5 cosas que NUNCA pueden ser un secreto entre padres e hijos
Hay cosas que, por más que nos esforcemos, los niños no se las dicen a mamá. Ayuda a tu pequeño a identificarlas y a confiar en ti. Entérate cómo hacerlo y salva la vida de tu hijo.
Emma E. Sánchez
La comunicación entre hijos y padres es un punto de los más importantes a cuidar en la vida. Cuando son pequeños, resulta fácil establecer un canal de comunicación claro, abierto y sincero, pero conforme crecen, con frecuencia este canal se estrecha y a veces llega a perderse durante la adolescencia.
Sin importar su edad, porque de ello dependerá que nos enteremos, a tiempo y a detalle, de problemas que pueden hacer la diferencia en sus vidas, los padres debemos estar atentos a mantener encendido este canal comunicativo con ellos.
Por experiencia, puedo decirte que no te vas a enterar de muchas cosas que tus hijos hacen, y que llegará el día en que te sorprenderás al saber cuántas cosas y experiencias vivieron sin ti. Sin embargo, antes, mucho antes de que eso suceda, haz lo posible por abrir y mantener un canal fuerte de confianza y comunicación para que, pase lo que pase, no dejen de confiarte los siguientes cinco temas (aunque pudieran ser más):
1. Alguien a su alrededor está teniendo conductas peligrosas
Son juegos, retos o hasta “deportes” que entre niños y jóvenes surgen por moda pero que, en realidad, se trata de conductas peligrosas que atentan contra la vida de quienes los practican.
Por ejemplo, niños que en bicicleta saltan sobre otros niños o adolescentes que se “retan” a aguantar la respiración o a golpearse el pecho hasta perder el conocimiento. Es importante que platiques con tus pequeños y les ayudes a identificar lo que pone en peligro su vida.
2. Alguien les invita, consume o inhala medicamentos o algo raro
A los niños nunca se les ofrecen drogas, se les ofrecen “dulces” o “cosas divertidas” para “jugar” o simplemente para sentirse bien y pasar el rato. Enseñar a los niños a no aceptar objetos de desconocidos, a que te platiquen siempre lo que hicieron en el día, cómo y con quién se divierten, puede ayudarte a detectar a tiempo problemas serios de drogadicción.
3. Alguien se está lastimando a sí mismo
Los niños observan más de lo que nos imaginamos, y pueden estar viendo a alguien cercano a ellos dañar su cuerpo o lastimar a otros. Habla con claridad con tus hijos sobre estos temas y hazlo con las palabras adecuadas, pues no se trata de aterrorizarlos, pero sí de informarlos y de hacerles saber que a ti te interesan su seguridad y felicidad.
Conoce otra perspectiva sobre el tema aquí, Enseña a tus hijos a proteger su intimidad e integridad
4. Alguien está viendo o mostrando a otros fotografías o imágenes de desnudos
En la escuela, en la calle, o incluso en reuniones familiares, se dan casos en que niños y jóvenes mayores les muestran a los más pequeños fotografías e imágenes inapropiadas. Si alguna vez tu hijo ve que alguien lo está haciendo, o a él lo invitan a ver pornografía, tú debes de saberlo inmediatamente y poner una solución pronto.
No se te olvide o te dé temor hablar en casa de los peligros de la pornografía.
5. Alguien les ha pedido guardar un secreto que los hace sentir mal
Un maestro, un familiar o cualquier persona puede lastimar a tus hijos, así que adviérteles de este peligro, muéstrales cómo evitarlo, cómo pedir ayuda y sobre todo, a confiar en ti y avisarte tan pronto alguien les haga sentir incómodos.
Los hijos son nuestro más grande tesoro. Debemos ayudarlos a aprender a cuidarse y a defenderse cuando no estemos a su lado, pero sobre todo a confiar en nosotros y a decirnos lo que les pasa. Aun cuando se trate de las peores cosas que pudieran estar pasando, ellos deben saber que los amamos y que estaremos a su lado para respaldarlos y salir adelante.
Si te confían alguna cuestión, no la divulgues; si cometieron un error y te lo confiesan, no los regañes inmediatamente ni reacciones con gritos y recriminaciones; guarda la calma o nunca más volverán a confiar en ti y a platicarte sus asuntos.
Cuida como oro la confianza de tus hijos.
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