6 malos ejemplos que los padres dan a sus hijos
Por ser el gran ejemplo a seguir de nuestros hijos, evitemos cometer estos errores.
Adriana Acosta Bujan
Convertirse en padres es una gran bendición, pero a la vez una gran responsabilidad, ya que la crianza no es una cosa sencilla. En este camino lleno de grandiosos momentos los padres solemos cometer errores de manera inconsciente que dejan grandes secuelas en la vida de nuestros hijos.
Sin querer hacerles daño, estas equivocaciones las cometemos como si fueran hábitos, haciéndolos parte de nuestra vida cotidiana. Esto puede confundir a nuestros hijos formándoles ideas equivocadas de cómo deben comportarse o qué deben hacer en distintas situaciones la vida.
Incluso estos errores que cometemos, los hacemos sin pensar y sin realmente darles importancia, ya que son parte de lo que creemos es lo correcto, es decir, actuamos conforme a nuestros paradigmas y creencias, sin realmente comprender cuán perjudicial pueden llegar a ser para ellos nuestras maneras de criarlos.
Pero para justificar un poco nuestras equivocaciones como padres, la realidad es que nadie nos ha enseñado cómo criar a los hijos, no existe un manual o recetario, solo lo hacemos por las experiencias que vivimos durante la infancia, copiando los patrones que nos enseñaron nuestros padres jugando con los aciertos o fallas.
Eres el modelo a seguir
Así como nosotros fuimos educados, los hijos también aprenderán cómo deben educar a sus propios hijos, haciéndose una cadena de patrones de conducta.
Es por ello la importancia de reflexionar sobre estos errores para así modificarlos, evitando que esa cadena de equivocaciones y mal ejemplo que les damos a nuestros hijos continúen de generación en generación.
Recuerda que tú eres el ejemplo a seguir de tus hijos, eres su héroe, su fan, su ilusión de ser como tu cuando sean adultos; así que evita cometer estos errores:
1. Mentiras piadosas
Es común decir mentiras piadosas cuando no queremos hacer daño a los demás o simplemente cuando no hemos aprendido a decir “no” en ciertas circunstancias. Al final de cuentas, a nadie le afecta una mentira piadosa.
Sin embargo, ese no es el ejemplo que queremos enseñar a nuestros hijos, al contrario, deseamos que ellos aprendan a decir siempre la verdad para así ayudarlos en todo momento.
Entonces deberás hacer un esfuerzo para evitar decirlas y más en presencia de tus hijos, de lo contrario, no te sorprendas cuando ellos te lleguen a mentir.
2. No tengo decisión
Suele pasar que cuando los hijos nos piden un permiso es típico decirles “Lo que diga tu papá o tu mamá”. Ese tipo de frases confunden a los hijos, haciéndoles pensar que no tienes autoridad o que no puedes tomar decisiones sencillas.
Ahora bien, no solo pasa en este ejemplo, hay muchos otros en los cuales las decisiones de los padres son contradictorias. Así que lo conveniente es que los padres se pongan de acuerdo antes de hablar o tomar decisiones, ya que también los hijos podrán pensar que no hay unión familiar o que los padres no son un equipo.
Créeme que a la larga estas pequeñas cosas pueden afectar las relaciones de tus hijos con sus propias familias, amigos, en el trabajo etcétera.
3. Comparaciones
Existen personas brillantes y que son un gran ejemplo a seguir, pero evitemos comparar a nuestros hijos con cualquiera. Hacerlo constantemente afecta el autoestima de los hijos, incluso pueden bloquearse automáticamente evitando ser como ellos son en realidad.
Las comparaciones no están justificadas y menos entre hermanos o amiguitos. Recuerda que cada hijo es diferente y tienen distintas habilidades, destrezas y aprenden de otras maneras. Así que evita decir “¿Por qué no eres como tal persona?”, o “¿Por qué no haces las cosas como…?”
4. Reglas de papel
En realidad los padres nos esforzamos al imponer reglas y establecer límites a nuestros hijos, ya que es una manera de educarlos y enseñarles las cosas que son correctas de hacer, no solo en casa sino en cualquier otro lugar.
Sin embargo, el corazón de los padres muchas veces es conmovido y por qué no decirlo, somos “chantajeados” sentimentalmente por nuestros propios hijos, haciendo que esas reglas sean muy flexibles.
Este es un grave error porque estamos perdiendo autoridad en nuestros hijos, confundiéndolos al creer que pueden romper las reglas en cualquier momento o circunstancia; esto en un futuro se puede convertir en un problema en sus relaciones sociales.
5. Explotar emocionalmente
Uno de las cosas que más cuesta trabajo enseñar a los hijos es precisamente el que conozcan cómo controlar sus emociones negativas, para no afectar a las personas que les rodean.
Muchas veces podemos insultar, gritar, maldecir o golpear cuando estamos enfadados, por lo que es importante evitarlo, ya que no es un buen ejemplo que les damos a nuestros hijos.
Así como enseñas a tus hijos a implementar técnicas de relajación para evitar que exploten sus emociones negativas, también hazlo tú, es decir, predica con el ejemplo.
Recuerda, respirar profundo, pensar antes de hablar, escuchar las razones del otro, entre otras cosas, son herramientas de gran ayuda que te servirán para controlarte.
6. Ayudar a otros de dientes para fuera
Existen muchas personas que solo ayudan a los demás para colgarse una medalla invisible ante la sociedad, al aparentar que son buenas personas. Sin embargo, no son capaces de ayudar ni a su propia familia.
Este es un ejemplo que no queremos que nuestros hijos hagan, al contrario, que aprendan a ayudar a cualquiera que lo necesite, sin que sea necesario el reconocimiento social.
Como te diste cuenta estos errores que cometemos los padres no son intencionales, los hacemos sin pensar en las consecuencias. Ahora es momento de cambiarlos y evitarlos por completo, recordemos que somos el ejemplo a seguir de nuestros hijos.