6 consejos para disminuir el peligro de robo en cajeros automáticos
Cuidar el dinero y tu integridad física es muy importante. Hazlo con estos prácticos consejos.
Arturo Leonardo
No importa la fecha, época del año o densidad de la lluvia, los ladrones están prácticamente a la vuelta de la esquina, a la espera de un descuido para cometer sus fechorías y amargar la vida de los honestos que consiguen recursos con el sudor de su frente. Así pues, con el pago de quincenas o cualquier trámite que implique un banco o cajero automático, es importante tomar en cuenta una serie de consejos para tratar de disminuir la incidencia de atracos de este tipo.
Así que aquí van los consejos para disminuir el peligro de robo en cajeros automáticos.
1. Luz, mucha luz
Las urgencias son complicadas, pero en la medida de lo posible siempre adelántate al tema del dinero que vayas a sacar. Esto es, no andes sin dinero durante la noche y pases de urgencia a cajeros que no estén debidamente iluminados. Lo mejor es ir a sitios concurridos, sí, aunque ahí estén las personas que piensan que usar un cajero es como jugar maquinitas y se tarden las horas.
2. Privacidad
Entrar a un cajero debe ser casi como ir al baño: nadie más —por supuesto, desconocido— puede estar cerca de ti. Hay sitios en los que se comparten los cajeros pero con una cierta distancia, y es fácil notar si alguien por ahí está merodeando con una actitud sospechosa. Si notas algo raro, mejor muévete y busca otro; dicen que más vale aquí corrió…
3. Listo para disparar
Cual sheriff del viejo oeste, ten preparada tu tarjeta y escóndela en tu mano para desenfundarla lo más rápido posible. Evita tardarte en sacarla de la cartera, pues eso puede ser un momento de distracción ideal para que te roben todo lo que traes.
4. Nada de maltratos ni fallas evidentes
Revisa antes que el cajero al que vayas a pasar no parezca un bote de basura. Los cajeros que presenten alteraciones visibles como golpes o abolladuras, seguramente ya pasaron por las manos de los amantes de lo ajeno que trataron de abrirlos a golpes. Si es así, es más probable que estén alterados de ciertas formas y que, al meter tu tarjeta, te estén cobrando hasta lo que comiste hace tres años.
5. Silencio, como en los exámenes
Esto está relacionado con el tema de la privacidad, ya que nadie tiene que hablarte para enseñarte a usarlo o sugerirte determinadas cosas. Si ves que alguien trata de hacer algún tipo de distracción, inmediatamente retira tu tarjeta y muévete.
6. No tengo manita, si tengo manita
Usa tu mano libre para tapar la otra cuando ingresas el NIP de seguridad, no sabes si previamente se instaló alguna cámara arriba. También fíjate si la ranura donde metes la tarjeta no tiene adaptaciones extrañas, así como las reparaciones que hace tu tío. Desconfía de cualquier cosa anormal que captes.
La precaución nunca estará de más, ten a la mano números de emergencia y ante cualquier problema trata siempre de conservar la calma. Por ello, y relacionado con el tema, te invito a releer: Las medidas de seguridad familiar. 7 consejos que no debes olvidar.
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