¡Esto es lo que haces con el futuro de tus hijos cuando les das nalgadas!, según la ciencia

Las opiniones en cuanto al tema son muy diferentes, pero la ciencia llega a una conclusión que como padre debes saber. ¡Tal vez te haga cambiar de opinión!

Mariel Reimann

Para ser cien por ciento honesta, mi madre nunca me dio una nalgada, a pesar de que muchas personas le sugerían que lo hiciera. Según la ciencia darles nalgadas a tus hijos o si tú recibiste nalgadas durante tu niñez, entonces tu personalidad ha sido afectada.

Padres alrededor del mundo usan los castigos físicos con la intención de corregir las malas conductas de sus pequeños; es una práctica que ha existido por decenas de años. Las opiniones en cuanto al tema han sido siempre muy diferentes. He escuchado líderes religiosos apoyar esta práctica, he escuchado al pediatra de mis hijas a favor, y a mi madre, en contra. La ciencia luego de un estudio exhaustivo ha llegado a una conclusión: Las nalgadas sólo malograrán el futuro de tus hijos.

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Las consecuencias

La consecuencia más inmediata que crea el “castigo físico” (refiriéndonos sólo a las nalgadas, y no al abuso físico) es la rebeldía. De acuerdo con los resultados del estudio realizados por la Universidad de Texas y la de Michigan, las nalgadas provocan “una actitud desafiante hacia los padres y un incremento en comportamientos anti-sociales, agresión, problemas mentales y dificultades cognitivas”.

El estudio abarcó a 160,000 niños que fueron estudiados a lo largo de medio siglo, de acuerdo con la publicación del Journal of Family Psychology. Es importante que tengamos en cuenta que este estudio sólo consideró una nalgada o bofetada a la acción cometida por parte del adulto con la mano abierta, de acuerdo con una declaración dada por una de las investigadoras, Elizabeth Gershoff.

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Los resultados de las nalgadas son exactamente opuestos a lo que los padres que siguen esta práctica están tratando de lograr. En lugar de corregir la conducta que los padres están tratando de enseñar, se comienza a producir un daño a nivel mental en los niños y las consecuencias se extienden por el resto de la vida, a menos que reciban un tratamiento.
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Lo peor de todo

Al comparar las consecuencias que dejan las nalgadas con el abuso físico infantil, la diferencia es cero. Ambos tipos de prácticas dejan consecuencias a veces irreversibles en la vida de nuestros hijos.

“Nosotros como sociedad pensamos que las nalgadas y el abuso físico son comportamientos muy diferentes. Sin embargo nuestro estudio demuestra que las nalgadas están negativamente ligadas a los mismos resultados del abuso, con una diferencia muy mínima”, explicó Gershoff.

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Sabemos que está mal pero se lo seguimos haciendo

Los números son alarmantes si pensamos en el impacto en la vida y en el futuro de nuestros pequeños. Según una encuesta realizada en 2002 por la Universidad de Carolina del Norte, el 80% de los niños en edad pre-escolar ha sido castigado físicamente y casi la mitad de los niños de entre 8 y 9 han sido golpeados por sus padres con un objeto.

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En Estados Unidos, las nalgadas o este tipo de práctica para disciplinar a tus hijos es legal, sin embargo si tenemos en cuenta este estudio y las consecuencias que esto deja en sus vidas, te hace pensar en que tal vez sería bueno que los países lo prohibieran.

No tengo ni idea de cómo hubiera sido mi vida si mi madre me hubiera dado nalgadas cuando niña, pero si sé que estaré para siempre agradecida por la paciencia que me tuvo al criarme sola. Lo que también sé es que el hecho de que mi madre nunca me pegó me impulsó a ser exactamente igual con mis hijas, a pesar de que mi esposo estaba en contra de pensar que a los niños no hay que pegarles, algo con lo que el pediatra de mis hijas estaba de acuerdo.

No voy a negar que a veces es muy fácil perder la paciencia, pero vale la pena hacer el esfuerzo de no agredir físicamente a nuestros pequeños. Ellos dependen cien por ciento de nosotros y si los agredimos físicamente no hay nada que puedan hacer, el sólo pensar en el dolor o miedo que les causamos en ese momento me paraliza. Cuando no podemos con una situación es mejor salir afuera, respirar aire fresco, pensar con claridad y luego hablar con ellos.

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Mariel Reimann

Mariel Reimann estudió leyes en la Universidad de Córdoba, Argentina y vive en Salt Lake City, Utah. Es madre de dos hijas que son la luz de su vida.