20 señales de que tú eres la mejor madre del mundo para tus hijos

¡Lee esta lista y comienza a respirar más tranquila!

Mariel Reimann

Ser una buena madre ha sido la presión más grande que hemos tenido las mujeres desde el comienzo de los tiempos. En la era de los medios sociales en donde el mundo los invade con fotos llenas de niños felices haciendo todo tipo de actividades y con madres que parecen sacadas de la tapa de una revista, saber si estás haciendo bien tu trabajo, a veces, es difícil.

Como madre de dos pequeñas (10 y 6 años) siempre me pregunto si les estoy dando lo mejor, si estoy cubriendo sus necesidades, si les estoy dando la educación correcta, y podría seguir agregando preguntas a esta lista por un buen rato. Pero no es para menos, tengo bajo mi cuidado a dos ángeles y la felicidad de ellas es lo más importante en mi vida.

Por eso decidí hacer esta lista de las cosas que son verdaderamente importantes en la felicidad de nuestros pequeños, y si las estamos haciendo, podemos comenzar a respirar más tranquilas.

  1. Tus hijos ríen la mayor parte del tiempo.

  2. Les enseñaste la importancia que tiene compartir, por más que les haya costado, consideras importante que sepan que cuanto más den, más tendrán.

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  3. Decirles que NO cuando es debido es parte de tu estrategia al criarlos; aunque a veces no darles con el gusto y tener que verlos llorar, te duela más a ti que a ellos.

  4. Les enseñas que hay 4 palabras mágicas en el mundo que dichas con intención pueden abrir cualquier puerta en la vida. Perdón, gracias y por favor, forman parte de su vocabulario diario.

  5. Su bienestar físico está antes que el tuyo. Eres la última en acostarte, la última en arreglarse a la hora de salir, y la última en servirse la comida.

  6. Cuando algo les duele, o los lastimó, nada es mejor que la falda o el hombro de mamá.

  7. Los rescatas de los fantasmas, de los duendes que se esconden debajo de la cama, de la oscuridad, de esos sueños que los despiertan llorando, de los truenos y del ruido del viento.

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  8. Abrazarlos es tu deporte preferido, y cortar el abrazo, más difícil que levantarte de la cama en tu día libre.

  9. No importa lo cansada que estés ni lo largo que haya sido tu día, siempre encuentras esa reserva extra para pasar tiempo con ellos.

  10. Los amas tanto, que no te importa que ya no sean pequeños, igual los besas delante de todos sus amigos.

  11. Ellos saben que tú eres, y siempre serás, su mejor amiga, pero que ante todo, eres su madre, y estás en este mundo para enseñarles todo lo que sabes de la vida.

  12. Tu esposo a menudo se refiere a ti como la “mujer orquesta” y no se explica cómo puedes hacer todo lo que haces, y cuando parece que ya no puedes más, uno de tus hijos llora y tú estás nuevamente al pie del cañón.

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  13. Dejas pasar los errores que no son importantes y les remarcas los que lo son.

  14. Entiendes que a veces lo que tú les dices no les gusta y que se pueden enojar tanto contigo que hasta te dicen que ya no te quieren más. Tú sabes que con el tiempo (que a veces puede tratarse de tan sólo unos segundos) ellos entenderán por qué hiciste lo que hiciste.

  15. Te esperan aunque estén cansados para que les des el beso de la buena noche.

  16. Te dicen que te entienden cuando te ven que ya no puedes más.

  17. Buscan oportunidades para ayudarte, y aunque sus pequeños cuerpitos sólo les permitan hacer muy poco, para ti su ayuda tiene más valor que la ayuda que podrías obtener de las personas más especializadas del mundo.

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  18. Son tu último pensamiento antes de quedarte dormida y el primero cuando te levantas.

  19. Están constantemente en tus oraciones, y sin excepción, cuando se trata de tus pequeños, no tienes ninguna duda de que los milagros existen.

  20. Les dices que todo estará bien.

  21. Les enseñas la importancia de la fe.

  22. Los amas más que a nada en este mundo.

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  23. Sabes con cada parte de tu cuerpo y alma que ellos te aman a ti.

Ser una buena madre para tus hijos no tiene nada que ver con lo que les compres, con lo que les regales o con las vacaciones y parques a los que los lleves. Ser una buena madre es saber que les estás dando lo mejor de ti, y que la felicidad de tus pequeños ángeles, es lo más importante en tu vida.

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Mariel Reimann

Mariel Reimann estudió leyes en la Universidad de Córdoba, Argentina y vive en Salt Lake City, Utah. Es madre de dos hijas que son la luz de su vida.