5 hábitos que GRITAN que estás en una relación TÓXICA, pero que tú los ves como NORMALES
En este mundo moderno en donde ‘todos estamos conectados’, los seres humanos nunca se han sentido más solos. Haríamos todo por amor, incluso ver a estos 5 hábitos como normales.
Mariel Reimann
En este mundo moderno en donde ‘todos estamos conectados’ en casi todos los rincones del planeta, los seres humanos nunca se han sentido más solos. Haríamos casi cualquier cosa para tener a alguien a nuestro lado (pero de verdad), a alguien que nos ame y llene todos nuestros vacíos. En esta búsqueda hemos rediseñado las relaciones amorosas, llamando a lo malo, bueno, y a lo tóxico, normal.
Las relaciones amorosas se han comercializado, ventilado, hecho producto de publicidad en los medios sociales y hemos perdido el horizonte. Lo bueno es que siempre se puede volver a comenzar. El amor sigue siendo el mismo, y no tienes que cerrar el trato con nadie por migajas, tú te meres el cien por cien.
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Hay ciertos hábitos fomentados por el cine, los medios sociales y la percepción cambiante que tenemos de las cosas que se han generalizado y que a pesar de que sólo causan sufrimiento, son considerados ‘normales’.
1. La libreta de cuentas pendientes
Este fenómeno se da cuando una pareja lleva un ‘registro’ de todos los errores que cada uno comete, sólo para luego sacarlos en cara en el momento de una pelea (y una década más tarde si hace falta).
Este comportamiento es abusivo y si estás en una relación de este tipo, lamentablemente nunca saldarás tu cuenta. En este tipo de relaciones, los errores se pagan a cuenta gota y sirven de cheque en blanco para justificar los malos tratos, mal humor, insultos, discusiones sin una razón real, y falta de afecto por parte de la otra persona. Vives bajo un constante chantaje y viaje de culpas, y hagas lo que hagas, nunca serás absuelto del error que hayas cometido (por más pequeño que sea).
¿Qué hacer?
Las libretas de cuentas pendientes son un hábito sumamente tóxico simplemente porque evitan que sean capaces de resolver los conflictos de pareja en el momento en el que se produjeron, por eso, deben buscar una solución, perdonar lo que haya que perdonar y seguir adelante.
2. Los ataques con comentarios pasivos (el famoso comportamiento pasivo-agresivo)
Este hábito consiste en decir lo que quieres camuflado en oraciones que en apariencia no son reclamos, ni protestas, pero es todo lo contario. Se le llama pasivo-agresivo, precisamente porque la persona ataca con la apariencia de estar buscando la armonía.
Este hábito hace que la otra persona nunca sepa en qué lugar está pisando. Al no tratar el tema directamente y sin rodeos, esconden el mensaje en caso de que las cosas se salgan de control (evitando quedar como los culpables y quedando como la víctima). Este tipo de hábitos dice a gritos que hay serios problemas de comunicación y nadie puede ser feliz en este tipo de relaciones.
¿Qué hacer?
Mejorar la comunicación es algo que sí o sí debe pasar, y lo siguiente, es arreglar el tema de la confianza. Por lo general, estas conductas se dan cuando hay temas tabúes en la relación y cuando la otra persona no se siente lo suficientemente cómoda para enfrentarlos. Sin embargo, muchas veces, hay personas que simplemente se comunican de esta forma, y en ese caso las cosas se complican un poco más.
3. El chantaje constante
Esta situación se da, por lo general, cuando una de las partes se siente más segura de la relación que la otra. El que siente que tiene el control enfoca las demandas que quiere hacer, diciendo que si no haces esto o lo otro, lamentablemente van a tener que terminar con la relación. Nada genera más incertidumbre que esta situación y nadie puede vivir así y llamar a eso felicidad.
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El amor se da por completo o no se da. Eso es lo que es saludable, las permutaciones en el amor no funcionan. En una relación saludable, los dos quieren estar juntos y los dos trabajan por el mismo objetivo.
¿Qué hacer?
Debes enfrentar la situación y simplemente darle la cara a lo que no quieres ver. Si la persona a quien amas te amenaza con dejarte cada vez que tú no haces lo que él o ella quieran, entonces dile que le cumplirás el deseo (y que te irás). Sólo cuando ambas partes estén paradas con la balanza en equilibrio, una relación puede funcionar.
4. Proyectar
Esto se da cuando culpas a tu pareja de tus propias inseguridades, decepciones, y en general, de todas tus emociones negativas. Es un hábito tóxico en donde pones a la otra persona en un punto en el que corra para donde corra, siempre terminará siendo el culpable.
¿Qué hacer?
Cada uno tiene que tomar la responsabilidad de la porción que le toca. Es un poco como cuando hay una pelea entre niños, y un adulto llega para aclarar la situación, los niños no entran en razón hasta que queda establecido quién tuvo la culpa y de qué parte es culpable.
5. “Te celo porque te amo”
Millones de personas ven a los celos como una muestra de afecto, sin embargo lo celos son sumamente tóxicos, sin importar qué los produzca. Los celos pueden llegar a extremos que no se pueden manejar por nadie. Si todo lo que haga o deje de hacer tu pareja te causa celos, no es saludable.
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¿Qué hacer?
Mi abuela siempre decía que el que quiere ser infiel lo va a ser, sin importar lo que la otra persona haga para controlarlo. Teniendo en cuenta eso y que las estadísticas parecen estar de acuerdo con esto, por el bien de los dos y especialmente por el tuyo (si tú eres quien siente celos), deben trabajar en la confianza mutua, nadie puede llegar a buen puerto viviendo su vida así.
Mariel Reimann
Mariel Reimann estudió leyes en la Universidad de Córdoba, Argentina y vive en Salt Lake City, Utah. Es madre de dos hijas que son la luz de su vida.
