6 señales de que tienes adicción a los carbohidratos
Descubre en este artículo cómo parar de comer carbohidratos cuando la tentación toca tu puerta.
Fernanda Gonzalez Casafús
Descubre en este artículo cómo parar de comer carbohidratos cuando la tentación toca tu puerta.
Si hay algo difícil es resistirse a un rico pastel de chocolate o unas humeantes patatas con queso cheddar. Si estás leyendo esto seguramente tengas una leve sospecha de que tu adicción a los carbohidratos es real.
Tengas o no problemas de peso, comer carbohidratos en exceso o a toda hora puede traernos serias complicaciones a la salud. No podemos negar que las cosas ricas nos ganan, pero en algún momento hay que saber parar y pensar en nuestra salud.
Aclaremos qué son los carbohidratos
De acuerdo a la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, los carbohidratos son básicamente moléculas de azúcar que se descomponen en el organismo en forma de glucosa.
La glucosa va a la sangre inmediatamente y el cuerpo la utiliza como energía. La glucosa que el cuerpo no llega a utilizar, el cuerpo la transformará en grasa, la cual se alojará debajo del tejido adiposo.
Los carbohidratos son necesarios
Aunque en los últimos años la palabra carbohidratos ha estado asociada a dietas altas en calorías, lo cierto es que son necesarios para una correcta nutrición. Los que comúnmente asociamos a “engordar” son los carbohidratos simples; por ello, primero resumiremos qué tipos de carbohidratos existen.
Azúcares: también llamados carbohidratos simples. Se refiere tanto al azúcar que contienen las frutas, como al azúcar refinado que se le agrega a los postres, galletas, batidos, etc.
Fibras: son carbohidratos complejos, que al cuerpo le cuesta mucho más trabajo descomponer por eso sacian más y comer fibra evita los atracones. Se encuentra en algunas verduras, semillas, frutos secos, o granos.
Almidones: también son carbohidratos complejos, y están compuestos de muchos azúcares simples unidos. Para que el cuerpo pueda usarlos como energía, necesita descomponerlos. Algunos ejemplos son las pastas, los cereales, papas, guisantes o maíz.
Entonces, ¿cuáles son los malos de la película?
Cuando popularmente hablamos de adicción a los carbohidratos nos estamos refiriendo mayormente a los alimentos procesados, aunque también a las pastas y todo aquello que se haga con harina y azúcar.
Tal vez puedas resistirte a un plato de verduras, pero no muchos pueden resistirse al aroma cuando pasas por una panadería, o a ese pastel que te ofrece tu amiga con el té. De esa “adicción” queremos hablarte hoy.
Renunciar a la pasta, el pan y las galletas puede parecer un castigo cuando no puedes sucumbir a la tentación de llevarte a la boca esas delicias. Pero si lo que estás buscando es bajar unos kilos, o simplemente empezar a cuidar más tu salud, es menester comenzar a cambiar hábitos.
Picotear de vez en cuando algo rico de la nevera o tener un antojo de algo dulce en ciertas ocasiones no puede verse como una adicción. Sin embargo, presta atención a las siguientes señales para saber si eres un verdadero fanático de los carbohidratos.
Señales de que no puedes decir NO a los carbohidratos
1 El exceso de peso va a tu estómago
Si sientes que cuando engordas todo va a tu estómago, eso es una señal de que estás comiendo demasiados carbohidratos. Los refrescos, el alcohol en exceso, los productos panificados harás que tu estómago se abulte más que otras zonas de tu cuerpo.
2 Después de comer te sientes cansado
Cada vez que en nuestro almuerzo o cena incluimos grandes cantidades de hidratos de carbono, aumenta la cantidad de insulina en sangre. Si se elevan los niveles de esta hormona, en el cerebro se provoca una mayor producción de serotonina y melatonina, dos neurotransmisores encargados de la regulación del sueño y la sensación de bienestar.
Por ello, si te sientes muy cansado o somnoliento después de comer, es porque has incluido muchos hidratos de carbono en tu comida.
3 Cuando piensas en comer, piensas en pan, pastas y dulces
Te encuentras pensando a cada momento qué comer, y tienes antojo de algo dulce. Se te antoja también un pan, una de esas delicias que sueles comer. No puedes frenar el impulso de ir y devorarlo. Realmente no puedes, aunque luches.
Cuando consumes a menudo estos tipos de alimentos, tu cerebro los requerirá con mayor frecuencia, y es por eso que sientes que no puedes frenar el impulso de comer algo rico.
4 Al rato de comer, vuelves a sentir apetito
Por una acertada razón los nutriólogos recomiendan comenzar a comer con una ración abundante de verduras, para que ya vaya enviando la sensación de saciedad al cerebro. Cuando consumes abundantes carbohidratos en tu comida principal, al rato volverás a sentir apetito, pues tan rápidamente como sube la glucosa, baja.
Cuando comes más proteínas y verduras por ejemplo, la liberación de la insulina en la sangre es más lenta, por lo que tardarás más en sentir apetito.
5 Apenas te despiertas quieres comer algo dulce
Cuando una de las primeras cosas en las que piensas al despertar es comer pan, azúcar y cereales, es probablemente porque tengas una gran inclinación a comer carbohidratos. Tu cuerpo y tu mente lo piden a gritos, y no puedes resistirte.
Hay frutas, queso, huevos y yogurt. Pero no, prefieres un café y unas rebanadas de pan con dulce. Hay que prestar atención a eso que te está diciendo el cuerpo.
6 Siempre quieres postre después de comer
El constante antojo de cosas dulces, y más aún luego de almorzar o cenar, puede ser una clara advertencia de que eres adicto a los carbohidratos. No concibes una comida sin postre, y esto es una señal de alarma.
¿Te sientes identificado?
Si al leer estas líneas has sentido que encajan contigo, probablemente sea el momento de iniciar un cambio en tu estilo de vida. No solo para perder peso, sino para mejorar la salud en general.
Comienza a incluir más proteína y verduras a tu dieta y asesórate con expertos sobre una correcta nutrición. Aunque siempre sea más fácil comer una hamburguesa y patatas fritas que ponerse a preparar un plato elaborado de verduras y carne, puedes lograr organizarte de tal forma que cambies radicalmente tus hábitos y tu estilo de vida.
No dejes que la comida y las tentaciones sean dueñas de tu vida. Come saludable para sentirte bien y estar sano tanto física como mentalmente. ¡Adelante! ¡Puedes lograrlo!
Lee también: 6 alimentos que te ayudan a combatir la tristeza y el desánimo