Estudio: 1 de cada 6 hombres tiene un enamoramiento idílico con su madre y piensa más en ella que en su esposa

Descubre los detalles de este estudio y los demás sorprendentes hallazgos. ¿Estás casada con uno de ellos?

Mariel Reimann

A lo mejor las mujeres que se ponen celosas de sus suegras, tienen un gran fundamento. Una cuarta parte de los hombres admitió tener un enamoramiento idílico con sus madres. Según las conclusiones alcanzadas por este estudio, al menos el 15 por ciento de los hombres dedican más tiempo pensando en sus madres, que en sus esposas.

El estudio que analizó el comportamiento, reacciones y respuestas de 1.500 hombres casados o en pareja, arrojó más luz a uno de los temas más tabúes y controversiales en cuanto a la relación de pareja y la relación con la suegra.

Un tercio quiere que sus esposas se parezcan a sus madres cuando envejezcan

Extrañamente, un tercio de los hombres participantes, no sólo admitió estar enamorados idílicamente de sus madres, sino que también expresaron su deseo de que les gustaría que sus esposas envejecieran con un parecido a sus madres.

Más de la mitad admitió que sus madres les ayudaron a elegir su pareja

Más de la mitad de ellos, admitió que la relación que tenían en el momento en el que se llevó a cabo el estudio, había sido aprobada o influenciada por la opinión de sus madres.

¿Por qué lo hacen?

La portavoz de la marca Peter Hahn, que fue la encargada de llevar a cabo este estudio, señaló que “es fácil de encasillar a las mujeres de mayor edad, además es difícil para ellos sentirse apreciados y comprendidos. Este es el rol que ocupan las madres”.

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Si dejamos la bronca de lado en este momento y nos ponemos a analizar la diferencia entre el trato de una madre al de una esposa, no es tan difícil comprender esta dinámica.

La madre ha estado toda su vida allí para complacerlo, apapacharlo, malcriarlo y darle con los gustos. Es esa mujer que lo ama incondicionalmente y que le perdona todo. Casi como la letra de la canción de Luis Miguel, titulada La Incondicional. Ese es el tipo de amor que los hombres reciben de sus madres, un amor sin reclamos, un amor incondicional.

Por el otro lado, al casarse ellos prometieron hacer feliz a esa mujer, y esa mujer espera el amor incondicional de ellos, pero a cambio, no siempre el amor de la esposas es ilimitado.

Recomendación de la especialista

“La mayoría de las mujeres deberían interpretar de manera constructiva este estudio y no tratar de competir con la madre de ellos”, explica la portavoz.

Mi abuela una vez me dijo: “Si no puedes contra ello, únetele”, nada más sabio que esto. A veces nos empecinamos en luchar con alguien o en contra de alguien, y nos enfocamos tanto en ganar que a veces ya ni recuerdas por qué estabas luchando y qué es lo que estabas tratando de conseguir.

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Si bien hay suegras y suegras, como hay nueras y nueras; sin embargo, sería bueno que analizáramos lo que sentimos y nos enfoquemos en el amor que le tenemos a nuestro esposo. Al fin y al cabo, tú y tu suegra comparten un mismo propósito: Amarlo a él.

En lugar de luchar contra la corriente, deja que la corriente te encauce. No desgaste tus energías en causas perdidas, y a lo mejor te ganas a una muy buena amiga en tu suegra.

El estudio termina con la frase de la autora del informe que dice: “Lo que sí sé, es que mi amor …, antes de llegar a casa, ya pasó por lo de su mamá …

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Mariel Reimann

Mariel Reimann estudió leyes en la Universidad de Córdoba, Argentina y vive en Salt Lake City, Utah. Es madre de dos hijas que son la luz de su vida.