3 factores que pueden fomentar los berrinches en tu hijo

¿Te has preguntado si tú misma como madre fomentas con tus acciones cotidianas los berrinches de tu hijo? Descúbrelo aquí.

Yessica McGregor

Mi hijo no me hace el menor caso, se tira al suelo, llora, grita y patalea cuando le prohíbo hacer algo o cuando no quiere bañarse o vestirse antes de salir. Esta es una queja que escucho constantemente en muchas madres. Incluso, si tú, lectora, eres mamá de un pequeño en edad preescolar y primeros años de primaria, con seguridad vives constantemente esta situación. Pero, ¿te has preguntado si tú misma, como madre fomentas los berrinches de tu hijo?

Descubre en este artículo los factores que pueden impulsar los berrinches de tu hijo.

En las entrañas del berrinche

¿Qué es? Es uno de los recursos más utilizados por los niños para expresar su frustración, enojo, tristeza o inconformidad ante alguna circunstancia que les resulta desfavorable. Se manifiesta a través de gritos, llantos, manoteos, e incluso, en casos extremos, algunos niños pueden llegar a orinarse encima o a vomitar por el coraje. Los berrinches surgen como un intento de independencia por hacer valer sus deseos y opiniones, pero cuando no encuentran las palabras ideales para expresarse, optan por el berrinche: lloran, gritan, patalean.

Suelen suceder entre los 3 y 6 años y se presentan porque el niño no quiere obedecer o se le impide hacer algo en lo que encuentra gusto. También surgen como técnica de manipulación hacia los padres, en un intento de “tomarles la medida” y obtener algún beneficio o atraer su atención.

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Factores que lo detonan

Para poder solucionar este problema, primero debes conocer cuáles son las causas que lo ocasionan. Entonces, identifica si en tu casa están presentes estos tres factores cotidianos que pueden fomentar los berrinches en tu hijo:

1. Cultura de la sobreprotección

Existen ciertas características que diferencian a un hogar latino. Nuestra cultura se distingue de las demás al ser generalmente cálida y amorosa. Los hogares latinoamericanos se enfocan en la niñez, incluso los padres, los abuelos y a veces hasta los tíos hacen hasta lo imposible por mantener contento a un niño.

Al escuchar el llanto de un pequeño se busca evitar a toda costa su infelicidad, por lo que algunos padres suelen ceder a los berrinches y le dan al niño de inmediato aquello que quiere. Sin embargo, este esfuerzo exagerado por hacer feliz a tu hijo y aceptar sus peticiones sin más, puede reforzar su actitud berrinchuda porque el pequeño aprenderá a exigir sus necesidades por medio de gritos. Es necesario que seas más firme en la educación de tu hijo, ya que desde temprana edad necesita desarrollar cierta tolerancia a la frustración.

2. Falta de empatía

Muchas madres suelen cometer el error de seguir tratando a su hijo como un bebé que no entiende de razones y no se han dado cuenta de que su pequeño está creciendo y formando su propia personalidad e independencia. Evita este error y comienza a ponerte en el lugar de tu hijo, no lo obligues a hacer las cosas, te recomiendo, mejor, convencerlo y explicarle las razones por las que debe actuar de forma correcta.

Hazle saber desde antes las consecuencias que puede traer no obedecer, de este modo se sentirá respetado, escuchado y comprendido. No olvides que debes ser paciente, ya que tu hijo aún no sabe expresar al cien por ciento sus emociones, por lo que es normal que en algunas situaciones se desespere, llore o grite al no saber dar cauce a sus deseos o sentimientos.

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3. Aprenden con el ejemplo

Los berrinches siempre se suelen relacionar con los niños, porque ellos “los hacen”; sin embargo, muchos adultos son incapaces de controlar su enojo y expresar sus sentimientos. Los padres no son perfectos, por lo tanto también pueden tener arranques y rabietas parecidas a las de los pequeños.

De manera que es importante considerar que tu hijo aprende por medio tu ejemplo, y si así es, genera en casa un ambiente de autocontrol en el que se practique la inteligencia emocional. Fomenta el respeto a cada miembro de la familia y evita comunicarte y pedir las cosas por medio de gritos.

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Por último, me gustaría decirte que estoy consciente de que la etapa de los berrinches puede llegar a ser muy complicada, pero a medida que tu hijo vaya creciendo podrá controlarse y manejar mejor las cosas. Si eres perseverante, con el paso de los años te darás cuenta de que todo tu amor y educación han formado a un hijo ejemplar.

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En esta tarea, te puede ayudar leer: Tácticas efectivas para controlar los berrinches de tu hijo

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Yessica McGregor

Yessica es Licenciada en Ciencias de la Familia. Es orientadora familiar y actualmente se dedica a impartir cursos sobre temas de familia. Su vocación más profunda es ayudar a los demás. Contacto a través de Twitter: @YessicaMcGregor