Ten cuidado con tu sentido del humor, puede ser peligroso, especialmente para tus relaciones
Quizá te suene a chiste, pero las bromas son como la sal, ¡se deben usar con precaución!
Yordy Giraldo
Hacer reír es un tema serio. Para empezar no es tan simple como parece, hacer chistes también tiene su chiste o te arriesgas a convertirte en el objeto de la burla, o cosas peores. Como por ejemplo que las bromas se salgan de las manos y terminen en tragedia, sobre todo ahora que ya no nos limitamos al doble sentido, sino que vamos más allá atemorizando desconocidos y exhibiéndolos en internet.
Te voy a contar una historia, es ficción, pero también es realidad. Pertenece al capítulo de una serie de televisión que trata sobre emergencias médicas. Y va más o menos así: un joven de esos que hacen bromas en vivo para ponerlas online, entra a un cine fingiendo que trae un arma y que va a dispararles a todos. Uno de los asistentes está armado y al sentirse en peligro le dispara.
Las personas comienzan a correr despavoridas y en la huida termina muerta una madre que para proteger a su hijo se pone de escudo para que el pequeño no fuera aplastado por la multitud. El que disparó es considerado un héroe por haber abatido al atacante, hasta que se descubre que el atacante era en realidad un bromista y no tenía arma, a partir de ahí lo acosan tanto que el hombre decide suicidarse.
El capítulo sigue, pero creo que hasta aquí queda perfectamente claro hacia dónde me dirijo. A veces en la vida real las cosas se van de las manos y aun cuando no fuera la intención el daño es inevitable, o sí, pero solo si aprendemos a pensar dos veces antes de actuar, porque no siempre podemos prever las consecuencias de nuestros actos.
¿Qué es lo que no debes hacer para hacer reír?
Vivimos tiempos difíciles, estamos tan asustados, tan temerosos de las intenciones ajenas que vemos amenazas en las características físicas de una persona, y una bolsa ya no es solo una bolsa, sino un peligro inminente. Si alguien corre corremos y luego preguntamos el por qué de la carrera. Los seres humanos necesitamos divertirnos, es sano, es natural, es necesario, pero incluso el humor debe manejar cierta ética y sentido común, por eso, toma nota de los siguientes consejos:
1. No asustes a las personas
No sabes quién puede estar a la defensiva, es mejor no jugar con el miedo de las multitudes, porque cuando estamos asustados nadie puede estar seguro de cómo va a reaccionar.
2. No humilles a las personas
Denigrar está mal por todas las razones posibles, pero quizá la más importante es que haces daño y dejas secuelas que repercutirán más allá de lo inmediato. Además de que se crean estereotipos que insultan no solo a una persona, sino una comunidad.
3. No uses la imagen de las personas sin su consentimiento para exponerlos
No importa si la broma te parece cosa de nada o no, valerte de personas que no dieron su consentimiento para hacer mofa de ellas no es correcto, habla de falta de valores, y una vez más perjudicas a otros sin derecho.
4. No ofendas
Las ofensas no son un chiste, ofender crea malestar en el ofendido, y puede desencadenar represalias para las que seguramente no estés preparado, pero que además no tienen razón de ser, respeta a tus semejantes.
5. No promuevas la discriminación
Muchos chistes se valen de la fama de algunos grupos sociales, al punto que ya damos por hecho que seguramente son como el ingenio malintencionado de los bromistas los hace ver. Sin embargo y debido a cómo está el mundo, es mejor dejar de lado ese sentido del humor que solo promueve la marginación, el rechazo y la burla de inocentes.
Es importante que sepamos poner límites, y tener siempre presente que nuestros derechos dejan de ser derechos para convertirse en deberes cuando se trata de favorecer la convivencia en sociedad. Quizá te suene a chiste, pero las bromas son como la sal, ¡se deben usar con precaución!
