4 aniversarios que jamás puedes olvidar con tu pareja

El amor se fortalece con los detalles que nacen del corazón. Procura reforzarlo continuamente celebrando los momentos más importantes que has vivido en tu relación con tu esposo.

Marilú Ochoa Méndez

¿Te has sentado alguna vez frente a una fogata? El calor que da es algo especial. No es solamente calor físico, sino que el hecho de generar, cuidar y observar el fuego crea un ambiente particular que fomenta la unidad, las reflexiones y la convivencia. Seguro has visto cómo se mantiene encendida una fogata: es preciso estar presente, para garantizar su cuidado. Cuando la madera esté casi convertida en cenizas, debes ir moviendo los troncos, y colocando los que aún no se han quemado en la estructura principal.

Me gusta comparar el amor de pareja con ese fuego cálido y reconfortante. Y hoy quiero hablarte de un acto particular que te ayudará a mantener encendida la calidez y unidad en tu matrimonio: celebrar con tu marido tus bendiciones, traerlas al presente, agradecerlas y capitalizarlas para superar los múltiples retos que se nos presentan a los matrimonios de hoy. Permíteme compartirte las siguientes sugerencias:

1. Celebra tu aniversario de novios

¿Recuerdas cuando se hicieron novios? ¡Al fin habías encontrado al “amor de tu vida”! Algo en tu corazón te dijo: “Éste es el bueno”, y decidiste darle el sí.

Ese proceso de noviazgo, fue la antesala más hermosa al proyecto más importante de sus vidas. Es importante darse un tiempo cada año para celebrar a los culpables de su encuentro: tal vez un amigo en común, un viaje, un familiar, o una simple casualidad, que más bien me gusta nombrar causalidad o “Diosidencia”. También recordar ese primer beso, la primera salida juntos, las primeras sorpresas y detalles, y ¿por qué no? los primeros pleitos.

Relee: 3 cosas que debes hacer para que tu esposo nunca olvide tu aniversario.

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2. Celebra tu aniversario de bodas

¡Por supuesto! No puede faltar celebrar el día que se dieron el sí ante Dios y sus seres queridos. Ese día marcó el inicio del camino que los une hoy. Recuerda las promesas que se hicieron, la ilusión del comienzo de una nueva vida, la primera vez que durmieron juntos. Lo que no conocían el uno del otro, y cómo la intimidad creció para convertirlos en uno solo.

3. Celebra la llegada de los hijos o su ausencia

Esta bendición es un regalo inmerecido que es preciso valorar en su justa dimensión. Tus hijos son una mezcla hermosa de ambos, y se nutren del amor que a diario comparten tu esposo y tú. Sus sonrisas se sostienen cuando su amor se manifiesta en decisiones, más que en sentimientos. Gracias a ellos has aprendido a dar mucho más de lo que creías posible, y has descubierto lados tiernos y especiales que no conocías de tu marido. ¡Festeja si cuentas con esta enorme bendición!

Pero también: si no has recibido este gran regalo, celebra la unidad que se ha generado a través de superar las pruebas que les han tocado. Si has perdido un bebito, celebra la bendición fugaz de su vida, que su pequeña alma se encuentre ya en brazos de nuestro Padre, sin haber pasado por este valle de lágrimas.

Relee: Lo que nunca debes decir a una pareja que no ha podido tener hijos.

4. Celebra la adversidad

Celebra ese momento que los ha hecho cambiar, madurar y ser más fuertes. ¿Has vivido momentos duros? ¿Una crisis económica? ¿La enfermedad de un hijo? El tercero de mis hijos sufrió a los siete meses una severa obstrucción en vías urinarias, y luego de estar con más de ocho especialistas que no encontraban lo que tenía, encontramos a un excelente nefrólogo y mi bebé se recuperó milagrosamente. Para mí, cada 9 de junio es un recordatorio del gran regalo de su vida y la vida de mis demás hijos, del poder de la oración, de lo reconfortante que es contar con amigos y familiares que nos acompañaron, y eso nos ayuda a valorar que si tenemos desorden, paredes llenas de manitas y Chocomilk, es porque Dios nos ha dado el regalo de mantener a nuestros hijos con vida cerca de nosotros.

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Louis de Wohl, escritor alemán del siglo XX, al escribir la vida del español Ignacio de Loyola, decía que en su vida podía verse con claridad un hilo de oro que tejía cada acontecimiento dispar y desconcertante, y que casi podía verse el bordado fino y hermoso que había decidido tejer Dios. Pero esto podría apreciarse solamente en perspectiva.

La vida matrimonial es difícil, hermosa y desconcertante. Hay años buenos, otros maravillosos y otros muy complicados. Celebrar las bendiciones, fracasos y nuevos comienzos es una manera hermosa de valorar en su justa dimensión los regalos que a veces nos pasan desapercibidos.

¿Qué otro aniversario agregarías a la lista? ¿Estás lista para aumentar fechas a tu calendario de celebraciones?

Si te interesa ampliar tu reflexión sobre el tema, te invito a leer: Los mejores regalos de aniversario.

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Marilú Ochoa Méndez

Enamorada de la familia como espacio de crecimiento humano, maestra apasionada, orgullosa esposa, y madre de siete niños que alegran sus días. Ama leer, la buena música, y escribir, para compartir sus luchas y aprendizajes y crecer contigo.