6 consejos de una víctima de acoso cibernético

A tan solo unos meses de haber terminado la carrera ella se encontraba ilusionada y nerviosa, lejos de casa. Poco podría imaginar que, entre los muchos retos que habría de enfrentar, se encontraba el acoso cibernético.

Pilar Ochoa Mendez

A tan solo unos meses de haber terminado la carrera, P. era una joven profesionista que se encontraba ilusionada y nerviosa incorporándose a un nuevo empleo lejos de casa. Nunca habría imaginado que entre los muchos retos que tendría que enfrentar en lo personal y profesional, se encontraba el acoso. Lo sé, porque esa joven profesionista soy yo.

Al principio fue casi imperceptible. Acordé encontrarme con un amigo en un parque cercano a casa para asistir a un concierto de jazz. Aunque una coincidencia poco común en una ciudad tan grande, no me extrañó encontrarme a un colega del trabajo. Como estaba lejos de casa —y aún no existía WhatsApp— me comunicaba con mis amigos y familia, en mis ratos libres, con ayuda de la computadora de la oficina. Miraba videos en YouTube, usaba Messenger, Facebook y correo electrónico. Una tarde en que varios de la oficina salimos a comer, comenté en voz alta que era cumpleaños de uno de mis hermanos. “Lo sé, —contestó ese colega— eso dice su perfil en línea. Me cae bien, me gusta la música que escucha”.

Como te podrás imaginar, me quedé fría. Esa fue la primera muestra de acoso. A partir de la cual a cada momento presumía frente a mí todo lo que sabía de mi vida y mi familia: el estado de salud de mis papás, el nombre de los amigos que había hecho en esta nueva ciudad, incluso llegó a recitarme mis contraseñas de correo.

Relee: ¿Será que Internet es mucho más peligroso de lo que creemos?

Me he decidido a compartir esta historia contigo para hablarte de lo que se conoce como Huella Digital, en inglés Digital Footprint y que consiste en el registro de cada una de tus acciones en la red. ¡El registro de cada una de las acciones de tus hijos! Como podrás imaginar, todo lo que mi colega aprendió sobre mí, de alguna forma yo se lo hice saber. Les he contado esta historia a mis alumnos compartiendo las siguientes recomendaciones, que estoy segura pueden ayudarte a cuidar tu Huella Digital y con ello, tu seguridad y la de tu familia dentro y fuera de la Red.

1. Aprende acerca de cómo funciona la red

¿Sabías, por ejemplo, que cada vez que ingresas a Internet dejas un rastro? Los sitios que visitas, las búsquedas que realizas, las fotos, videos o música que bajas. Todo queda registrado en algún sitio.

2. Todo lo que está en Internet, puede volverse público

Es más, todo lo que esté en un medio digital es susceptible de ser violado o hackeado. Es muy importante que estés consciente que, si no estás dispuesto a que algo se haga público, entonces no lo subas a Internet.

3. Búscate a ti mismo

Escribe en el buscador de tu preferencia tu nombre completo, apodos, todos los nombres por los que eres conocido. Escribe las palabras entre comillas para encontrar esa combinación exacta de palabras y lee con atención todo lo que existe sobre ti en la red. Puedes realizar también una búsqueda de imágenes con tu foto.

4. Revisa tus redes sociales, cada una

Cada vez existe más conciencia acerca del derecho a la privacidad y distintas aplicaciones han incorporado opciones que te permiten decidir quién tiene acceso a tus datos, lista de contactos, fotografías y más. Conoce tus derechos como usuario de Internet.

5. Limpia tus redes

Elimina fotografías, mensajes o vínculos que no te gustaría que se volvieran del dominio público. La mayoría de las grandes compañías pueden ayudarte a eliminar información donde no quieras ser mencionado. Así mismo, cambia tus contraseñas con frecuencia y no las compartas.

6. Habla con tu cónyuge, tus hijos o alumnos

Explícales cómo casi todas las páginas de Internet recolectan información personal acerca de sus usuarios y la guardan durante años. Hazles saber que, cada vez más, universidades y empleadores revisan el historial de cada persona antes de aceptarlos. Explícales qué es y cómo pueden monitorear la huella que dejan en el mundo digital.

Si quieres saber más al respecto, te invito a conocer los cuatro peligros que tus hijos enfrentan en Internet.

Me encanta usar Internet y no le tengo miedo. Creo que es como el mar: lleno de maravillosas posibilidades y si no nos acercamos a él con precaución, es potencialmente fatal. De aquél colega no sé mucho, pero sé que si él o alguien más decidiera husmear en mi vida, yo decido qué va a encontrar.

Pilar Ochoa Mendez

Pilar es pedagoga, está convencida de que su forma de cambiar al mundo es a través de la familia y la educación. Le encanta leer, mirar televisión y una buena discusión, incluso cuando no gana.