5 motivos por los que no le compro una tablet a mi hija
Ella me pide una tablet y yo me niego, pero tengo mis motivos.
Fernanda Gonzalez Casafús
La tecnología es tan atractiva para niños como para adultos. Y aunque nos cueste reconocerlo, estamos perdiendo a nuestros hijos a manos de las pantallas.
No quiero sonar drástica, pero es una seria realidad. Tengo hijos pequeños y debo poner límites respecto del uso del móvil. “¿Por qué no me compras una tablet?” me dijo mi hija de 6 años. Muchas de sus amigas tienen, y ella considera que también ella debería tener una.
“¿Y por qué no tengo televisor en mi cuarto?”, me preguntó también. Y yo allí atajando preguntas sin que ninguna respuesta satisfaga a mi niña. Sería fácil comprarle la tablet y complacerla, ¿verdad?
Pero tengo mis motivos
La realidad, y según los expertos, es que la tecnología debería estar prohibida para menores de 12 años. Sin embargo, no podemos negar que hay videos muy didácticos y pedagógicos que ayudan mucho al aprendizaje del niño. Sólo hay que saber utilizarlos de modo correcto.
De acuerdo a un informe, la pantalla convierte a los niños en adictos psicóticos. Suena tan fuerte como la realidad misma. De acuerdo al Doctor Nicholas Kardaras, la tecnología es para los pequeños una “droga digital”, pues produce en el cerebro el mismo efecto que las drogas sintéticas. Y sabemos que quien cae en las drogas, cae en una adicción difícil de salir.
El efecto negativo de una alta exposición
Llevar el móvil o tablet en el auto, o en la espera del consultorio médico, o en un viaje, son acciones que parecen inocentes pero que esconden un serio riesgo. Cuando menos te des cuenta, tu hijo habrá pasado más horas con un dispositivo electrónico en la mano, que viendo por la ventana, o leyendo un libro, o jugando con su pelota o muñecas.
Además de la adicción propiamente dicha, si los niños pasan muchas horas al día en las pantallas, están perdiendo gran parte del mundo exterior. No nos olvidemos que la infancia es el momento donde descubrimos, exploramos, aprendemos, y donde más conexiones neuronales hace nuestro cerebro.
Mis 5 motivos
Tal vez más adelante mis hijos tengan su tablet, o su propio celular. Tal vez yo misma se los compre, o tal vez sus abuelos, quién sabe. Lo cierto es que, ahora, tengo mis motivos para negarme a su pedido.
- Quiero que la naturaleza y el juego absorban su mundo, y no las pantallas
- Quiero que entienda que aún es demasiado pequeña para algunas cosas
- La atracción de una pantalla grande será difícil de disuadir, por lo que quiero estirar al máximo posible ese momento
- Quiero que entienda que no se puede tener todo lo que uno quiere y que las cosas se consiguen con esfuerzo
- Me gustaría que pueda comprender que uno no siempre tiene que tener lo que los demás tienen
Es posible disuadir a tu hijo de la pantalla
A veces pedimos que nuestros hijos suelten el teléfono o la consola cuando ni nosotros mismos podemos hacerlo. ¿Sabes cuántas veces le dije a mi hija “espera” cuando estaba respondiendo un correo? Muchas. Y seguramente a tí también te suceda a menudo.
Entonces, a veces hay que parar, pensar y actuar. Demos a los hijos ese espacio que necesitan. Aunque reconozco que muchas veces me sienta cómodo que mis hijos estén algunos minutos al día mirando videos, también es cierto que hago esfuerzo para pensar técnicas y estrategias para quitar a mis hijos de la pantalla. y aquí te las comparto:
- Establecer horarios
Si desde que tu hijo es pequeño permites que mire videos a la hora de la cena, luego será difícil quitarlo. establece horarios concretos, y no permitas que el móvil esté sobre la mesa a la hora de la comida (y el tuyo tampoco).
- Colocar un cronómetro
Casi todos los celulares vienen con cronómetro incorporado. Deja que tu hijo vea su video, o juegue su juego favorito, pero sólo hasta que suena el “pip piiip” del reloj.
- Mostrarle lo que has encontrado en el patio
Esto me funciona de maravillas. Si quiero que mis hijos dejen el móvil, salgo al patio y actúo como maravillada ante un hallazgo arqueológico recién descubierto en mi patio (que suele ser un bicho bolita). Pruébalo, vendrán corriendo. Aplica también para otros hallazgos y descubrimientos en otras áreas de la casa.
- Dejarlo fuera de su vista
Si lo ven, lo querrán. Quita el móvil de la vista y en su lugar coloca un nuevo libro de cuentos, o fotos viejas de tu familia, o cosas que le llamen la atención. Cuando dejo el móvil cerca de ellos, siempre acudirán como primera opción. Deja que el móvil sea la última.
- Invitarlo a que te ayude
A los niños les encanta ayudar. Dales un trapo, una escoba o la aspiradora y dejarán el video que están viendo, para poner manos a la obra. Bueno, puede que Esto no aplique en hijos adolescentes. Y allí tendrás que utilizar las tácticas 1 y 2.
No dejes de alimentar su imaginación
La tecnología, en la mayoría de los casos, no deja que el cerebro de los niños trabaje, se expanda y se desarrolle. Nuestra misión es hacer que nuestros hijos aprendan y crezcan de la manera más sana posible.
Sal a dar un paseo. A pisar hojas crujientes en otoño. Apaga tu celular e invítalo a descubrir el mundo que se esconde en tu jardín. A conversar en la cena. A reir a carcajadas. Y a recordar tu propia infancia, cuando no existía la tecnología en la vida cotidiana.
Enséñale que hay vida detrás de la pantalla, y así crecerá valorando el tiempo que pasas con él y cuánto hiciste por su crecimiento.