9 cosas que todo verdadero hombre hace por la mujer que ama
No existen los hombres perfectos, pero sí existen quienes no tienen miedo a amar. ¡Descubre las 9 cosas que hacen felices a las mujeres!
Mariel Reimann
Cuando miro hacia el pasado, la vista es siempre perfecta. Puedo ver exactamente qué es lo que hice mal, en qué me equivoqué y que tendría que haber hecho; el problema es que ya es demasiado tarde. Muchos de los errores que cometemos o las cosas que omitimos en la vida no son con mala intención, son simplemente por no saber. Hay 9 cosas que cubren esencialmente las necesidades de una mujer; si están cubiertas, el único resultado posible es la felicidad.
Cuando recién me casé, mi esposo me regaló un ramo de rosas. En ese momento, recién estábamos empezando y el dinero era escaso. Cuando me dio las flores le dije que me gustaban, pero que hubiera preferido que gastara ese dinero en comprarme algo que pudiera usar y no en algo que iba a morir en 3 días. Esa fue la última vez que él me regaló flores.
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Con el tiempo hemos hablado de ese episodio, casualmente porque yo un día, años más tarde, le pregunté por qué él no me regalaba flores. Y su respuesta no fue que no lo hacía porque le había dado bronca que yo le “despreciara” las flores, sino porque yo le había dicho que me hubiera gustado que me hiciera otro tipo de regalo. Yo hice ese comentario por la situación económica por la que estábamos pasando, pero no lo especifiqué. Él entendió literalmente mi mensaje y se aseguró de nunca más cometer el mismo error.
Hablamos dos idiomas diferentes, lo bueno es que, si queremos, podemos ser bilingües
Pensando en mi propia experiencia, y en lo fácil que es estar hablando de dos cosas diferentes asumiendo que la comunicación está funcionando a la perfección, decimos, hacemos, pensamos, decidimos y ejecutamos mientras, sin saber, dañamos a la persona que más amamos.
Los hombres son literales, si quieren algo lo dicen y si no lo quieren, también lo expresan. Las mujeres, en cambio, podemos ser un poco más metafóricas. Decimos las cosas sin ser tan literales y pretendemos que los hombres entiendan perfectamente lo que hemos tratado de decir (que no siempre es lo que hemos dicho). Lo más gracioso de esta situación es que luego que un hombre no entendió lo que quisimos decir, vamos y se lo comentamos a una amiga, y ella, en el acto se da cuenta de lo que estábamos tratando de comunicar, reafirmando nuestra hipótesis de que ese hombre también tendría que haberlo entendido.
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Por eso, decidí hacer una lista que ya la he compartido con algunos amigos (a quienes les ha funcionado) con las cosas que las mujeres esperamos del hombre a quien amamos:
1. Ayuda con las pequeñas cosas y valora el esfuerzo que tu esposa pone en ellas
Lavar los platos, ir a buscar a los niños a la escuela, hacer la cama, reponer el papel higiénico, sacar la basura, regar las plantas del interior de la casa, no dejar la ropa tirada, levantar la toalla mojada luego de bañarte, ponerle gas al auto de tu esposa, peinar a los niños antes de que salgan de la casa, levantar las cosas que están fuera de lugar… etc. Todas estas cosas son menos del 10 por ciento de la lista cotidiana de una mujer, cualquiera que hagas con constancia, y reconozcas el esfuerzo que ella pone, vale más que un anillo de diamantes.
2. Di la verdad, aunque te parezca espantosa
Una verdad espantosa dicha en el momento, vale un millón de veces más que una verdad dicha cuando te descubrieron. “Es mejor pedir perdón que permiso”, no se aplica en un matrimonio. Es siempre mejor decir la verdad aunque creas que va en tu contra, a la larga, te lo agradecerás a ti mismo.
3. Se cómplice de sus momentos emocionales
Por algo los hombres no son emocionales como las mujeres, sería un completo desastre. Provee el balance y sé el cómplice de sus emociones. Acompáñala a ver la novela o dale un abrazo cuando llore por el comercial con una tortuga bebé (algo que no nos haría llorar si no fuera por el desbalance hormonal). No trates de cambiar sus emociones, recuerda que esas emociones son las que la hacen la mejor esposa y madre de tu mundo.
4. Que sea tu esposa, no quiere decir, que dejó de ser tu mujer
Hazla sentir sexi, mírala con deseo, dile lo bonita que se ve. Cuando salgas a los centros de compra observa y piensa qué le gustaría. Las mujeres amamos los detalles, aunque sea algo pequeño, lo que importa es saber que estuviste pensado en ella. Invítala a cenar, a salir, quédate hasta tarde despierto para conversar y reírse mientras los niños duermen. Ella podrá ser una madre, esposa, ama de casa, profesional, pero ante todo sigue siendo una mujer a la que le encanta sentirse deseada.
5. Aliéntala en sus proyectos personales, déjala que se sienta realizada
Las mujeres muchas veces sacrificamos nuestras metas personales para que el resto de la familia pueda lograr sus metas. Apóyala en sus proyectos, y si no tiene uno y quiere encontrar algo, aliéntala a que lo haga. Recuerda que cualquier cosas que ella elija o haga es importante para ella, y debe ser importante para ti también.
6. Escúchala como si fuera el discurso más importante de tu vida
Nada es más sexy en un hombre que tener la habilidad de prestar atención en lo que su esposa le está diciendo. Si los hombres prestaran más atención a lo que sus esposas les dicen, nunca más tendrían problema en elegirles un regalo (ni en un montón de otras cosas más).
7. Si no entendiste algo, pregúntale, clarifica
Uno de los peores problemas con las relaciones es la falta de buena comunicación, y no hay nada que cause más problemas que los malos entendidos. Si algo te molesta díselo, pero si algo te agrada, díselo aún más alto.
8. No la juzgues porque no piensa o siente de la misma manera que tú
Acepta su individualidad, no trates de que ella se vuelva tu clon, porque sí así lo hiciera, la terminarías odiando (aunque te parezca imposible).
9. Ámala como si tu vida dependiera de eso
Todo lo que las mujeres buscamos es amor y comprensión. Ella es tu compañera, trátala como si jugaran para el mismo equipo (porque están en el mismo equipo), consiéntela cuando puedas. Cada atención que le des suma, y cada una que le niegues resta. Suma lo que más puedas, y los dos serán felices para siempre.