5 trucos para que tus hijos hagan la tarea
Propongo algunas ideas para que los padres de familia no tengan problemas para que sus hijos puedan realizar las tareas dejadas en clase, no solamente con estrategias viejas, sino con fundamentos que hagan crear conciencia en el alumno.
Erika Gaytán
La tarea (el deber) es la actividad que ayuda a tu hijo a repasar (aprender-reaprender) lo visto en clase, pero que para ti, como madre, puede significar un verdadero dolor de cabeza. Además, convencer a tu pequeño para que cumpla con su obligación como estudiante no es un trabajo fácil para muchos padres; es una larga labor de infundir ánimos y convencimiento.
Con el solo hecho de asistir a clases los infantes creen que ya cumplieron con su responsabilidad como hijo-estudiante, por lo que hacer un “extra” en casa les parece un “abuso” escolar, porque el hogar es para descansar no una extensión de la escuela. En atención a ello, te comparto unos prácticos consejos para que tu hijo haga sus deberes (su tarea) sin problemas:
1. No es un castigo
Para muchos niños la tarea no significa otra cosa que un castigo del maestro; si partimos de esta perspectiva el pequeño, con solo escuchar esa palabra, cambia su actitud y se vuelve renuente para hacerla. Por ello, es importante que como mamá expliques la función de este trabajo extra asignado por el docente, cuyo fin es reafirmar lo visto en clase como una especie de repaso en casa.
2. Descanso previo
Reposar antes de hacer tarea siempre es conveniente. Este puede ser por medio de una siesta breve, hacer deporte, juegos de mesa, ver algún programa o película, o simplemente dar un paseo corto. La distracción va depender de la edad del pequeño, de horarios, aficiones, etcétera. El objetivo es que su cerebro descanse y se distraiga para después retomar lo visto en clase, a fin de que quede almacenado en su memoria.
3. Horarios diversos
Hay padres de familia que establecen horarios desde la llegada de su hijo a casa (de vuelta de la escuela) hasta que se duerme, y sin duda esta es una buena opción; sin embargo, al paso del tiempo se puede convertir en una rutina aburrida, que lejos de motivar puede crear todo lo contrario, por lo que te invito a variar, con cuidado eso sí, tus horarios ya establecidos.
4. Tarea guiada, no elaborada
Es conveniente que desde los primeros años de su vida escolar el infante haga el esfuerzo de hacer la tarea de manera individual, es importante que lo apoyes pero sin hacer su trabajo. Trata de acompañarlo en sus tareas viendo lo que hace, enaltece sus aciertos e incítalo para que mejore.
5. Motivación
Esta estimulación puede aplicarse de diversas formas: cuando tu hijo haga su quehacer escolar, tú también ocúpate con la lectura de un libro o realiza labores en casa, y hazle saber ver que tú también tienes obligaciones que debes cumplir por el bien común; si tiene hermanos pueden hacer competencias en cuanto a velocidad y eficacia; un postre, una salida, un regalo, un rato más de juegos… en fin, como premio, eso puede variar de acuerdo con tus circunstancias y tus posibilidades.
Es conveniente tener un lugar especial para hacer sus actividades escolares, o mínimo las condiciones más óptimas. Asegúrate de que tenga suficiente luz, ventilación, una mesa limpia, una silla cómoda y su material completo. Es recomendable que le des un vaso de agua antes de empezar para que oxigene su cerebro y le resulte más sencillo trabajar. (Si tu hijo es un adolescente, dale antes y durante su trabajo el agua para tenerlo más despierto).
No dejes que vea la tarea como una obligación sino como parte de su enseñanza educativa para que, al paso del tiempo, la haga solo y con gusto. Incentivarlo y dirigirlo en esta dirección es una tarea tuya.