Remedios infalibles para vencer la violencia desde casa

“Si queremos un mundo de paz y de justicia hay que poner decididamente la inteligencia al servicio del amor” Antoine de Saint-Exupery

Marilú Ochoa Méndez

¿La violencia daña a la familia, o el deterioro de la familia afecta a la sociedad y genera violencia social?

Esta pregunta es tan ociosa como cuestionarnos qué fue primero: si la gallina o el huevo. Lo que es urgente resolver es la manera de brindar un poco de luz a este mundo obscurecido por el egoísmo y la agresividad que nos violenta. Y es que es una realidad que sufrimos día con día las consecuencias de este ambiente agresivo que nos hiere y amedrenta.

En lo personal, aunque quizá sea un tema debatible, particularmente creo que en nuestros días el deterioro de la familia está contribuyendo de manera importante a que los índices de violencia se disparen, y esto se ha convertido en círculo vicioso, del cual parece cada día más difícil salir. Sin embargo por algún lado tenemos que empezar.

La violencia está en el aire

Lo primero que debemos reconocer es que la violencia y los actores que alimentan la violencia ya inciden de manera negativa en la sociedad y en nuestras familias. Los medios de comunicación han contribuido a ello y la cultura está gravemente lesionada por modelos que ofertan al mundo el éxito y la cúspide económica gracias al prototipo de hombre exitoso de nuestros días, como el narco, el corrupto, el empresario sin conciencia social.

Es común ver que las mujeres hermosas explotan su físico para conseguir lo que deseen a cambio de sexo.

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La familia nuclear de padre, madre e hijos se encuentra minusvalorada, y se le considera incluso pasada de moda, gracias también a estereotipos como los de series televisivas donde los nuevos modelos de familia integrados por personas del mismo sexo, muestran una armonía que parece envidiable para los matrimonios y las familias integradas por padres heterosexuales.

La música que se escucha en nuestras calles deja una espesa nata en el ambiente compuesta entre ruido, mal gusto, alcoholismo, hipersexualidad, droga, violencia, asesinatos, narcotráfico, misoginia y machismo, y cada vez parecieran más socorridos estos géneros de música que en lugar de alimentar el espíritu, lo enferman.

La violencia está en la casa del vecino y en la nuestra

Ante esto debemos de tener la conciencia de que esos consumidores y esos productores, nacieron, formaron o viven en una familia. No son extraterrestres: convivimos a diario con ellos y tal vez sin darnos cuenta. Por eso te sugiero tres acciones para emprender en casa y contribuir con la lucha contra la violencia y la promoción por una cultura de la paz desde nuestro hogar:

1. Cuida que en tu hogar se vivan principios correctos

Alimenta las buenas prácticas de convivencia y atiende oportunamente el stress. Nuestro país necesita familias que contribuyan a un ambiente de paz y de valores, asegúrate que en casa se tengan sanas costumbres que contribuyan a esto, el deporte, alguna afición cultural, prácticas de activismo ecológico, actividades religiosas, compromiso con el altruismo, etcétera.

2. Fomenta el buen trato

La violencia está cimentada en el maltrato, el maltrato a la mujer, a la niñez, a los adultos mayores, a la vida en general. La forma de hacer la diferencia es fomentar y vivir en el buen trato, que se fundamenta en el respeto, el reconocimiento de la persona y el genuino interés en velar por su crecimiento.

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3. No permitas que en tu hogar entre lo vulgar o profano

Di sí a la buena música, y al entretenimiento en televisión y redes sociales con buen gusto y criterio. Antes que alguno de tus hijos sea atrapado por la tentación de alguna mala serie, un género musical hueco o el vicio de las redes sociales en el ocio, enamóralos de un buen libro, un buen programa de televisión, la música instrumental o algún buen autor: nadie en su sano juicio cambia la calidad por la basura.

4. Hagan oración juntos por ustedes y por los que sufren

Hacer conciencia en tus seres queridos del mal que hay en el mundo y de la grandeza de la oración es una tarea importante y fundamental para comenzar con esta propagación del bien desde casa. Por esto, es importante dedicar unos minutos a orar por quienes viven en países víctimas del terrorismo, quienes están privados de su libertad, quienes viven abusos y sufren por la violencia, incluso por los refugiados. También por los que provocan los males, para que su corazón se transforme y lo eviten.

Si te interesa el tema, te invito a releer: Haz de tu hogar, con tus hijos, un pedacito de cielo aquí en la Tierra.

Amar a tu familia, implica atender sus necesidades materiales, intelectuales, espirituales y sentimentales. Ama a tus hijos en integridad y conviértelos en agentes de cambio en su escuela, grupo, colonia o incluso en casa. Reconstruir el tejido social es tarea de todos.

Te invito a releer: La violencia puede estar en mi casa.

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Marilú Ochoa Méndez

Enamorada de la familia como espacio de crecimiento humano, maestra apasionada, orgullosa esposa, y madre de siete niños que alegran sus días. Ama leer, la buena música, y escribir, para compartir sus luchas y aprendizajes y crecer contigo.