5 pequeños detalles que le darán un sabor más especial a tu Navidad
¿A veces te sientes tentado a suscribirte al club del Grinch? Piénsalo dos veces y sigue estos consejos que harán de tu Navidad un tiempo memorable para ti y los tuyos.
Oscar Pech
Déjame te cuento un recuerdo de felicidad plena. Es la temporada navideña, yo tengo tres años y estoy sentado mirando las luces y las esferas del arbolito de Navidad. Fin del recuerdo. Y no sé por qué, pero me imagino que lo mismo pasa contigo. Hay un momento en que la Navidad genera, sobre todo en los niños, una magia con su ambiente, un sabor de hogar, un algo que hace todo más acogedor y le da un sabor más intenso a los días. Después, si uno se descuida, las cosas cambian: ya no es tanto el ambiente, sino la expectativa de los regalos y, si uno no se cuida, incluso degenera en los molestos regalos de compromiso social y en las fastidiosas compras de último minuto, para rematar, más adelante, en la soledad de añorar a los ausentes. Así, uno termina uniéndose al club de seguidores del Grinch.
Repito, si uno se descuida. ¿Qué hacer entonces para que la Navidad siga teniendo siempre ese sabor singular que hace de una casa cualquiera, El Hogar? Permíteme darte cinco consejos que no me fallan:
1. Busca música sacra
La música navideña ha venido a menos. Ha perdido el centro de lo que era la Navidad, que es celebrar el nacimiento de Jesús. Ahora hay literalmente centenares de opciones en Internet para escuchar música navideña. Te sugiero que no escuches cualquier música, sino aquella que hable de Cristo como El Salvador del mundo. Sin duda eso le dará un sabor especial a estas fiestas.
2. Ten detalles de altruismo
Busca algún vecino con más necesidades económicas que las tuyas y prepara algo para él y su familia: unas galletas horneadas en casa, algunos juguetes (sí, aunque sean sencillos, aunque sean de segundo uso) para sus niños, algo que implique un poco de sacrificio para ti y que satisfaga las necesidades de esa familia. Ya verás cómo eso enriquece mucho tu Navidad, y la de tus niños: así es como les enseñarás a dejar de lado el orgullo y a encontrar felicidad en el servicio.
3. Busca crear (y disfrutar) de las reuniones familiares
Sí, todos tenemos un tío, primos, cuñados muy diferentes a nosotros y con los que no es fácil convivir. Pero si te preparas mentalmente, diciéndote: “Es Navidad, y no me voy a irritar cuando mi tía critique mis…” (y aquí pones lo que sea: tu ropa, tus ideas, tus hijos, tus modales, etc.), y te preparas para disfrutar, verás que todo va a ser de veras MUY diferente en tus reuniones familiares. Sé paciente: ¡Es Navidad!
4. Lee Canción de Navidad, de Charles Dickens
Si tienes niños pequeños, léeles un capítulo diario a lo largo de diciembre antes de que se duerman. No solo léelo: analiza al personaje de Ebenezer Scrooge: Él es todos nosotros, que hemos permitido que el dolor nos endurezca, y necesitamos del poder sanador de la Navidad, para tomar de nuevo el sabor de la vida.
5. Lee Lucas 2 y Mateo 1 y 2 con tu familia
Haz esta tradición: cada año en esta temporada lee estos tres capítulos de la Biblia con tu familia. Eso ambientará sin duda tu hogar.
La experiencia me ha enseñado que siempre en esta vida, de cosas pequeñitas y sencillas, vienen grandes cosas, ya para mal, ya para bien. Un poco de egoísmo, un poco de desconsideración, pueden arruinar esta maravillosa temporada. De la misma manera, acaso estos pequeños detalles puedan ayudarte a que tú mismo encuentres cosas que puedes hacer en tu familia, para que esta temporada sea inolvidable, llena de esos pequeños detalles que harán que tu familia la atesore, como un momento de felicidad que iluminará su futuro con sonrisas dulces.