5 formas de lidiar con las críticas de los demás
No dejes que socaven tu autoestima, y actúa de inmediato.
Fernanda Gonzalez Casafús
Las críticas constantes que recibimos a diario de algunas personas socavan nuestra autoestima, al tiempo que hieren nuestros sentimientos. No es fácil lidiar con las críticas de los demás, pero es una tarea que nos debemos a nosotros mismos.
Cuando la crítica es buena, ayuda a construir, suma, y nos alienta a mejorar. Cuando la crítica es negativa, destruye y cercena nuestro amor propio. ¿Por qué nos importan tanto las críticas de los demás?
Dos tipos de críticas
Cuando hablamos de críticas tenemos que diferenciar crítica constructiva y crítica destructiva. Y es la segunda con la que debemos aprender a luchar. Cuando aprendemos a identificar de qué tipo de crítica se trata, decidiremos si la tomamos, o la dejamos.
De acuerdo a la psicoterapeuta Allison Abrams, la crítica constructiva no sólo es saludable sino que a veces es necesaria. Mientras que la crítica negativa sólo pretende herir, aunque debemos tener en cuenta de quién viene.
Cómo actúa el cerebro ante las críticas
Roy Baumeister, profesor de psicología social en la Universidad Estatal de Florida, en su artículo académico titulado “Lo malo es más fuerte que lo bueno”, expone de manera sustancial la forma en la que las críticas negativas nos afectan más que las constructivas.
En palabras del profesional, las malas impresiones y los malos estereotipos son más rápidos de formar y más resistentes a la confirmación que los buenos. Si nos sentimos amenazados ante algún hecho, o dicho, el cerebro genera la sensación de estrés, para mantenerlo atento. Por este motivo da la sensación que las emociones negativas nos importan más.
Mientras tanto, las críticas y emociones positivas son una recompensa para el cerebro y no lo ponen en alerta. Así, la sensación de placer en el cerebro tiene una duración corta. Es por este motivo que muchas veces quedamos anclados a las críticas negativas más que a las positivas.
Razones por las que la gente critica
Cuando alguien critica de forma despectiva su objetivo no es ayudarte a mejorar, sino herir. Por lo tanto, antes que nos afecte debemos preguntarnos por qué nos molesta tanto y también pensar qué es lo que está transitando esa persona para tener la necesidad de lastimar.
Según Melanie Greenberg, psicóloga, investigadora y oradora, las razones más comunes por las que la gente suele criticar a otras son:
– Sienten amenazado su espacio
– Su propia inseguridad los hace criticar
– Piensan que al criticar están ayudando
– Tratan de llamar la atención
– Prueban los límites de la persona a la que atacan
– Frustraciones personales proyectadas
– Cubren sus sentimientos con ira
– Buscan humillarte como forma de venganza
Qué hacer con ello
Cada uno decide si la crítica lo afecta o no. Lo importante es discernir de quién viene, pues de esa forma sabremos a qué atenernos. El otro día vi una frase que alguien compartió en las redes sociales, que decía “no aceptes críticas destructivas de alguien que no ha construido nada en su vida”. Y ciertamente, me dejó pensando.
Hay muchas formas de lidiar con las críticas negativas de los demás, lo importante es tener en cuenta que casi siempre las críticas negativas hablan más de la persona que critica que de la persona hacia la que va dirigida esa crítica.
1 Fortalece tu autoestima
Piensa en todas tus virtudes. En cuánto esfuerzo te ha costado llegar en donde estás. En cuánto tiempo te tomó bajar esos kilos. Y cuánto has luchado para que esa cicatriz de tu rostro se borre. Ama tu ser y ama a quien eres. Eres un ser único y especial. No dejes que nadie lastime tu amor propio.
Piensa que esas críticas rebotan en un espejo, donde la persona que te critica se está criticando a sí misma. No te compares con los demás ni dejes que los comentarios negativos ahonden en tu ser. Y si hay algo que quieres cambiar de tí, simplemente fíjate un objetivo y ve feliz hacia la meta.
2 Se leal a tus convicciones
Muchas personas intentarán debilitar tus ideales diciéndote qué deberías y qué no deberías hacer. Cómo debes comportarte, o si estás haciendo mal esto o aquello. Si entras en el juego, terminarás por darles la razón y acabarás pensando que todos esos comentarios llenos de maldad algo de razón tienen.
Sin embargo, quien te quiere, no te hiere. Sigue siendo leal a tus convicciones y procura no cambiar tu esencia para complacer a los demás. Sigue tu corazón y ciérrate ante aquellas personas que siembran el rencor.
3 Respira, y cuenta hasta 10 antes de contestar
A veces llega un punto en el que nos molesta tanto que nos critiquen, que queremos hacer algo al respecto. Queremos contestar, decirle a esa persona lo que pensamos y comenzar a hacernos valer. Pero en verdad, hay veces que se necesita un poco de sosiego y calma para sobrellevar las críticas y no dejar que nos afecten.
Entonces, respira. Cierra los ojos y limítate a contar hasta diez. De acuerdo a Mayo Clinic, respirar profundamente oxigena el cerebro y reduce el estrés. Así te preparas de mejor forma para poder hacer frente a las críticas y decidir si las tomas o las dejas.
4 Saca el provecho de ello
A veces las críticas negativas nos incomodan y nos impacientan porque hay un aspecto de algo que nos están diciendo que no queremos reconocer. Tal vez tu jefe te critique demasiado porque eres lento, o tu pareja te regañe porque el orden no es tu fuerte.
El punto es entonces pensar que aunque la persona podría elegir un mejor modo de decirnos las cosas, tal vez haya algo en lo que en algún punto tengan razón. Saca provecho de ello y mejora el aspecto que consideres debas mejorar. Eso sí, no dejes de conversar con quien te critica, para dejarle ver que la negatividad y los insultos no son la forma de hacerlo.
5 Abre la puerta al diálogo
La crítica negativa de las personas y los comentarios destructivos pueden ser una buena oportunidad para abrir la puerta al diálogo. Pregúntale a esa persona por qué dice lo que está diciendo. Pídele ejemplos, conversa seriamente y muéstrate interesado por saber qué es lo que piensa de ti.
Es una forma de dejarle ver que tu ego no manda, y que tienes la humildad de reconocer tus errores. Pero también es un acto ejemplificador, en el que estás enseñando que no todo se arregla por las malas o criticando de manera despectiva.
Lidiar con las críticas no es tarea fácil. Pero puedes hacerlo, y ello será sano para tu autoestima y amor propio.