5 señales que te dirán que estás oxidada en el amor
¿Piensas que el amor no existe? Tal vez estés oxidada en el amor, descúbrelo.
Adriana Acosta Bujan
¡Yo no nací para amar!, ¡Aprovecha el tiempo del enamoramiento, porque luego se acaba pronto!, ¡Todas las personas que conozco me dan flojera!, ¡Mejor sola, que mal acompañada! Estas son algunas frases que podrían indicarte que has dejado de tener motivación para encontrar el amor.
Muchas veces las malas experiencias amorosas del pasado nos han dejado heridas profundas en el corazón, tanto así, que ahora sentimos mucho miedo, desilusión y desconfianza cuando conocemos a una persona que nos atrae.
Fueron tan crueles con nosotros que preferimos ocultar los sentimientos y emociones para evitar que nos vuelvan a lastimar, pues no es sencillo sanar las heridas de una ruptura amorosa. Sin embargo, aunque queramos ocultarlo, nuestro corazón pide a gritos buscar una compañía, pero ya no sabemos por dónde buscar, porque ya no creemos en un amor real.
¿Oxidada en el amor?
Estar oxidada en el amor no solo es dejar de emocionarte por conocer a alguien. El psicoterapeuta en relaciones de pareja, coach y conferencista Mario Guerra lo define como “estar en un estado de estancamiento”, es decir, perder motivación para buscar una pareja, tras haber experimentado situaciones frustrantes, dolorosas y repetitivas en la vida amorosa.
Sí, puedo asegurar que todos podemos hemos estado estancados en el amor, en un periodo de tiempo razonable, pero cuando este tiempo se prolonga y se deja de buscar pareja creyendo que el amor no es para uno, es cuando podríamos estar perdiéndonos grandes oportunidades.
Ahora bien, las señales que te dirán si te encuentras oxidada en el amor son:
1. Aislamiento
Reconozco que estar en casa y en soledad es uno de mis pasatiempos favoritos, en realidad lo disfruto demasiado. Pero una cosa es tener esos momentos para consentirte y otra cosa es que ya no tengas interés en relacionarte con nadie.
Cuando estás oxidada en el amor, perderás el interés por asistir a las reuniones, fiestas y compromisos sociales. Pondrás muchas trabas y te justificarás con tal de no salir de tu casa, incluso, dirás que ya no quieres conocer a nadie, que ya no te interesa nadie y que te da flojera.
Dejarás de tener todo tipo de contacto social, evitarás tener cualquier tipo de una plática con personas del sexo opuesto, a menos que sean tus amigos y nada más.
2. Desconfianza absoluta
¡Él es tan guapo, no creo que se fije en mí!, ¡Seguro solo quiere tener relaciones sexuales!, ¡Capaz que me roba o secuestra!, ¡Solo quiere jugar conmigo! Lo malo es que esas afirmaciones las crees fielmente, que tú misma te estas saboteando, impidiéndote ser feliz o por lo menos conocer a más personas, tal vez puedas encontrar el amor o tener una buena amistad.
Deberás trabajar más en ti, confiar en las personas y poner límites cuando creas que se están pasando contigo. Recuerda no juzgar a la primera de cambio y no solo te fijes en las apariencias, sino date la oportunidad de conocer más a fondo a las personas, cómo es su vida, sus amigos, su trabajo, etc.
3. Ignoras todas las oportunidades
Muchas veces nuestro corazón nos grita que no queremos estar solas, pero nuestras actitudes y comportamientos hacen todo lo contrario, pues minimizamos e ignoramos todas las señales que una persona nos da, que demuestran cierto interés en nosotros.
Ten en mente que las oportunidades no son muchas, así que mantente alerta, no alejes a esa persona que es amable contigo, que quiere conocerte, que te invita a salir. ¡Déjate consentir! ¡Te lo mereces!
4. Expectativas irreales
Deberías dejar de creer en los cuentos de Disney, porque la realidad es que no existen príncipes encantadores o que rescaten a las princesas. Incluso, nadie vendrá a tocar tu puerta para decirte que se quiere casar contigo, sin ni siquiera conocerte.
Como diría mi padre: “Mantén tus pies en la tierra”, no busques en una pareja cosas que no encontrarás, recuerda que todos tienen defectos y virtudes, que nadie es perfecto, que lo más importante es cómo te traten, cómo son contigo y el amor que recibas. ¡No idealices!
5. Heridas no sanadas
Lamentablemente, hay personas que se sienten tan heridas y frustradas que sin darse cuenta alejan el amor de una pareja. Su dolor es tan profundo que ya no desean volverse a relacionar con nadie. Sin embargo, toma en cuenta que todos somos distintos, que somos únicos y que nadie es como otro, no compares, ni te dejes envolver por tu dolor.
Piensa en ti, en lo que quieres, aprende amarte a ti misma para que recuperes tu autoestima, seguridad y confianza. De esa manera vibrarás alto, tendrás una energía positiva todo el tiempo y sin esperarlo, atraerás como un imán a cualquier persona a tu vida.
Desoxídate del amor, sacúdete, deja de estar estática y mueve, evoluciona, busca para encontrar la compañía de una pareja, repite siempre en tu mente “Yo merezco que me amen”, “El amor sí existe”, “Estoy lista para recibir todas las bendiciones”.