5 heridas que las mujeres causan a los hombres en el NOMBRE del AMOR

Las mujeres también lastimamos en nombre del amor. Descubre cuáles son las 5 heridas mas comunes que les causamos a los hombres.

Mariel Reimann

Internet está llena de información acerca de lo que los hombres les hacen a las mujeres y de cómo nos hacen sufrir, pero cuando damos vuelta la moneda, las cosas cambian. Los hombres y las mujeres nos equivocamos de igual manera, pero una de las grandes diferencias, es que los hombres, por lo general, no gritan su dolor a los cuatro vientos.

“Me mandó un texto pidiéndome que saliéramos pero yo no le contesté por que estoy saliendo con otro chico que realmente me gusta y quiero enfocarme en él. Al día siguiente me mandó otro texto en el que me pedía por favor que saliera con él. Aún no se lo contesté”, fue parte de una conversación que escuché sin querer entre dos mujeres.

Las mujeres también lastimamos en nombre del amor

1. El final puede esperar

Por naturaleza a nosotras no nos gusta lastimar a nadie y en nombre de ese amor al prójimo, muchas veces lastimamos más de la cuenta. Terminar una relación no es nuestra especialidad y no nos gusta hacerlo. Comenzamos a dilatar el fin enfriando las cosas de a poco y provocando incertidumbre en los hombres.

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Esta muerte a “fuego lento” puede ser totalmente evitada, siendo honesta con la otra persona y dejándolo en libertad para que encuentre su propia felicidad sin necesidad de sentirse miserable por un tiempo prolongado mientras trata de entender que es lo que está haciendo mal.

2. Los trapos sucios no se lavan en casa

Que feo que es el sentimiento de saber que alguien a quien amamos o que nos importa, ha estado hablando a nuestras espaldas. Equivocadamente las mujeres usamos nuestra amistad con otras mujeres para hablar de todo (con énfasis en todo) en busca de consejos para arreglar nuestra relación.

El problema radica en el hecho de que muchas veces nuestras amigas saben mas cosas de tu relación que tu propio esposo. Contamos las cosas mas embarazosas del hombre al que amamos, y una vez que lo hemos desparramado no lo podremos volver a juntar nunca. Y para colmar la situación esperamos que como por arte de magia los hombres se den cuenta de qué es lo que está mal, sin que nosotras lo comuniquemos.

3. El tratamiento del silencio

No hay nada peor que no saber qué es lo que está mal. Las mujeres somos muy propensas a no decir lo que está mal o lo que nos molesta de una situación y pretendemos que la otra persona se dé cuenta por si mismo. Nos decimos una y otra vez que si él te amara se tiene que dar cuenta de qué es lo que está mal, el problema es que nunca ha sido así y nunca lo será. Los hombres no se dan cuenta de las cosas que no decimos.

No hay necesidad de lastimar a alguien ignorándolo o tratándolo con frialdad solamente por que no se da cuenta de qué es lo que te molesta.

4. Decimos mentiras “blancas” y luego ventilamos las verdades negras

Toda la humanidad miente en nombre del amor. El problema es que las mentiras blancas no existen. Desde chicos aprendemos que mentir en nombre del amor está bien. Creemos en los Reyes Magos y cuando nos enteramos de la verdad sabemos que les mentiremos a nuestros hijos igual que nos mintieron a nosotros y así en nombre del amor lo seguimos haciendo.

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Ahora hay una gran diferencia entre los Reyes Magos y las mentiras que le decimos al ser que amamos “para no lastimarlo”, éstas, lo único que hacen es lastimar. Nunca deberíamos justificar ninguna mentira en nombre del amor. Mi abuela siempre decía “que la mentira tiene patas cortas”, y las tiene. Sino te gusta como te besa o como te acaricia, o la ropa que usa, o el corte de pelo, simplemente díselo, con amor pero dile la verdad. Con el tiempo notarás la diferencia.

5. Mostrar interés por alguien que en realidad no te atrae

Los juegos de manipulación a la hora de amar son cada vez más populares, y el número de víctimas sigue en aumento. Es tan común que las mujeres “usemos” a otro hombre para despertar celos, que casi ya no llama la atención. Nos olvidamos que la otra persona tiene sentimientos y que nuestras actitudes los confunden y los hacen desarrollar sentimientos por nosotras aún cuando sabemos perfectamente que no queremos absolutamente nada con ellos.

“Nunca hagas lo que no te gusta que te hagan”, era uno de los dichos favoritos de mi abuela cuando mis primos y yo nos peleábamos cuando éramos chicos. De alguna forma cuando hacemos estas cosas que sabemos que están mal, provocamos al destino y casi siempre esto regresa y nos muerde la mano. Que un hombre nos haya hecho sufrir no justifica que nosotras hagamos sufrir a alguien que no tiene nada que ver con lo que nos pasó. Las mujeres íntegras a la larga o a la corta recogen lo que siembran.

Mariel Reimann

Mariel Reimann estudió leyes en la Universidad de Córdoba, Argentina y vive en Salt Lake City, Utah. Es madre de dos hijas que son la luz de su vida.