6 “cositas” que sería bueno que hicieras antes de embarcarte en la aventura matrimonial

Si estás en una relación de pareja que parece ponerse seria, será mejor que antes de unir tu vida a ese alguien especial te tomes tu tiempo y hagas estas seis cosas que mejorarán tu futuro y el de tu relación.

Erika Otero Romero

No es la palabra como tal la que genera resquemor al ser pronunciada por tu pareja, sino el hecho de poder verse a futuro en esa situación y todo lo que implica embarcarse en esa aventura. Hablo del matrimonio.

Sí, muchas mujeres sueñan despiertas con la dichosa proposición matrimonial; además, desean la boda perfecta, un hermoso vestido, idear las tarjetas, recibir regalos, hacer una lista de invitados, la ceremonia y luna de miel. Pero al parecer olvidan que casarse no es sólo fiesta y viaje, pues después de eso vienen los retos de la convivencia, buscar una pronta solución a los mínimos malentendidos que avasallan la vida marital.

Es justo que antes de dar ese paso tan importante y que cambia de manera tan radical la vida de cualquier mujer, hacer estas cosas te ayudarán a mejorar tanto a ti como al hombre que has elegido para compartir tu vida:

1. Ten una vida plena

Esto puede ser tanto antes de tener pareja como si ya tienes a tu lado a ese alguien importante en tu vida. Una existencia plena no es lo mismo que “vivir la vida loca”. Se puede vivir al máximo, lo que no se puede hacer -o mejor, no se debe- es casarse con alguien en el apuro de “no quedarse para vestir santos”, pues podrías terminar en un buen aprieto.

Planea viajes (si está a tu alcance), ve todo tipo de películas que llamen tu atención, lee, ejercítate físicamente, acude a museos o a bailar y conoce gente, haz amigos y todo lo que para ti sea satisfactorio, pero de manera calmada y sin afanes. No necesitas a alguien para ser feliz, aunque la felicidad podría ser mayor si unes tu vida a alguien especial; pero lleva eso a cabo sólo cuando sientas que así lo quieres.

Una genial idea es que, si tienes pareja, lo incentives a que también disfrute su vida, tenga su propio espacio y tiempo para sí mismo. Eso les permitirá abrir mentes y tener una vida estable y satisfactoria, y al final se darán cuenta de que fue lo mejor que pudieron hacer en pro de ambos y de la relación.

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2. Una lista de cualidades

Nada de malo tiene que desees que tu futuro esposo posea ciertos aspectos que a ti te agradaría que tuviera, y no hablo tanto del aspecto físico, pues a la larga la piel se aja y el cabello se cae o encanece.

Si deseas que tu compañero de vida tenga rutinas sanas como las tienes tú; que sea detallista, trabajador o generoso, colócalo en una lista. No es que vaya a ser “grabado en mármol”, pero sí te servirá de guía para fijar lo que para ti es importante que posea si aspira a ocupar el otro lado del clóset.

Este ejercicio fijará tu atención y hará que esos aspectos que son relevantes no se olviden al momento de enamorarse y tener una relación.

3. Proyecta tu futuro

Ya sea por medio de listas, de un diario personal o un libro de metas por cumplir o como sea, coloca tus sueños como mujer, como futura esposa, como futura madre y tantos más como se te ocurra para fijarlos en tu mente, impulsar tu voluntad y que sean metas a realizar sola o acompañada.

Quien tiene sus metas de vida claras, sabrá y tendrá el camino por recorrer más marcado y podrá poner sus fuerzas en acción para lograr lo que sea que desee, siempre que trabaje duro por lograrlas.

4. ¿Un futuro juntos?

Habla con él para saber si se ve compartiendo su vida contigo, no vaya a ser que únicamente te estés haciendo ilusiones. Es necesario que traten temas como si en ese futuro que aspiran a compartir ambos van a trabajar, si tendrán hijos y cuántos; no dejes nada en el tintero, hablen de todo lo necesario. Cubrir todas esas bases les ayudará a saber con más o menos claridad cómo podría ser la convivencia.

5. Organicen sus finanzas

Quizás sea lo más tedioso de todo, pero es necesario para poder saber a qué atenerse al momento de la convivencia. Hasta este instante has sido dueña de tu dinero, de cómo y cuánto ganas y sobre todo de lo que haces con éste, pero estás del todo equivocada si crees que podrás gozar de la misma libertad al casarte, ya que de una manera u otra tendrán que compartir gastos, quizás también se plantee la idea de una cuenta mancomunada, etcétera. Para todas esas cosas es que se hace necesario que hablen antes de formalizar aún más la relación.

6. Aprende a resolver los malentendidos

El amor lo puede todo y quizás lo venza todo, pero eso no evitará que surjan problemas entre ustedes; a razón de eso es que deberás saber la mejor manera de resolverlos para prevenir faltas de respeto mutuas que sólo les hagan desear jamás haberse casado.

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Puedes ver que no son cosas del otro mundo, incluso si lo crees necesario podrías idear y pasar por todas esas experiencias que no aparecen en este artículo, pero que a ti te ayudarían a sentir después de casada que has vivido todo lo que debías, entonces hazlo, siempre y cuando no corras riesgos innecesarios, o más riesgos de los debidos.

Erika Otero Romero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.