obstante, para la mayoría de las personas que llegan a escuchar este tipo de pláticas, no sólo es incómodo, sino chistoso -a manera de burla- oír problemáticas que en un futuro serán irrelevantes para la vida de dos jovencitas.

4. Sus intimidades

Conversar sobre sus intimidades -físicas, emocionales, sexuales y sentimentales- en lugares públicos o donde pueda ser escuchada por otras personas, es una de las cosas que debe evitar a toda costa. Pensar que es del todo inofensivo compartir parte de su intimidad con esa jovencita que, considera su mejor amiga, puede conducirla a vivir amargas experiencias.

Más allá de ser incómodas, estas conversaciones son más peligrosas de lo que se pueden considerar. Exponer cuestiones tan personales, puede provocar que éstas lleguen a individuos mal intencionados.

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5. Sus discusiones familiare s

Si en casa las cosas no marchan bien, es normal que las jovencitas se desahoguen con sus mejores amigas. Sin embargo, es importante que ellas aprendan que hay lugares y momentos oportunos para hablar respecto a esto. Dar a conocer aquellas discusiones familiares en espacios abiertos o públicos, donde hay más gente con posibilidad de escucharlas, no es para nada recomendable.

Así como deben resguardar su intimidad personal, ellas deben proteger la intimidad de su familia que, al final de cuentas, puede ser ultrajada por personas ajenas.

Finalmente, no olvides recordarle a esa jovencita especial a la que tanto amas, que la prudencia será el escudo de protección más poderoso para su propia vida.

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Elizabeth González Torres

Es abogada egresada de la Universidad Autónoma Metropolitana. Actualmente estudia una licenciatura en Creación Literaria en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México. Considera que el mayor tesoro que tiene en la vida es su familia.