6 Consejos para tener un matrimonio feliz después de “aventarse a lo Borras”
"Aventarse a lo Borras" significa actuar de manera atolondrada, precipitada, sin reflexionar. En este artículo te sugiero cómo llevar una vida marital feliz, aunque uno haya iniciado "a lo Borras".
Ana Bertheau
En México, gracias a un programa de televisión de finales de los 60 llamado “Los Beverly de Peralvillo” hubo una frase que se hizo popular: “Aventarse a lo Borras”. La frase me causa gracia e indica que una persona actuó con el máximo de atolondramiento, es decir, sin medir en ningún sentido las posibles consecuencias de lo que hacía: El “Borras” era el personaje principal de esta serie, era un chofer de taxi y lo manejaba de forma tan despistada, que con frecuencia tenía eventos por su descuido, de ahí viene la frase.
Ahora, ¿por qué les cuento esto? Hace días una querida amiga le dijo (le propuso, de hecho) a su novio que ya era tiempo de casarse, dado que ya llevan siete años de noviazgo y no se estaban “aventando a lo Borras” puesto que ya se conocían bien.
“¡Ouch!”, pensé. Yo sí que me fui “a lo Borras”.
Conozco a mi esposo desde hace casi dos años. Pronto cumpliré el primer año de casada, puedo presumir que nos amamos mucho y por eso tomamos esa decisión, pero lo que apresuró el gran paso fue mi beba. En efecto: tres meses después de formalizado el noviazgo, nos sacamos el premio mayor: ¡Embarazo! Nuestra decisión más natural fue casarnos.
Ver a mi esposo con una actitud madura, a pesar de ser más joven que yo, me enamoró más de su persona y supe que él era la persona correcta para mí.
Yo ya había estado casada, y en mi primera relación estuvimos cuatro años de novios y cuatro más de casados, así que ya tenía experiencia en cuanto a tener pareja. Sin embargo, ya llevaba siete años sola (aclaro, me casé y divorcié muy joven). Empezar de nuevo a convivir con una pareja de vida sí que fue difícil, he vivido situaciones totalmente diferentes a la primera vez: el amor, la madurez y las ganas de estar juntos son tan diferentes de lo que viví antes, que como él, ¡Me reconozco primeriza de toda esta aventura!
Estoy consciente que mi esposo y yo estamos empezando, sin embargo estoy feliz porque me veo a futuro con él, aun así hay mucho camino por recorrer, ¿Y por qué no? Un poco de miedo ya que nos fuimos a la aventura del matrimonio con tan poco tiempo de conocernos pero eso sí, muchas ganas de darle a la beba una familia estable y muchas ganas de seguir juntos hasta que sea tiempo de partir. ¿Cuál es el punto de esta historia? ¿Qué consejos podría darles yo a ustedes?
Date una segunda oportunidad
Si, como yo, ya llevas muchos años sola, no mantengas todas las puertas cerradas. Deja siempre una ventana abierta por donde puedan asomarse nuevas posibilidades de conocer a otras personas.
Disfruta de la experiencia de estar enamorada
Lo que más me encanta de esta experiencia son las ganas de ambos de estar juntos. El amor suele ser uno de los motores, una de las motivaciones más poderosas en esta vida.
Comprométete a fondo
Si te has dado una segunda oportunidad, no te des el lujo de fracasar. Comprométete a fondo. Nosotros con este compromiso tenemos suficiente para echarle los kilos de energía y lograr que nos vaya bien.
Es en la unidad que encontramos fuerza
para poder superar las dificultades del día a día. Busca siempre ser uno en propósito y voluntad con tu pareja.
Conoce a tu pareja, y ama lo bueno que hay en él
No en balde dice el refrán: ten los ojos bien abiertos antes del matrimonio, y cuando te cases, mantenlos entrecerrados”. Al ir conociendose a fondo, disciplínate para buscar sólo lo bueno que hay en él.
Comunicación
Siempre habrá desavenencias y desencuentros, pero ambos buscamos entendernos, comunicarnos y sacar lo mejor de nosotros mismos. Ese es el aceite que hace que toda maquinaria social funcione adecuadamente.
En mi caso, esos son los puntos que le dan vida a nuestra relación. Espero que, si te han servido a ti, puedas compartirlos con quien los necesite.