6 Señales de agotamiento mental y emocional
Detecta estas señales a tiempo para que puedes equilibrar tu vida y sentirte plenamente en paz.
Adriana Acosta Bujan
El estrés acumulado, el cansancio extremo, los cambios de alimentación, la desmotivación, irritabilidad y ansiedad, son algunos síntomas que provocan el agotamiento mental. Por lo menos en la última década muchas personas han mencionado tener estos síntomas, refiriéndose al conocido síndrome de Burnout de Herbert Freudenberger.
Este síndrome es diagnosticado para aquellas personas que trabajan, que van al colegio o que tienen una vida cotidiana desequilibrada. En realidad, todos estamos expuestos a sufrir las consecuencias de este síndrome, en caso de no detectar a tiempo los síntomas. Y es que es tan común sentirse cansado, estresado y ansioso en estos tiempos, que muchas veces no percibimos que podemos estar afectados mentalmente.
Uno de los factores que pueden desencadenar el agotamiento mental es el estilo de vida que llevemos, la carga de preocupaciones y el no saber cómo manejarlas, así como la inseguridad, puede ser devastador para nuestra salud. Es por ello que debemos estar bien atentos para poder actuar de inmediato y sanar esas heridas emocionales que nos pueden llevar incluso a la muerte.
Siempre habrá una luz al final del túnel
“Todo en esta vida tiene una solución, excepto la muerte”. Esta frase cobra sentido cuando las personas se sienten devastadas, sin ánimos y sin rumbo. Por más que te sea complicado encontrar la respuesta que esperas o la solución a las adversidades; recuerda que siempre hay una solución que tal vez no te has percatado que existe, ¡No todo está perdido!
Así que ¡ánimo! y aprende a detectar estas señales a tiempo:
1 Te irritas demasiado fácil
Es cuando te enojas mucho hasta perder la cordura; cualquier comentario que te hagan para ti será una ofensa y por ello pensarás que debes actuar a la defensiva. No tienes un control de tus emociones y la ira se apodera de ti. Tus palabras son hirientes, tus movimientos corporales agresivos y te invade un sentimiento de furia por razones que desconoces.
Puedes mejorar este síntoma cuando pongas atención a las cosas que te molestan, por ejemplo: las personas, los lugares, las situaciones, así podrás anticiparte a las situaciones que provocan sentirte irritable y poder controlar tus emociones.
2 No tienes motivación
Toda tu vida se ha convertido en monótona y rutinaria, vives al día porque así tienes que hacerlo, has perdido la ilusión por alcanzar tus sueños y metas, tal vez llegues a pensar que la vida no tiene ningún sentido. No hay nada que te motive y solo actúas de manera desalentadora, cansado y sin ánimos.
Será conveniente establecer metas a corto plazo para que puedas motivarte y sentirte bien cuando las cumplas. Estas metas no deben ser complicadas, al contrario, sencillas pero que te dejen esforzarte por aquello que deseas.
3 Noches intranquilas
En más de una ocasión tus problemas no te dejan conciliar el sueño, tu mente se activa por las noches y lo único que provoca es tengas un sentimiento de impotencia, tristeza, desesperanza. Por más intentos que hagas nunca llegas a tener un descanso reparador. Incluso tu cuerpo físicamente ya está agotado.
Para combatir este síntoma te recomiendo hacer rutinas de meditación y relajación antes de dormir, te puede ser útil escuchar música relajante con sonidos de la naturaleza, escuchar un audiolibro con temas de autoayuda, inhalar y exhalar profundamente hasta poder concentrarte.
4 Sientes pánico y ansiedad
Sabrás que un ataque de pánico y ansiedad es un episodio repentino de miedo intenso que sientes aunque no existe ningún peligro real o causa aparente. Incluso tu cuerpo reacciona ante ese miedo provocando sudoración, palpitaciones aceleradas, temblores entre otras reacciones.
Cuando estos ataques son muy recurrentes es preciso acudir con un especialista en la materia para que te ayude a controlar los miedos intensos. Las terapias y los medicamentos son de gran ayuda para mejorar tu salud mental y emocional.
5 Eres impaciente
Has perdido la capacidad de esperar algo sin ponerte nervioso y no eres apto para realizar acciones minuciosas que requieren tiempo y calma. No puedes esperar a que pasen las cosas que deseas y por ello te invade un sentimiento de derrota y fracaso constante. Recuerda que todo en la vida se requiere de tiempo, por tal motivo, procura esforzarte para soportar, aguantar y tolerar; incluso puedes pedir ayuda para que no tengas que sobrellevar las dificultades o problemas por ti solo.
6 Sentimiento de nostalgia
Puedes estar bien por un tiempo, pero de repente tus ojos se llenan de lágrimas sin motivo aparente. Vives frecuentemente anhelando la felicidad con una sensación de tristeza permanente. Tus pensamientos se encuentran en un pasado o en un futuro incierto, impidiéndote vivir el aquí y ahora. Incluso lloras y lloras pero algunas veces no sabes el porqué.
Enfocarte en el presente, en las cosas que haces y tienes, será de gran ayuda para evitar los episodios de llanto. Esfuérzate para pensar cosas positivas y comprende que la felicidad la tienes aquí y ahora.
Muchas veces no podemos percibir los síntomas de este síndrome, simplemente porque no ponemos atención a nuestro sentir. Recuerda la salud no solo es la física sino también la emocional, por ello, es importante equilibrar esos dos aspectos. Ahora bien, si estos síntomas no los puedes combatir por ti solo, no dudes en pedir ayuda de un especialista. No te desanimes, pronto podrás encontrar la paz y tranquilidad que tanto necesitas.