6 trucos para enseñarles a tus hijos a ejercer la paciencia (valor que ya nadie tiene)
"La paciencia es un árbol de raíz amarga, pero de frutos muy dulces", dice un proverbio popular. Enséñales a disfrutar de ese dulce fruto a tus hijos y verás cómo la felicidad toca a su puerta.
Camila Ignacia Gómez González
La paciencia es una de las virtudes que se han ido perdiendo gracias, entre otros factores, al ajetreado ritmo de vida que la mayoría llevamos. A esta lamentable pérdida hay que sumarle que estamos sometidos a lo instantáneo, a que hemos ido poco a poco dejando atrás todos aquellos productos, actividades y servicios que requieren de esperar: cultivar un huerto, preparar comida casera para llevar al trabajo, aguardar sin rezongar en una fila de banco, del cine, incluso de las tortillas; y otras tantas actividades que antes eran comunes entre nuestros padres y abuelos.
Sin embargo, ser pacientes nos puede traer una innumerable cantidad de beneficios: nos aleja del estrés, combate la ansiedad y nos permite pensar con claridad sobre lo que esperamos de ciertas situaciones. Por esto es que siempre se hace el llamado a cultivar la Paz-Ciencia. Pero, ¿cómo lograr que nuestros hijos la desarrollen? Si realmente quieres inculcar esta virtud en ellos, te dejo algunos consejos que pudieran servirte:
1. Predica con el ejemplo
No sacas nada si das discursos sobre cómo ser paciente si tú no lo eres: siempre muéstrate calmado ante situaciones que puedan provocar estrés: la fila de un determinado lugar, el tráfico vehicular en los horarios punta (horas pico), cuando tus hijos demoren al vestirse, cuando te pregunten una y otra vez porqué las cosas funcionan de tal o cual modo, etcétera.
2. Enseña que no todo es instantáneo ni desechable
Esto incluye las relaciones con los demás. Cultivar la paciencia también aplica para mantener amistades y relaciones sentimentales a lo largo del tiempo. Pues de otra manera siempre estaríamos solos.
Demuestra el valor que puede tener lo pequeño, lo que les rodea; muéstrales que no todo es inmediato, para ello puedes, incluso, plantar un árbol y enseñarles cómo es el proceso para que nazca una fruta. Seguramente para tus hijos será maravilloso presenciarlo, pues al igual que todos nosotros, están acostumbrados a ir al negocio, comprarla y comerla sin pensar en todo lo que hay detrás.
3. Deja claro que no es el centro del mundo
Aprender a esperar su turno es un proceso que parte del hogar, por lo que si de pronto te interrumpe tu hijo pequeño mientras estás en otra actividad, pídele que espere, mostrándole que estás ocupada en ese minuto, pero que no por ello es menos importante.
4. Jueguen juntos
Existen ciertos juguetes que no será capaz de manipular por sí solo, esto nos permite enseñar a ser pacientes. Enséñale cómo leer el manual, seguir las instrucciones para montarlo o armarlo y luego, repitan la operación juntos; ya armado, entonces jueguen y disfruten.
5. El valor del tiempo
Para vivir en armonía es necesario planificar algunas cosas con tiempo, y poco sacamos tratando de llegar a la meta si no tomamos los resguardos necesarios para lograrlo. Sabia virtud, la de conocer el tiempo, dice el poeta. Esta es una buena lección que les puedes dar: hazles saber que la planificación diaria rinde frutos, y sobre todo deja la satisfacción de haberse esforzado por llegar tranquilamente a la meta.
6. Crea un ambiente tranquilo
Nadie puede desarrollar la paciencia si no vive en un entorno de paz y tranquilidad. Es muy importante que los niños crezcan teniendo la certeza de que en su hogar encontrarán lo necesario para hacer las cosas con calma, alejado de los gritos y discusiones.
Ser paciente trae grandes éxitos en la vida y sin duda es una de las mejores herencias que les puedes entregar a tus hijos. Y al hacerlo, rescataremos también un valor que está a nada de perderse en nuestras sociedades.